Que el reconocido ciclista Egan Bernal haya confesado en una entrevista que su condición física se la debía en gran parte a la sopa de pescado o que los expertos lo califiquen como un alimento que aporta vitaminas importantes como la A y D, no son argumentos suficientes para que los colombianos incluyan el pescado en su dieta normal. En cambio, la Semana Santa sí lo es.
Por tradición, en esta época, que comienza el miércoles de ceniza y va hasta el Domingo de Resurrección, se dispara el consumo de la carne de pescado. El vendedor de Impormar (en la Galería), Jorge Hernán Medina, da fe de ello.
"La venta aumenta demasiado, casi en un 300%. Eso se debe a las creencias y convicciones de los fieles", dice el vendedor.
Asegura que a diario escucha a los compradores quejarse de las espinas de este alimento, pero que durante la Semana Mayor "no hay espina que haga daño para comprarlo".
De acuerdo con el informe que presenta la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), se calcula que durante la temporada el consumo de productos piscícolas (trucha, tilapia, cachama y especies nativas) oscila entre el 11% y 12% de la producción total nacional, alcanzando las 13 mil toneladas.
Medina se atreve a justificar que el alto consumo también se debe a los bajos precios que se ofrecen en esta temporada. "Yo creo que este año los precios se mantienen, porque no hay producción de río".
Pilas
En estas fechas tanto los pescadores como los distribuidores se ponen truchas para hacer su agosto. Según el reporte de la Aunap, la producción del pescado incrementó cerca del 65% el año pasado, un aumento en las ganancias para el sector de hasta el 70%.
Las especies de cultivo que más se comercializan son la mojarra roja, la cachama y la trucha arcoíris. En cuanto a las de río, las que más rotación tienen son el bagre y el bocachico. El basa y el salmón encabezan la lista de los productos importados.
¿Qué dice la tradición?
Según la tradición, los católicos se abstienen de comer carne roja porque representa el cuerpo de Cristo crucificado. Por ello, comer pescado se convirtió en un alimento alternativo. La ingesta del pescado es una práctica muy arraigada para cumplir las sagradas escrituras, conmemorar, recordar y homenajear el sufrimiento de Jesucristo.
A comer pescado, se dijo
La expansión del consumo per cápita anual de pescados y mariscos pasó de 1,7 kilogramos hace 30 años a 6,9 kilogramos en la actualidad y con una tendencia creciente, gracias a la dinámica comercial de la Semana Mayor. No obstante, Colombia aún se encuentra por debajo de la media mundial, con un consumo anual de 18 a 20 kilogramos por persona.
Diego Vásquez, vendedor
"En esta época aumenta la demanda del pescado cerca de un 90%. Sin embargo, la tradición se ha perdido mucho".
Luciana Martínez, compradora
"No como pescado en Semana Santa porque no me gusta, pero mi familia sí es fiel".
Sandri Guevara, vendedora
"En Venezuela todo el mundo consume el alimento en Semana Santa, pero la gente ha dejado de creer".
Gonzalo Rugeles, comprador
"Lo hago por tradición y mis padres. Se consume mucho, pero igual la tradición se ha ido perdiendo".
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