Alfonso Ospina Torres
Colprensa | LA PATRIA | Bogotá
En el peor momento político, por el limbo en que ha quedado el proceso de paz con las Farc, el Gobierno presentó su reforma tributaria, quizá al único proyecto de ley que tiene garantizada la enemistad de casi cualquier sector del país.
Aún así, lo hizo convencido de que es imposible demorar más ese cambio y de que las propuestas que radicó esta semana en el Congreso se convertirán en una verdadera reforma estructural al sistema impositivo y garantizará la continuidad del gasto y de la inversión, en procura de lograr un crecimiento económico sostenido.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, explicó los sustentos del proyecto, con la esperanza de convencer a los colombianos que resultarán afectados por más impuestos.
Equidad
¿Por qué debemos creer que esta sí es una reforma estructural?
Porque es la primera que aborda al mismo tiempo los objetivos de simplicidad, equidad y competitividad. En el pasado las reformas han tenido un solo objetivo, aumentar los ingresos. Esta reforma busca ingresos, pero, al mismo tiempo, busca mejorar la forma como está estructurada la tributación en Colombia.
¿El proyecto de reforma plantea, de alguna manera, controlar la corrupción?
Sí. Hay dos formas de corrupción: la primera es no pagar los impuestos, la evasión; la otra es malgastar los recursos públicos. La evasión es quizás la que más nos reclaman los colombianos. Nos piden que hagamos más, que realmente podamos quebrarle la tendencia a la evasión, que ha sido muy alta. Esta reforma busca eso, controlar las principales formas de evasión. Si es la del gran capital, contempla penalización; si es a través de las entidades sin ánimo de lucro, las mete en cintura; si es a través de eludir el IVA, plantea la factura electrónica.
¿Qué garantía hay de que sea aprobada en el Congreso?
No podemos tirar la pelota para más adelante, porque podría ser muy tarde. Sería un error grande pensar que esto se puede resolver en uno, dos o tres años; para ese momento podríamos haber perdido el grado de inversión, haber frenado el crecimiento económico, haber estado en una situación sin recursos para la inversión social. El país tiene que asegurar una ruta que le permita seguir avanzando, tanto en lo económico como en lo social.
¿Fue un error demorarse hasta octubre para presentar una reforma tributaria que se sabía necesaria?
Lo único que puedo decir es que a la reforma le llegó su tiempo. Tuvimos un momento para prepararla, estudiarla, analizarla y ahora es el momento en que creemos que lo que se ha presentado es muy sólido y en que hay tiempo suficiente. No era antes ni podía ser después, tenía que ser ahora.
Para los empresarios
Hay propuestas tocan a grupos económicos muy poderosos ¿cómo han reaccionado los empresarios?
Sobre cerveza no se ha tomado ninguna determinación, estamos estudiando ese caso, por solicitud del Congreso de la República. En gaseosas se contempla un impuesto de $300 por litro y en cigarrillos el impuesto pasa de $700 por cajetilla a $2 mil 100. Tanto gaseosas como cigarrillos, sumados, nos permitirán llegar a casi un billón y medio de pesos adicionales para la salud.
Entiendo la explicación, pero le insisto en mi pregunta sobre cómo la han recibido los empresarios…
Más bien le digo la solicitud que les hago a los empresarios: que miren integralmente el proyecto, su carácter estructural, que no se concentren exclusivamente en el beneficio que pudieron haber perdido o en la renta exenta que se les quitó, sino que miren el edificio completo de la reforma. Este proyecto no se puede mirar por partes, hay que mirarlo como un todo que le va a permitir al país tener más empresas, generar más empleo y, al mismo tiempo, generar los recursos que necesitamos para hacer la inversión social. Insisto, a los empresarios les solicito mirar con generosidad y con espíritu de país la reforma, no con una visión sectorial más estrecha.
Quiero que amplíe la explicación de por qué aún no se decidió si habrá o no más impuestos sobre las cervezas...
Este tema surgió en la Ley de Licores, que ya fue aprobada, y en la que no estaba incluido. Durante la parte final de la discusión un grupo de congresistas pidió gravar las cervezas de manera que quedara con unos impuestos equivalentes a los del vino. Eso no era tan fácil de decidir, porque en ese momento no teníamos los estudios ni las cifras para resolver esa situación, así que les propuse que pasáramos esa discusión a la reforma tributaria. Estoy en deuda con los congresistas, ante ellos me voy a presentar con los estudios que nos permitan tomar una decisión.
Por el cambio climático
Una novedad es el llamado impuesto verde, del que usted ha dicho que Colombia se convierte en pionero, ¿en qué consiste?
Es algo que se está adoptando en el mundo a raíz de los compromisos suscritos en la convención para combatir el cambio climático, la famosa COP 21, de la cual Colombia hizo parte y que busca que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y de dióxido de carbono. El país tiene un compromiso de reducirlas en un 20% antes del 2030, entonces tenemos que ir directamente a las fuentes de esas emisiones, con un gravamen a los combustibles fósiles. Dejamos por fuera al carbón, porque la mayor parte del carbón colombiano se exporta y será gravado en los países de consumo y dejamos por fuera al gas natural, porque su efecto contaminante es marginal.
¿Si la reforma es aprobada, quedaremos más cerca de la OCDE y mejoraremos nuestra imagen ante las calificadoras internacionales de riesgo?
Sí; podemos reafirmar nuestra calificación y podemos asegurar que haremos parte de la OCDE, pero la reforma no obedece a esas motivaciones, eso viene por añadidura. Lo que nos motiva es poder generar más empleo, ser más competitivos, que haya más empresas, que haya más actividad económica y, sobre todo, no retroceder en materia social. Si no contamos con estos recursos, el país tendría en el futuro retrocesos en muchos de los progresos sociales que ya ha tenido; por ejemplo, en los programas de educación, en la cobertura de salud y en eso, no se puede dar marcha atrás.
¿Existe garantía de que los empresarios sí generen más empleo después de que disminuya el pago de renta y reciban otros beneficios que plantea la reforma?
Pues tendrán más estímulos y más motivación para invertir y esperamos ese compromiso de los empresarios. El país está haciendo un esfuerzo grande, está haciendo un replanteamiento de fondo en materia tributaria, porque cree firmemente en la capacidad de los colombianos de generar empresas, de ser innovadores, de sacar adelante iniciativas, de crear negocios, de crear empleo; esa es, realmente la principal razón de todo esto: darles a las empresas colombianas, las existentes y las que se creen, unas condiciones propicias para que puedan seguir creciendo.
Frases
- “El país sabe que se perdieron los ingresos del petróleo, pese a lo cual hemos logrado mantener un buen ritmo; ningún colombiano que reciba beneficios del Estado se ha quedado sin ellos; los colombianos han seguido teniendo acceso a muchos programas que ayudan a tener un mejor estilo de vida y que ayudan a salir de la pobreza”.
- “Esta reforma es costosa, políticamente difícil, y se hace en un momento que no es el más fácil, pero ante los retos tenemos que ser capaces, debemos tener la capacidad, con sencillez, sinceridad y sin arrogancia, de explicarles a los colombianos por qué esto es necesario”.
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