JULIÁN GARCÍA - JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | PALESTINA
En la vereda Santágueda del municipio de Palestina no solo ha pegado fuerte el sol de los últimos días, sino también el bajonazo en las ventas.
Los vendedores estacionarios del Mall de Comidas de Santágueda y los comerciantes ambulantes se quejan de las bajas ventas en las vacaciones de fin de año, durante el pasado puente festivo de Reyes y en lo corrido de la última semana, ante la poca afluencia de público en una temporada en la que normalmente no hay por dónde caminar.
Culpan a las restricciones en la movilidad, la ley seca que empezó a regir desde el 24 de diciembre y el reciente toque de queda del fin de semana a partir de las 9:00 p.m.
Aunque reconocen que hubo buena ocupación en los condominios entre el 24 y el 31 de diciembre, según ellos los resultados no se vieron en las ventas.
Muy regular
Para los empresarios el problema se presenta desde agosto del año pasado, cuando abrieron al público.
Aseguran que lo habitual es ver repletos los 11 locales del Mall de Comidas de Santágued, pero el sábado hacia el mediodía solo estaban dos familias comprando los almuerzos.
Lina María Mena, vendedora de comidas, sostuvo que hoy en día solo atiende 8 mesas de las 20 que tenía antes de empezar la pandemia. Por eso solo lo hace con 3 trabajadores ya que tuvo que despedir a otros 3. “La gente quiere bueno y barato, en un día normal cocinaba 300 almuerzos, actualmente elaboro unos 70 almuerzos al día, además los servicios públicos llegan muy caros. En diciembre vino la factura del gas por valor de $800 mil”, contó.
Soledad
Para los comerciantes, el sector de Santágueda, conocido como el Melgar de los caldenses, registra una merma en la ocupación hotelera de un 60%, debido a que muchos de los turistas prefirieron pasar vacaciones en sus residencias.
Unos turistas deambularon el sábado por la mañana buscando qué comprar. Martín García, vendedor de gafas, les ofreció sus artículos, al tiempo que se quejó. “El negocio está duro, en un día vendía unos $100 mil, este fin de semana facturé 30 mil”.
Ramón Rodríguez dijo que no encuentra a quien ofrecerle inflables, la mayoría de sus clientes eran usuarios de las piscinas de Confa y están cerradas al público desde marzo del año pasado.
Buen sol, pocas ventas
Ramón Rodríguez, vendedor de inflables, también comentó: “estamos varados porque Confa movía mucho comercio y ahora no hay a quién venderle”.
Juan Carlos Soto, del Bar y Billares la Fonda, aseguró que las ventas del licor se afectaron con la reducción del horario. “En el puente de Reyes atendía hasta las 10:00 p.m., antes de la pandemia lo hacía hasta las 2:00 a.m., esto representa pérdidas, claro que la gente sigue llegando a buscar que tomar”.
Aunque el comercio reconoce que hay que tener todas las precauciones con la pandemia, insisten en que el sector de servicios, en especial el de turismo sigue sin levantar cabeza.
Bien alojamiento, mal el pasadía
El director de Confa, Juan Eduardo Zuluaga Perna, recordó que hoy no hay ningún movimiento de visitantes diarios o pasadías a los centros vacacionales de Santágueda y la Rochela, ante la restricción que existe, por lo que solo la oferta es para quienes se alojen. Esto generó una reducción de entre 3 mil y 4 mil personas diarias en esta temporada.
En el caso de los alojamientos, abierto desde el año pasado con la autorización del Gobierno Nacional y la Alcaldía Municipal, la demanda bordea los 450 alojdos en La Rochela y 280 en Santágueda, una ocupación del ciento por ciento el fin de semana. Entre semana se reduce a una ocupación al 60% . Ya para esta temporada baja caerá al 40%.
Zuluaga Perna destacó que están en el proceso para que se permita un movimiento de visitantes diario o de pasadía de por lo menos el 20% del flujo normal, aunque reconoció que es complejo debido a que el pico de contagio se mantiene. Pese a ello, insistió en la necesidad de manejar la situación con prudencia para evitar el impacto en el sector productivo.
La vereda Santágueda permaneció con poca afluencia de visitantes en esta temporada de fin de año y el puente de los Reyes. Lo habitual era las aglomeraciones de gente y que no hubiera por dónde transitar.
Preocupados
*Lorena García, vendedora
El mercado de las frutas ha estado bien, la gente que viene a las fincas busca mis productos.
*Rubén Restrepo, turista
Hay muchas restricciones en la movilidad, además la gente tiene un poco de miedo a salir.
*Martín González, comerciante
La pandemia y las restricciones nos ha afectado mucho, las ventas mermaron un 60%.
*Kimberly Astudillo, vendedora
La gente no viene por temor al virus y además las piscinas de Confa, que mueven la economía, están cerradas.
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