El arte de negociar libros

JOHNNY GUTIÉRREZ

LA PATRIA | MANIZALES

Un manizaleño lee en promedio 5,8 libros al año. Manizales es la ciudad del Eje Cafetero donde más se lee, según la Encuesta Nacional de Lectura 2017.

Además, en la capital de Caldas, en promedio, se leen 1,8 libros más que en Armenia. Esta cifra impulsa el negocio de las librerías.

Thomás David Rubio, de Libélula Libros y quien trabaja desde hace 11 años en la ciudad, dice que tener una librería es una vocación. "No vamos a andar en un BMW, pero sí vivimos bien y lo hacemos porque es una pasión", asegura.

Entre las actividades para mantener a sus clientes está conseguir los libros que cada usuario necesita. Si alguien llega a Libélula y no está el título que busca, Thomás se asegura de encontrarlo en donde sea posible, y si el cliente acepta, se lo tiene para los próximos días. "Si uno logra traer ese libro crea una emoción y agradecimiento en el cliente", comenta.

Pasión

Esa misma práctica la incluyen en Leo Libros, negocio que lleva cerca de 45 años en Manizales. Cristian David Orozco, administrador de la librería, asegura que al cliente no le importa pagar más por un libro que se consigue en otros países como Francia, China o Inglaterra. "Heredé el amor por los libros gracias a mi papá, pero como todo negocio es para sobrevivir, hay que buscar estrategias para que esto funcione".

No pasa todo el tiempo en Leo Libros esperando a sus clientes. Desde que el negocio se consolidó, van a colegios, universidades, ferias de libros, y ahora fortalecen su estrategia en redes sociales como Facebook. "Hacemos álbumes para que los clientes estén informados de los títulos nuevos", dice. Inclusive, tienen un libro de medicina que cuesta $2 millones 500 mil, pero aún no han encontrado el cliente que le compre.

Estrategias

Como las librerías no hacen sus libros, llegan a acuerdos con las editoriales para obtener los productos y las ganancias. Según explicaron libreros, por cada título vendido obtienen entre el 15% y el 30%, como máximo. "Muchas personas creen que nosotros somos quienes les ponemos el precio a los libros, pero no es así. Las editoriales estipulan el precio para el público", confirma Orozco

Reconoció que se han visto beneficiados porque las editoriales distribuyen ediciones de buena calidad, pero más económicas, y eso permite que las ventas aumenten.

Ana Muñoz, de Ágora Entretenimiento y Cultura, reconoce que en muchas ocasiones lo importante es entregarle el libro al lector, así no tenga mayor ganancia. "La satisfacción de conseguirle un libro al cliente es lo más importante", sentencia.

Además, con la intención de mejorar sus ganancias, también distribuye artículos de entretenimiento, música, lapiceros, agendas, entre otros productos.

Para Thomás Rubio, las librerías deben ser una costumbre. "Que nos visiten diariamente, semanalmente, o cada vez que les pagan. Eso hace que se fidelicen con uno". Agrega las librerías son lugar para hablar sobre nuevos autores, publicaciones alternativas, de literatura y para pasar momentos agradables mientras alguien se decide por un libro.

Es imposible leerlo todo, dicen los libreros consultados, pero a través de los lectores que los visitan, conocen acerca de otros libros y así pueden ofrecer una mejor asesoría a quienes los visitan.

Las librerías son el último eslabón en la producción de estos. Primero está el escritor, el editor y casas editoriales, fotógrafos o ilustradores y distribuidores.

En Colombia los libros no pagan IVA.

Libros leídos por personas en cada ciudadanos

Medellín. 6,8.

Bogotá 6,6.

Tunja 6,5.

Ibagué 6,1.

Manizales 5,8.

Neiva 5,3.

Popayán 4,9.

Bucaramanga 4,7.

Pereira 4,6.

Santa Marta 4,5.

Barranquilla 4,3

Armenia 4,0.