Sharon Hernández
EFE | LA PATRIA | Bogotá
El panorama económico para el próximo año será más dinámico que el de otros países de la región y del mundo, podría sufrir coletazos porcuenta de la caída en los precios internacionales del petróleo, la desestimulación en la inversión de las empresas a raíz de la reforma tributaria y la fuerte volatilidad del dólar, que tiene depreciado el peso colombiano.
Aunque la meta de crecimiento promedio es del 4,8% para 2015, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, afirma que el equipo técnico revisa los cálculos y que es posible que se lleven a la baja de unas décimas, la meta del 2015.
Expertos coinciden en que la tasa de crecimiento del 2015 será inferior a la estimada por el Gobierno en el Marco Fiscal de Mediano Plazo. Por ejemplo, la firma E-concept Análisis Económico Independiente consideró que la economía colombiana crecerá 4%, teniendo en cuenta las variables macro que se están evidenciando.
El profesor de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, Gonzalo Palau, afirma que incluso en el 2015 la expansión del PIB podría bajar del 4%, que no es malo en el contexto internacional, pero dadas las expectativas que tenía la economía colombiana sería decepcionante para los propósitos que tiene el Gobierno.
El economista jefe para la región andina de Citibank, Munir Jalil, aseguró que Colombia crecería 3,8%, y “a pesar de que ese crecimiento podría verse como una muestra de desaceleración, en el contexto de la región, seguir siendo una de las economías que más va a crecer”.
El incierto petróleo
El principal factor de incertidumbre, sin duda, es la caída en el precio internacional del crudo, que a su vez se traduce en menores ingresos para la Nación por la reducción en la renta. Un reciente informe de la Contraloría General explicó que este fenómeno puede afectar las finanzas públicas en 2015 y 2016. La importancia del petróleo en los ingresos de la Nación representa cerca del 55% de las exportaciones del país, y constituye alrededor del 20% de los ingresos fiscales.
La importancia de que el próximo año se estabilice el precio internacional de crudo se debe a que, según un estudio realizado por la ONU, por cada dólar en que se reduzca el precio internacional del petróleo el Estado colombiano deja de percibir $430.000 millones al año, lo que podría significar que una caída de US$20 en el barril tiene un impacto sobre las finanzas del Estado superior a $8 billones.
El impacto se vería reflejado en la dinámica de los ingresos del Gobierno a través de un menor recaudo tributario y una menor distribución de utilidades de Ecopetrol. Según la Contraloría, la dinámica de los ingresos ya no sería como la contemplada en el Marco Fiscal de Mediano Plazo con tasas de 7,6% y 8,1% anual para 2015 y 2016, sino que se reduciría alrededor de 5,7% y 3%, debido a una caída de la renta petrolera cercana a $2,0 billones para 2015 y a$11 billones en 2016.
La economista y socia de la firma E-Concept Análisis Económico Independiente, Verónica Navas, explicó que “el 2015 va a ser muy difícil, porque tienen que resolverse los problemas fiscales de 2016, cuando puede presentarse un efecto más dramático del choque sobre el precio del petróleo”.
Frente al panorama, Navas aseguró que el Gobierno puede trabajar en facilitar la operación petrolera, con miras a aumentar la producción de barriles diarios de crudo.
Los precios internacionales del petróleo han caído considerablemente y se encuentran en niveles no observados desde 2009. Sin embargo, el ministro de Hacienda ha dicho que el país puede estar seguro que tiene cómo adaptarse a unas nuevas realidades petroleras.
“Tenemos las herramientas e instrumentos para llevar la economía a condiciones de éxito bajo escenarios de menores precios del petróleo, sabemos acomodarnos a esa realidad y lo vamos a hacer de una forma gradual que no genere traumatismos. Tenemos cómo acomodarnos a una situación de menores precios, porque la economía colombiana ha sido exitosa en escenarios menos boyantes”, aseveró Cárdenas.
La reforma
Otra variable que tendrá un impacto en la economía colombiana en el 2015 es la entrada en vigencia de la reforma tributaria, que reviviría tributos que estaban próximos a su desmonte como el impuesto a la riqueza (que reemplazó al impuesto al patrimonio), la fijación de la sobretasa al impuesto del CREE, y el 4x1.000.
El Gobierno sacó adelante la reforma tributaria para recaudar los $12,5 billones faltantes del Presupuesto General y garantizar los recursos de inversión de los próximos años. En todo el cuatrienio espera recaudar $53 billones.
La Contraloría General advirtió en un reciente informe que estos recursos provenientes de la reforma, bajo las condiciones actuales, podrían no ser suficientes para balancear el presupuesto de 2015 ni la proyección, en la medida que se continúe con la incertidumbre que genera el comportamiento actual de las variables macroeconómicas, como la caída de los precios del crudo.
El profesor de Economía de la Universidad del Rosario, Gonzalo Palau, considera que la entrada en vigencia de la reforma golpea las finanzas de las empresas y los bolsillos de los consumidores en una época de desaceleración, por eso -dijo- lo más aconsejable hubiese sido no introducir nuevos impuestos. "Hay una gran incertidumbre sobre si la reforma le va a producir al Gobierno los ingresos que requiere pero va a afectar las decisiones de inversión de los empresarios”.
En esto coincide el economista jefe de Citibank, Munir Jalil, quien aseguró que con la situación de impuestos para el próximo año es difícil "venderles" a los inversionistas extranjeros un mensaje de tranquilidad.
Ante los nubarrones que se avizoran frente al crecimiento económico del país para el 2015, el margen de maniobra del Gobierno frente a la volatilidad externa es "muy bajo". Por eso será determinante impulsar la demanda interna y darle el impulso a la economía a través del ritmo de inversión en obras públicas, como los proyectos de infraestructura y el jalonamiento de la construcción, así como el impulso que pueda tener el sector petrolero para aumentar los niveles de producción, para tener las tasas de crecimiento esperadas el año entrante.
Depreciación
La fuerte volatilidad en el precio del dólar en el último mes, ha ocasionado que en los mercados el peso colombiano haya perdido valor. El economista Jalil dijo que con esto se perjudica el ciudadano común que va a terminar pagando más porque todo lo que compra importado sube de precio.
Según la Contraloría General, es la disminución de las importaciones por la devaluación del peso lo que afecta los impuestos por concepto de aranceles e IVA externo, pues si se tiene que dar más pesos por cada dólar, los importadores no se verán incentivados a hacer compras al exterior, lo cual afecta los impuestos de estas compras.
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