Finanzas de Gensa se afectarán sin gerenciamiento estratégico: Maya

JUAN CARLOS LAYTON

LA PATRIA | MANIZALES

El freno de mano que hoy tiene Gensa para seguir gerenciando proyectos estratégicos de infraestructura civil, tanto en Caldas como en el resto del país, no solo le quitará músculo financiero a la entidad, sino que disminuirá los ingresos de la compañía.

La aseveración es del gerente saliente de la entidad Alejandro Maya, luego de destacar que esta negativa del Comité de Activos del Ministerio de Hacienda se convirtió en un hecho que le generó malestar, considerando la experiencia y el conocimiento que hoy tiene la entidad, y que pone en riesgo laboral a los profesionales que se han formado y han trabajado en proyectos de gerenciamiento estratégico.

Los contratos con Gensa le permitía al sector público tener no solo la experiencia y el respaldo de una empresa privada, sino la agilidad de los acuerdos propios de una compañía de este tipo.

Aunque destacó entre sus logros el poder continuar con los proyectos que hoy están en ejecución, lo delicado es que a partir del primero de enero del 2013 no podrá hacer nuevas contrataciones. "Expliqué a la junta en su momento que dejar proyectos inconclusos podría generar riesgos jurídicos para la compañía, por lo que se definió que seguirán hasta su culminación, hasta que concluyan", aseveró.

Se salvarían obras de infraestructura nacionales que ya están en ejecución con recursos del Departamento de la Prosperidad Social (DPS), el plan vial departamental y el cable aéreo a Villamaría, por ejemplo, hasta su terminación.

Quedarían por fuera en adelante los famosos combos de maquinaria de la Gobernación, o las nuevas obras que se proponen para el Plan vial departamental, además de frentes relacionados con infraestructura civil.

Para el dirigente, lo complicado es que esta tarea le ha permitido a la entidad contar con ingresos adicionales y solventar su situación financiera, que se ha visto afectada por ciertos fallos.

Entre ellos el pago por $74 mil millones que debió cubrir por un laudo arbitral ante un contrato de compra de energía (PPA) que tenía la central termoeléctrica Termopaipa IV, y que quedó en manos Gensa desde febrero de 2005 (Ver recuadro: La herencia de Termopaipa).

Gastos de funcionamiento

De acuerdo con las cuentas de Maya Martínez, los recursos que se generan por este tipo de administración y gerenciamiento de proyectos de infraestructura, son los que han permitido apalancar unos gastos de funcionamiento de la entidad. Este año esos recursos se estiman entre los $7 mil millones a $8 mil millones para una entidad con 370 empleados.

De paso, sin ese gerenciamiento estratégico, se reducirían las utilidades de la entidad, que el año pasado, por primera vez en mucho tiempo, tuvo ganancias que llegaron a los $24 mil millones. Para este año, producto del laudo arbitral, se tendrían de nuevo pérdidas.

"Por eso aún guardo la esperanza de que la próxima administración logre convencer a quien corresponda, para que la entidad continúe con esos proyectos", explicó.

Aunque la negativa es un hecho, en su concepto la posibilidad de reversar esa medida dependería de que regiones como Caldas rodee a la entidad.

Pese a ello, el exgerente explicó que esto no significa que la empresa esté en un riesgo financiero, teniendo en cuenta la serie de proyectos energéticos importantes y estratégicos que hoy maneja y que lo hubieran permitido llegar a los $40 mil millones de ganancias este año, de no tener ese laudo arbitral.

Contratos a dedo

Aquí no concluyen los problemas. Aunque Maya Martínez se abstiene de especificar los malestares causados por la reducción de los llamados contratos a dedo, medida aprobada por la junta, en este caso la molestia fue de algunos dirigentes políticos, que habían asumido compromisos.

La decisión de la entidad fue bajar a su mínima expresión este tipo de contratos, y aunque Gensa se rige por el derecho privado, a través de la Ley de Servicios Públicos (142), y tenía la facultad de adjudicar convenios interadministrativos directos hasta por $1.700 millones, los redujo a $56 millones 670 mil. De ahí en adelante será a través de ofertas públicas.

Esto fue lo más complejo, explicó, considerando este tipo de decisiones, que no solo generan desgastes personales, sino que se podrían tomar represalias en su contra, que afectarían la empresa.

La salida de Maya Martínez generó reacciones de entidades como la Corporación Cívica de Caldas, que lamentó que este tipo de presiones genere la salida de un funcionario que calificó de serio y responsable.

Por ahora, no se conoce quién asumirá las riendas de la entidad, y el nuevo riesgo es que la empresa se vaya de la región, pese a lo cual Maya Martínez reiteró que se necesita un fuerte acompañamiento de Caldas.

La herencia de Termopaipa

* Hacia 2005 Gensa se convirtió en la segunda empresa más grande del Eje Cafetero, con un capital cercano a los $227 mil millones. Esto debido al aumento de capital que tuvo, ante la aprobación del Gobierno de un aumento de capital por cerca de $219 mil 474 millones.

* Lo anterior, debido a que el Gobierno decidió pasar a manos de Gensa la centrales termoeléctricas de la Empresa de Energía de Boyacá (Ebsa), Paipa I, II Y III, y el contrato de compra de energía (PPA, por su sigla en inglés) de Paipa IV, además de los acuerdos de venta de energía a largo plazo.

* Eso con el fin de sanear financieramente a Ebsa, que tenía altos pasivos, producto de su relación contractual con la Compañía Eléctrica de Sochagota (CES), con capital alemán. Gensa no sólo tendría un aumento significativo del patrimonio, sino que heredaría el PPA de Paipa IV.

* Este último aspecto se convirtió en el punto delicado del negocio, pues aunque la CES aspiraba a tener unos mejores ingresos por el negocio, según sus proyecciones, las condiciones macroeconómicas del mercado afectaron esos resultados, lo que condujo a sus posteriores reclamaciones. Ese contrato se prolongará hasta el 2019.