Colprensa| LA PATRIA
“Mientras no tengamos un panorama absolutamente claro del cultivo, de su comercialización y de los apoyos para los caficultores, tenemos la obligación moral de mejorar los que están y de no invitar a nuevos campesinos a que participen en el negocio”.
El énfasis lo hizo ayer el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, al sostener que ajeno al plan de renovación o mejoramiento de las plantaciones o productividades, el país tiene que pensar en esta situación, considerando que se trata de garantizar una mejor situación para los productores.
En su corto discurso de solo siete minutos, el ministro indicó que aunque esto le puede generar nuevos enfrentamientos con el sector, insiste en que este se tiene que repensar, con el fin de mejorar y enfrentar la actual crisis.
En el caso concreto de la siembra robustas sostuvo que no tiene argumentos para hablar de este tema, pero insistió en que son temas que trae la Misión de estudios y que deben escucharse.
Planteó tres puntos adicionales, en los que incluyó trabajar con mayor intensidad por la asociatividad, puesto que esto puede salvar la caficultura. “Además de convertirse en un instrumento para que los costos, que hoy son dramáticamente superiores a los de otros países, se trabajen en conjunto y se busque una forma sistemática y ordenada para que se acerquen a los de otras naciones”.
El ministro también habló respecto a la necesidad de focalizarse en cafés especiales, mayor encadenamiento productivo y plusvalía.
Por último, sostuvo que no hay disculpa para que el PIC no les llegue los caficultores, pues persisten los reclamos.
En el encuentro, más conciliador y en el que, según los cafeteros, el ministro prestó mayor atención, se habló nuevamente de precios, de productividad y hasta de la culpa de la revaluación del peso.
Lizarralde aceptó varios problemas e indicó que son medidas que se están estudiando para llegar a soluciones prontas entre el Gobierno y el sector cafetero.
Indicó que los cafeteros, más que hablar de café, deben hablar más del agro y convertirse “en el terrón de azúcar”, como una forma de destacar que puede seguir siendo ejemplo nacional en el campo.
El presidente del Comité de Cafeteros de Caldas, Marcelo Salazar, le dijo que no quedaron contentos con las palabras del presidente Juan Manuel Santos, y que “se le están acabando las oportunidades con el sector, pues no ha querido referirse a temas como el PIC o la estabilización de precios”.
Aseguró además, que si sigue con esa tónica “de aquí no va a salir apoyo para el Gobierno, de un gobierno que esta buscando ser reelegido”.
Al final se dieron la mano, hubo aplausos y consensos con respecto a trabajar unidos para sacar adelante al sector cafetero y hasta le dieron una camiseta amigable con el medio ambiente.
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