Empresarios temen por un año de resultados negativos

JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES

El paro agrario se convirtió en la gota que llenó la copa para el sector industrial en Caldas.

Ahora teme no solo por las pérdidas que dejó la inmovilización camionera, sino por los problemas de costos, baja demanda y hasta los tratados de libre comercio, motivo por el cual el balance del 2013 podría terminar siendo malo para la actividad.

Por lo menos así lo estiman varios empresarios consultados por LA PATRIA, que consideran que el daño no solo incluye las pérdidas que obtuvieron con la anterior protesta y que incluso podrían superar los $30 mil millones en Caldas, sino el impacto que se generó en el corto plazo en sus empresas frente al freno de posibles planes de ensanchamiento, nuevas inversiones y hasta pérdida de credibilidad.

De acuerdo con el presidente de Colombit, Felipe Montes Trujillo, solo en su empresa por lucro cesante, sobrecostos y lo que se dejó de facturar, el balance rodeó los $8 mil millones en pérdidas. Cuestiona que si bien se trató de un paro que comenzó desde el 19 de agosto, las autoridades solo vinieron a ver el problema a partir del 25 o el 26 del pasado mes.

El balance de la compañía es que por cuenta de los dos paros de este año, se perdieron 23 días hábiles de trabajo, que ya conducen a unos efectos estructurales negativos sobre los resultados y las metas que tenía estimadas para este año en la compañía.

"Qué ciudad es competitiva cuando pierde y le cuesta un 10% más por no poder despachar".

Para Montes Trujillo, lo más delicado es que no saben si pueden recuperarse para lo que resta del 2013, debido a que si bien el fin de año generalmente es bueno, los efectos negativos de estos frenos implican de entrada una menor producción y aplazamientos en sus planes de inversión.

Problema estructural

El estimativo de la Productora de Gelatina (Progel) es que durante el paro tuvieron que suspender labores unas dos semanas, con pérdidas diarias de unos $300 millones, lo que suma unos $3 mil millones, en promedio.

Para el representante de la compañía Carlos Adolphs García, el paro se puede calificar como la estocada final a la serie de problemas que ha reportado el sector, pues tuvieron que atender parte de la demanda con la planta en Ecuador, sumado al riesgo de incumplimientos y al personal parado.

"A mi manera de ver, aunque el paro agropecuario fue justo, el gran problema es que el Gobierno Nacional actuó lento para tomar decisiones y las soluciones se encontraron muy tarde, después de todo lo que pasó, y de afectar los renglones productivos de país".

Sin embargo, en su concepto, el problema es más estructural, pues además de estas crisis coyunturales, las empresas están quedando al vaivén de lo que digan los TLC.

Explicó que hoy cerca del 50% de sus materias primas, en especial pieles, las importan de Tailandia, China, Corea, Argentina, Bolivia y Brasil.

Un concepto similar tiene Germán Olarte, presidente del Grupo Siteco, quien resalta que fueron 10 días de trabajo que se perdieron, por lo que solo hasta ahora están consolidando los daños, por pérdidas y sobrecostos.

"Es desafortunado que haya tanta improvisación de un país que se maneja al día a día y que por este efecto vayamos a tener un impacto en la producción industrial".

Industria en descenso

Guillermo Arango, representante de Prometálicos, destaca que durante ocho días no se pudo despachar en su empresa. Su ventaja es que previo al paro ordenaron comprar materias primas por dos meses, pese a lo cual es evidente que hay un impacto en la producción.

El balance de la Andi es que la industria de Caldas pasa por un momento difícil, hecho que se evidencia en la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta de junio, la cual arrojó una disminución de la producción real en el 12%.

Para el presidente de la Andi, José Fernando Rivas, los más afectados terminaron siendo los empleados, en especial contratistas, que se tuvieron que mandar a la casa y que no pudieron recibir un solo peso, ante el freno por efectos del paro.

Incluso resalta las pérdidas que sufrieron los propios camioneros, por lo que, en su concepto, fue más el daño al paralizar un país que los logros que tuvieron en sus demandas.

Explicó que solo en el caso de su empresa Riduco se dejaron de facturar unos $2 mil millones.

Para los industriales, el efecto de los paros, la demanda que se ha reducido en los últimos meses y hasta el impacto de los TLC llevan a pensar que definitivamente este año los resultados industriales terminarán siendo o muy bajos o incluso negativos, contra el leve crecimiento del 6% en producción que se tuvo el año pasado, y unas ventas que crecieron en el 4,4%.

En cifras

* 7,6% cayeron las ventas reales de la industria en Caldas en junio pasado.

* 59,5%, el indicador de la utilización de la capacidad instalada del sector industrial.