
Albeiro Rudas
LA PATRIA | ANSERMA
El almacén Hamburgo, en Anserma, será dentro de pocos días solo un recuerdo, luego de 70 años de prestar sus servicios.
En el local el tiempo parece detenido. Sus viejas vitrinas y estanterías de madera no cambiaron, y aún Alberto Guevara, propietario, conserva su vieja máquina de escribir Olimpya y un teléfono de disco adherido a la pared.
En Hamburgo los ansermeños encontraban todo lo que ofrecen las cacharrerías: agujas para remendar costales, hamacas, atarrayas, guitarras, cuadernos, hilos, botones, papelería, morrales, ferretería, juguetería, productos plásticos y hasta masa para pescar. Alberto dice que este producto es escaso en la región y se atreve a asegurar que solo lo ofrecen en su negocio.
Según Alberto, el nombre del establecimiento fue idea de unos visitantes extranjeros que lo sugirieron. "Ahora todo está en promoción, porque existe un compromiso de entregar el local desocupado a finales de este mes".
Alberto dice que cuatro generaciones de Ansermeños han pasado por su almacén comprando juguetes, hilos y agujas y todavía conserva una caja de botones que, según él, tiene los años del almacén, por lo que ya no se venden.
Explica que cerrará el negocio porque ya es hora de cambiar de actividad. "Estoy cansado y quiero dedicarme a otra cosa, el local será destinado a otro tipo de mercancía".
Muchas señoras paran en la puerta del Hamburgo y le dicen a Alberto: "cómo lo va a cerrar. ¿Dónde vamos a comprar tantas cosas que solo se venden aquí?". Él les responde con una sonrisa que ya cumplieron un ciclo vendrán otros comerciantes que suplirán estas necesidades.
Tradición comercial
En Anserma, conocida como la abuela de Caldas, sobreviven otros negocios que ya superaron el medio siglo de existencia. Además de Hamburgo están la cacharrería Arias, el Almacén Antioquia y La Feria.
En el caso de Hamburgo, su fundación ocurrió en 1950. Albeiro Puerta empezó sus actividades en la antigua plaza Ospina, hoy plaza de mercado o galería. De allí se trasladó, en 1955, al local que actualmente ocupa en la carrera 4 entre calles 9 y 10, propiedad de Elena Cristóbal Patiño.
En 1977 el almacén pasó a manos de Luis *y*Hoyos, y posteriormente lo adquirió Javier Echeverry, en 1979. Fue solo hasta el 2000 cuando llegó a manos de su actual dueño, quien ya llevaba trabajando allí desde finales de los años 70. Guevara asegura que en sus mejores épocas el establecimiento contaba hasta con 18 empleados, y ahora solo quedan dos.
Aunque los ansermeños ya no tendrán uno de sus negocios tradicionales, están seguros de que el almacén Hamburgo estará siempre ligado a la historia comercial de Anserma.
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