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En los últimos 10 años la brecha laboral entre hombres y mujeres se ha mantenido en Manizales.
Si se mira el promedio de ocupación, es evidente que los separan 10 puntos porcentuales. Son más los hombres ocupados que las mujeres en la ciudad. Si se compara la tasa de desempleo, la diferencia promedio es de tres puntos porcentuales.
"Las mujeres ocupadas tienden a tener mayores niveles en educación que los hombres. Estamos más preparadas, pero el mercado laboral no nos reconoce esos logros y ganamos menos en algunos casos. Todavía existe la creencia de que hay ciertas tareas que no podemos ejercer", comenta Luz Indira Soto, quien duró dos años para conseguir trabajo.
Agrega que donde tocaba las puertas o enviaba su hoja de vida le decían que no cumplía con los requisitos o que por ser madre no podía trabajar en ese lugar. "Tengo una maestría y mi experiencia laboral me respalda. Siento que todavía hay rezagos en Manizales de machismo para contratar, pero logré conseguir un empleo y me ha ido bien", celebra.
Diferencia
A esta brecha, la oficina de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Manizales le ha hecho seguimiento con base en los datos suministrados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
El reporte del 2019 demuestra es que la tasa desempleo para mujeres fue del 13,81% y la de hombres del 10,45%. Una diferencia de 3,63 puntos. La tasa general de desempleo de Manizales del 2019 fue del 11,96%.
De acuerdo con Mateo Rivera, profesional de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio, el hecho puede estar asociado a que las mujeres son más proclives a relacionarse con las labores del hogar y le dedican mucho más tiempo que los hombres.
"También hay un componente asociado al tipo de carreras que estudian las mujeres, e históricamente el mercado laboral ha reconocido honorarios más altos a puestos de trabajos que tienen que ver con las Ciencias Básicas y Aplicadas, y Lenguaje de Programación, frente a las Ciencias Sociales y las Humanidades".
Vulnerables
La abogada Luisa Murillo Ocampo, especialista en Derecho Laboral, sostiene que en la sociedad colombiana hay una cultura arraigada que tiende a favorecer el empleo entre los hombres.
"Razones históricas las hay, porque las mujeres han sido relegadas a los oficios del hogar o al cuidado de los niños, y cuando el Estado presenta una ley para favorecerlas las vulnera más. Por ejemplo, cuando se amplió la licencia de maternidad de 14 a 18 semanas, algunas empresas optaron por no contratar mujeres en edades fértiles. Fue una medida regresiva".
Murillo Ocampo indica que el empleador en esos casos lo que mira es la productividad de la empresa y no el bienestar de la mujer. "A esto se suma que todavía hay machismo en el mercado laboral. No siempre, pero aún persisten empresas que contratan a las personas no por su perfil sino por su género, y eso, que culturalmente las mujeres estudian más y están más preparadas que los hombres. Las mujeres son vulnerables en el sistema laboral del país".
Importancia
Ángela Consuelo Montes, jefe de Mecanismo de Protección al Cesante de Confa, sostiene que desde la experiencia desde la Agencia de Empleo de la Caja de Compensación, la diferencia no es tan marcada, ya que las mujeres han ido ganando mayor participación en los niveles técnicos y profesionales, y en cargos administrativos.
"La ciudad adelanta programas de equidad de género para favorecer la empleabilidad de las mujeres. Lamentablemente hay ocupaciones masculinizadas, especialmente en la industria manufacturera, esto hace que no se garantice la participación de las mujeres".
Montes afirma que Manizales debe apostarle a contratar a las personas según sus competencias y capacidades para el perfil y no por su condición sexual o de género.
Según el profesional de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio, la importancia de la mujer en el mercado laboral, más que una posición feminista o no, es por productividad y por hacer uso eficiente de los recursos humanos, que en muchos casos se subutiliza. "Las empresas deben darles el espacio y el rol que deben tener en la fuerza productiva", resaltó.
Posibles solución
* Mateo Rivera, profesional de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio, insiste en que la flexibilización del mercado laboral es una posible solución. "Ofrecer jornadas laborales más flexibles a las necesidades de las mujeres, acompañado del teletrabajo y proveer escenarios para que puedan invertir su tiempo en el cuidado de su familia. Hay que recordar que estar sentado ocho horas en un puesto de trabajo no indica que la persona sea productiva".
* Juan Eduardo Zuluaga, director de Confa y presidente de la Andi Caldas, coincide en la flexibilización y explica que las mujeres tienden a frenar su carrera laboral por su condición de madre, por eso "las políticas de empleo deben estar orientadas a generar espacios donde hayan cuidadores de niños desde la maternidad o que las empresas brinden condiciones favorables en el horario para las mujeres que están embarazadas o tienen a cargo el cuidado de sus hijos. Hay que buscar un equilibrio para que las mujeres no se salgan de esa carrera".
* María Camila Sanint, asistente técnica de Manizales Cómo Vamos, concluye que años tras años las brechas de género se consolidan en el mercado laboral. "Nuestra propuesta es que la ciudad necesita la formulación de políticas de equidad que generan las condiciones para que las mujeres participen en el sistema laboral y se tomen decisiones a favor del equilibrio".
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