MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Susto de enfrentarse a un mundo diferente, a veces hostil y depredador; además someterse a recibir una baja remuneración, que no significa la recompensa a los años de esfuerzo e inversión familiar se traduce en lo que más piensan los jóvenes universitarios a la hora de imaginarse su primer empleo.
De ocho consultados, estudiantes de últimos semestres de universidades públicas y privadas en Manizales, cinco, que representa el 62,5%, sostiene que se imagina esta opción laboral fuera de la ciudad, algunos incluso hablan de otro país, pues consideran que la capital de Caldas no les ofrece lo suficiente.
Los manizaleños Juan David Escobar y Angie Martínez, compañeros de séptimo semestre de Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional, sueñan con su primer trabajo en Bogotá porque es donde está la mayoría de empresas de producción y hay más oportunidades laborales.
Juan David sostiene que cerca de la mitad de la gente que se gradúa sale a buscar trabajo a otras ciudades porque Manizales es pequeña para darle empleo a tanto estudiante y mantener el que ya está instalado. A la hora de pensar en el salario, ambos son conscientes que para empezar no pueden esperar mucho, así sea en Bogotá. Dicen que estaría entre $1 millón 500 mil y $2 millones porque desechan ocupar niveles altos al inicio. "Sería muy duro", sostiene Angie. "A los recién egresados nos ocupan como asistentes de algo. Ascender, y aquí en la ciudad, es más por influencias".
Juan David completa la idea, y con un poco de temor asegura: "A veces es frustrante saber de compañeros que fueron muy buenos estudiantes y terminaron trabajando en un call center. Sería muy bueno que le dijeran a uno si tendrá que salir a laborar en ese oficio para ir pensando en dejar la carrera".
Salir del país
En las universidades privadas el panorama no difiere mucho. Los estudiantes de octavo semestre de Publicidad, en la Católica, Luz Adriana Quiceno y Cristian Felipe Patiño también se ven desarrollando su primer trabajo en Bogotá porque hay mayores posibilidades. Aunque Luz Adriana también piensa en lo que brindan otros países como Brasil o algunos de Europa.
El argumento de encontrar empleo en Manizales solo si están en la "rosca o tienen padrinazgo político", también lo mencionan, lo que le resta posibilidades a la región para que los recién graduados se queden y la fortalezcan como ciudad del conocimiento.
Fuera de eso, Cristian Felipe señala que también hay mucha agencia publicitaria "de garaje" y que falta más regulación de las autoridades para evitar la informalidad, pero a la par hacen falta incentivos para que quienes se aventuran a crear empresa puedan mantenerse o se vuelvan grandes agencias, lo que demanda un alto capital.
El promedio de salario, según estos estudiantes, se mantiene entre $1 millón 500 mil y $2 millones para iniciar y dicen ser sensatos cuando hablan de que no pueden pensar en llegar a ocupar cargos altos o directivos, y que les tocará asumir como ejecutivos de cuenta mientras adquieren conocimientos y la experiencia que obliga el mundo laboral. Por eso resaltan la importancia de trabajar con gente de más edad que ellos, y muchos años de trabajo.
En la Universidad de Manizales Cristian Germán Montenegro, estudiante de noveno semestre de Medicina, sostiene que para él es muy importante, en su primer trabajo, la estabilidad económica y laboral, por eso piensa que lo ideal sería ubicarse en un centro asistencial donde tenga las herramientas necesarias para prestar el servicio a la comunidad.
A este joven, que vino de Ibagué a estudiar, también le gustaría conseguir empleo fuera del país, pone a Argentina como prioridad porque allí existe una especialización en ortopedia que es en lo que quiere concentrarse, pero también le parece bien quedarse en Manizales. "Me he dado cuenta que es una ciudad muy buena y lo que me ha ofrecido está bien. Ya conozco los centros de salud y los médicos y de esa manera uno puede relacionar mejor".
Cristian Germán es de los que sueña con un salario alto, entre $4 millones y $5 millones, pero dice que mientras uno trabaje como debe lo puede lograr aunque no tenga una especialidad. "Si trabajo en horario completo, mañana y tarde, incluyendo sábados, se puede lograr. Sería un trabajo muy exhaustivo, pero no me importa, de todas maneras es un proceso. Esto hace parte de la formación, el médico interno siempre será el que haga la mayoría de procedimientos porque es el que está aprendiendo".
Negativa a call center
Dedicar altas jornadas al aprendizaje es lo que se imagina con su primer trabajo David Alonso Osorio, estudiante de último año de Derecho en la Universidad de Caldas, lo ve posible, pero en una ciudad grande.
"Conozco amigos que han terminado carrera en otras universidades y les ha quedado duro empezar a trabajar acá. El estudio y el conocimiento de uno no están bien remunerados, un joven sale a trabajar después de estudiar cinco años, para ganarse $700 mil pesos y no es justo para nadie. Por lo general, a un abogado, para su primer trabajo le estarían pagando $1 millón 800 mil o $1 millón 500 mil. Se hacen concursos o convocatorias, pero finalmente al que nombran es al hijo del amigo del jefe. La política y el clientelismo siempre se han visto y todavía se manejan en Manizales".
Daniel Sebastián Ríos, compañero de estudios de David Alonso, no tiene todavía un trabajo soñado. Argumenta que la multiplicidad de áreas en las que se puede ejercer el Derecho determinarán en qué se puede ubicar laboralmente, incluso contempla la opción del litigio o ejercicio independiente de la abogacía. "Manizales me parece una plaza muy agradable; además, por las decisiones que se profieren en este distrito judicial".
Agrega que, por comentarios de egresados de Derecho, el tiempo promedio para conseguir trabajo está entre tres y cuatro meses, salvo algunas excepciones. Sin embargo, explica que la rapidez, muchas veces, es porque el trabajo que se consigue no es como abogado sino como asistente o auxiliar en distintos campos, ahí puede ser una remuneración inferior, pero que la gente lo acepta con tal de empezar a trabajar.
Para Daniel Sebastián, Manizales es una plaza complicada para obtener empleo de calidad. "El caso de los call center se ha convertido en una opción interesante para las personas de menos ingresos, pero para los que se han formado profesionalmente no es justo ni se compensa con el esfuerzo hecho. Sin duda los call center es mejor que estén, porque han generado una oferta de trabajo importante, incluso para universitarios que pagan sus carreras o sostienen a sus familias con lo que allí devengan, pero no para lo que se quisiera fortalecer en la ciudad desde el punto de vista laboral".
Irene Mejía, gerente de la Andi seccional Caldas, asegura que las empresas locales buscan tener practicantes universitarios y del Sena, no solo de los que están acá sino de los que salieron de la ciudad con el fin de repatriarlos.
"El inconformismo de los jóvenes hay que mirarlo de lado y lado. Muchos de ellos, cuando salen a trabajar, creen que pueden acceder a cargos altos y cuando se egresa de una universidad se tienen muchos conocimientos, pero no aplicables para lo que necesitan las empresas. Creo que en la ciudad hay buenos empleos y con buenos salarios, a veces me encuentro con que se imaginan ganándose mucho y prefieren otras ciudades, pero deben tener en cuenta que por fuera el costo de vida es más alto".
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