A pesar de que el ritmo de crecimiento de la economía caldense ha sido menor al que ha presentado la economía del país en los últimos once años, la observación de las cifras recientes muestra una reversión en esta tendencia. En efecto, entre 2006 y 2017, el producto interno bruto Colombiano tuvo un ritmo de crecimiento promedio igual a 4,1% mientras que la cifra para Caldas fue cercana a 3,3%. Ahora, si se tienen en cuenta solamente los últimos cinco años, es evidente que Caldas ha comenzado a crecer a un ritmo superior al del país pues para este período, el crecimiento promedio del departamento alcanzó el 5% mientras que el de Colombia no pasa del 3,2%. De manera adicional, si las cifras provisionales de 2017 no cambian sustancialmente, el último año nos dejaría posicionados como como el tercer departamento de mayor crecimiento después de Vaupés (11,3%) y San Andrés y Providencia (7,1%). Es cierto que las cifras departamentales tienden a ser volátiles en este sentido pues las economías pequeñas son mucho más sensibles a los choques (por ejemplo, Bolívar, que fue el departamento de mayor crecimiento en 2016, ocupa el noveno lugar en 2017 y ocupaba el puesto 19 en 2015), pero la persistencia del fenómeno parece indicar que en efecto hay cambios productivos que han puesto el acelerador sobre nuestra economía.
Estos cambios tienen que ver sobre todo con tres grandes actividades: industria, construcción y una tercera que agrupa lo relativo a administración pública y defensa, educación, salud y servicios sociales. Estas tres actividades de manera consistente han sido las que han tenido las mayores contribuciones al crecimiento entre 2012 y 2017. En 2017, con un crecimiento provisional de 6,8% la construcción es la que hace el aporte más grande con 1,6 puntos porcentuales, seguida por la industria con 1,26 puntos porcentuales. Aunque estas cifras pueden cambiar, es bastante consistente el aporte de la construcción al crecimiento principalmente en lo referente a la construcción de edificaciones. Para 2017 las obras de ingeniería civil son las principales contribuyentes al crecimiento entre todas las actividades, pero por su carácter provisional, es mejor no concluir apresuradamente sobre este hecho.
Para la industria, la contribución al crecimiento tiende a estar explicada sobre todo por la industria alimenticia y una agrupación de varias industrias que incluyen la fabricación de productos farmacéuticos, químicos y productos del caucho y plásticos. El caso de la industria resulta especialmente interesante, pues no solamente se muestra como un motor de crecimiento sino que, de manera adicional, es una actividad generadora de empleo, al ocupar a cerca del 9% de los caldenses y el 15% de los manizaleños. De hecho, en la ciudad fue la actividad que creó más empleos al ocupar 1820 personas adicionales en 2017 en comparación con 2016.
Vale la pena entonces seguir poniendo la lupa sobre lo que sucede con estos sectores desde diferentes ópticas. Por esto, aprovecho este espacio para dos cuñas: la primera es que próximamente estaremos publicando desde Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas un estudio en el cual se evalúa la productividad de la industria caldense. La segunda cuña tiene que ver con el producto que se ha venido desarrollando desde el Observatorio Económico de Caldas y que permitirá monitorear el desempeño de la economía del departamento a través de la agregación de una serie de variables relevantes.
Por: Juan Felipe Castellanos
Investigador
Estudios económicos – Cámara de Comercio de Manizales por Caldas
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