RICHARD AGUIRRE
LA PATRIA | MANIZALES
El puente de Chupaderos no está quebrado, pero es de madera, inestable, y provoca temor en los habitantes de la zona, ante una eventual avalancha o creciente de la quebrada, como la que se registró el martes 18 de octubre del 2011 y que se llevó la antigua estructura.
En esta zona entre Manizales y Villamaría ajustan cinco años esperando a que les construyan un puente firme, pero por ahora tendrán que seguir teniendo paciencia, pues el proceso está suspendido.
El contrato por $369 millones 539 mil se adjudicó el 4 de diciembre pasado a las 10:00 de la noche, según el acta, al Consorcio Puente Jorge Leyva 2015, representado por Jackson Moreno Racines.
Él sostiene que se traerá el puente Jorge Leyva, que se retiró en octubre del 2014 entre Manizales y la entrada de Villamaría, en la Avenida Panamericana y se instalará en esta zona, entre los barrios Lusitania (Manizales) y La Florida (Villamaría).
Los trabajos no se ven y eso es lo que cuestionan los vecinos del barrio Lusitania (Manizales), quienes destacan que solo están aferrados a un puente de madera, el cual genera peligro a quienes lo transitan, pues dudan de su resistencia ante una posible creciente de la quebrada (Ver: Dice la comunidad).
De acuerdo con César Tabarez, secretario de Infraestructura de Caldas, ese contrato está suspendido, debido a que se adjudicó sin haber realizado estudios y diseños. "El ejecutor es la Alcaldía de Villamaría y se tenía entendido que costaría alrededor de $400 millones, pero ahora valdrá más y todavía no sabemos cuánto", señaló Tabarez. "Eso se conocerá en 15 o 20 días, para tomar decisiones, porque el problema es conseguir más plata", resaltó Tabarez.
Agregó que los recursos para trasladar el antiguo puente Jorge Leyva hacia el sector de Chupaderos fueron destinados por Chec, la Gobernación de Caldas, la Alcaldía de Manizales y la de Villamaría. Cada uno aportó $100 millones para lograrlo.
A pesar de que el contrato está suspendido, en la página del Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop) sigue apareciendo como adjudicado y no se aclara el estado actual.
LA PATRIA habló con el exalcalde de Villamaría, Jairo Antonio Valencia, para conocer su respuesta y preguntarle sobre cómo fue el proceso para la adjudicación del contrato. Sobre la ausencia de estudios y diseños, señaló que la anterior administración de la Gobernación fue la encargada de realizarlos. "El exsecretario de Infraestructura Carlos Abad Ramírez estuvo encargado de eso y por eso nosotros adjudicamos el contrato", indicó.
Agregó que lo que hizo su administración fue gestionar los recursos y contar con la participación de las cuatro entidades que aportaron. "Lo que nosotros pretendíamos era mantener la conexión entre ambos municipios, aprovechando que el Jorge Leyva se había desmontado y podía seguir funcionando".
De acuerdo con José Fernando Trujillo, actual asesor jurídico de Villamaría, cuando el contratista inició los trabajos, se encontró con unas pantallas de contención que soportaban el antiguo puente, motivo por el cual suspendieron el contrato hasta que se hagan las consultas jurídicas.
El objetivo es definir si se pueden adicionar recursos o debe liquidarse para convocar una nueva licitación que tenga en cuenta los nuevos costos de la obra, pese a que aún no se conocen. "Cada uno de los actores del convenio deberá revisar qué se debe hacer, para poder determinar cómo superar este inconveniente técnico", explicó el asesor.
Jorge Ricardo Gutiérrez, director del Invías en Caldas, aseguró que lo único que ellos debían de hacer era el desmonte de la estructura y entregarla en buenas condiciones, para que la Secretaría de Infraestructura y las alcaldías de Manizales y Villamaría decidieran qué hacer.
Por ahora, el puente entre Manizales y Villamaría seguirá colgando y la comunidad tendrá que seguir armada de paciencia hasta que les cumplan la promesa de instalar la nueva estructura.
El puente Jorge Leyva llevaba el nombre del ministro de Obras de la época, quien ordenó la construcción inmediata de la estructura metálica, luego de que una avalancha arrasó con los puentes que comunicaban a Manizales con Villamaría. La estructura, que pesa unas 60 toneladas, estuvo al servicio de Manizales y Villamaría desde 1952 hasta el 2011.
El 15 de octubre del 2014, LA PATRIA habló con Álvaro Leyva Durán, sobre el desmonte del puente que lleva el nombre de su padre. "Este puente era el único que llevaba el nombre de mi padre. Cuando supe del desmonte me dio nostalgia, pero es normal para que se realice para el desarrollo de la región", dijo en esa entrevista. El exalcalde de Villamaría, Jairo Antonio Valencia, señaló que el puente mantendrá el nombre de Jorge Leyva.
Carlos Ariel Aguirre pasa todos los días por el puente de madera que se ubicó en el sector de Chupaderos, entre Lusitania (Manizales) y La Florida (Villamaría).
Así quedó la banca del barrio Lusitania (Manizales), durante la avalancha de la quebrada Chupaderos, el martes 18 de octubre del 2011.
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