RICHARD AGUIRRE
LA PATRIA | MANIZALES
El campo de Colombia se tendrá que apretar la correa en el 2016 y deberá ingeniárselas para hacer más con menos recursos.
En un solo año, las opiniones cambiaron en torno al presupuesto para la agricultura del país, pues en el 2014 se calificaba como "histórico", por los $3,3 billones que tendría el campo en el bolsillo, pero hoy las definiciones son otras, debido a la reducción de $1,9 billones en los recursos, lo que representa un 42% menos que este año, es decir que el presupuesto para el 2016 será de $1,4 billones.
El exministro de Agricultura Rubén Darío Lizarralde señala que si el 2015 es complejo para el campo, con recursos, pero sin ejecución, el 2016 será un camino largo y tormentoso, que verá rezagado el desarrollo y la posibilidad de soportar un eventual postconflicto. "Es increíble que se afecte el campo que se había proyectado como una locomotora para impulsar la economía y el desarrollo del país", indicó.
Agregó que no tiene sentido que las perspectivas del campo se vean afectadas con menos recursos. "En un momento de devaluación extrema, nosotros estamos debilitando al sector que más puede aprovechar ese proceso de conquista de mercados internacionales", reflexionó.
Expertos consultados, señalaron que la reducción de los recursos agrícolas, además de traer crisis, generará mayor desempleo y desestimulación de la economía.
Para el secretario de Agricultura de Caldas, Ángelo Quintero, es ilógico que el Gobierno Nacional desestime la inversión agrícola y pecuaria para el próximo año, pues lo que buscan es que el sector se vaya en picada hacia la crisis que no ha podido reversar en las últimas décadas. "Lo que se debe hacer es mantener que el 2 por mil de ese 4 por mil que se cobra se destine al campo, como lo había ordenado el Congreso de la República", resaltó.
Quintero lamentó que la asitencia técnica, los procesos de exportación y los encadenamientos productivos de la región se verán afectados con la disminución de recursos.
En ese sentido, Mario Cardona, miembro de la Asociación de Usuarios Campesinos de Caldas, sostuvo que el recorte representa ampliar las brechas de pobreza en el campo, el analfabetismo y la desigualdad rural con la que vive el campesino. "No entiendo qué será austeridad inteligente. Uno se pregunta por qué no dicen que van a rebajar los gastos del Congreso, y la reducción siempre es para los más pobres", indicó.
Cardona criticó que la disculpa del Gobierno se enfoca en la reducción del precio del petróleo, pero que no se respetan las conquitas logradas por los campesinos en el 2013.
De acuerdo con el exministro de Agricultura, el Gobierno debería enfocar su mirada hacia el campo para convertir el sector en un polo de desarrollo, y cuestionó que pese a que la tarea se trazó durante el primer mandato del presidente Juan Manuel Santos, hoy eso quedó atrás. "Simplemente los subsidios que se entregan generan mediocridad y pierden la capacidad de competencia. Es una especie de contentillo", criticó.
El secretario de Agricultura de Caldas apuntó que los 280 mil campesinos caldenses sentirán directamente la ausencia de los recursos. "En cada municipio hemos tratado de desatrasar el abandono de 100 años que ha tenido el campo, y la tarea es continuar con ese proceso". Estas familias se ubican en 75 mil 380 predios rurales, según el DANE.
Lizarralde manifiestó que en vez de dar herramientas, le están poniendo el freno de mano al desarrollo del campo. "Estamos varando la locomotora agroindustrial", agregó.
El documento del Departamento Nacional de Planeación (DNP), publicado en octubre del 2014, sería la guía para formular políticas agropecuarias en Colombia, con el objetivo de saldar la deuda con el agro. Sin embargo, para el exministro Lizarralde, lo que está haciendo el Gobierno va en contravía del desarrollo, pues entre las líneas guías de la Misión se hablaba de la necesidad de fomentar un enfoque territorial participativo, concebir el desarrollo como un proceso integral, y promover el desarrollo rural competitivo, pero eso se está dejando de lado.
De acuerdo con Mario Cardona, de la Asociación de Usuarios Campesinos de Caldas, no se descarta la posibilidad de volver a las carreteras para manifestar el inconformismo del sector agrícola y pecuario del país. "Nosotros creímos que el Gobierno tendría como prioridad el campo, pero eso no está pasando", resaltó.
El exministro de Agricultura Rubén Darío Lizarralde destacó que las movilizaciones afectan directamente la dinámica económica del país, pero señaló que hay que hacer un llamado de atención al Gobierno. "Estamos echando para atrás, en vez de mirar hacia adelante", resaltó.
Para los consultados, el campo será la clave en un eventual postconflicto, pero la disminución de recursos debilitará cualquier amague de avance en ese sentido. Para el representante de la Asociación de Usuarios Campesinos de Caldas, en el campo se tienen que proyectar las visiones de paz en Colombia.
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