Juan Carlos Layton*
LA PATRIA | BOGOTÁ
Por lo menos el 42% del parque cafetero de Colombia, unas 400 mil hectáreas de las 948 mil 530 que se tienen sembradas, están afectadas el algún grado por el fenómeno de El Niño, lo cual ha perjudicado la calidad del grano.
El informe oficial lo presentó ayer el Centro Nacional de Investigaciones del Café (Cenicafé) ante el Comité Nacional de Cafeteros, luego de un estudio en campo en unos 5 mil predios cafeteros seleccionados de forma aleatoria.
El reporte indica que de esas 400 mil hectáreas, 157 mil tienen una afectación severa, generando granos de baja densidad o pasillas, conocidos como granos averanados.
Para los dirigentes cafeteros, el anuncio generó mayor preocupación, si se tiene en cuenta que el estimado inicial era que el daño solo llegaba a unas 90 mil hectáreas, cerca del 10% del total sembrado.
El nuevo estudio no solo evidencia que el problema es mayor, sino que confirma que los granos de baja densidad ascienden al 18,4%, en promedio en esta cosecha.
Incluso, del total de predios visitados, el 15% registró que alrededor del 30% de su café tiene problemas, aunque existen casos donde hay daños entre el 70% y el 81%.
A exportar pasilla
Esto condujo a que ayer el Comité Nacional, compuesto por los 15 representantes de los Comités Departamentales y los ministros de Hacienda, Agricultura, Comercio, Industria y Turismo, y Planeación Nacional tomaran dos medidas para mitigar el impacto.
La primera de ellas apunta a permitir la comercialización de cafés de diferentes calidades, incluyendo la exportación de pasillas, conocidos como de segunda o coproductos, manteniendo los controles fitosanitarios y de humedad del caso.
Aunque hasta hoy Colombia ha sido estricto en las exportaciones de café de primera de calidad, con el fin de mantener la imagen del grano y el reconocimiento de la prima internacional, el interés con esta medida es que ese tipo de café vaya a un mercado específico, teniendo en cuenta el interés de varias naciones en esos coproductos, caso México.
De acuerdo con el miembro principal por Caldas al Comité Nacional, Eugenio Vélez Uribe, la medida es positiva, pues aunque la oferta de ese café pasilla se demanda todo en el mercado nacional y no hay mucho espacio para exportarlo, el hecho de cotizarlo internacionalmente, permitirá que haya una mejor puja y, por ende, un mejor precio.
“Hay casos de países centroamericanos que están vendiendo este tipo de café 10 o 15 centavos de dólar por encima de lo que se comercializa en su país”.
Adicionalmente, se dejó claro que solo las exportaciones de café que cumplan con las normas de calidad que tradicionalmente se han aplicado para los despachos al exterior recibirán certificado asociado con el origen Café de Colombia.
Según Vélez Uribe, eso muestra que no se afectará la imagen nacional, pues se deja claro que son coproductos y se salvaguarda el posicionamiento del origen colombiano como grano de alta calidad en el mundo.
Variación de la tabla
La otra medida apunta a variar el sistema de compra, realizando los análisis de calidad, basados en la trilla y no en la metodología de almendra sana.
Se volvería a la antigua fórmula de compras por rendimiento, teniendo como base la cantidad de kilos de café pergamino que se necesitan para formar un saco de 70 kilos tipo exportación.
Hoy el promedio es de 90,11 kilos de café pergamino seco, pero con las actuales condiciones se aumentaría la base por cerca de 95 kilos, dependiendo de los promedios de trilla, con el fin de no castigar tanto al cafetero en el precio.
Aunque no se dejó especificado en las medidas que anunció la Federacafé, en el Comité Nacional también se plantearon ayudas en fertilizantes.
El Ministerio de Agricultura aportará las 14 mil toneladas de fertilizantes que importó, llamado triple 15, y que aún están en bodegas en Santa Marta, pues no se han podido utilizar, debido a que necesitan otros componentes para mezclarlos.
Por esta razón, la Federación de Cafeteros compraría unas 16 mil toneladas adicionales de otros químicos, con recursos del Fondo Nacional del Café. Con esas 30 mil toneladas, el compromiso es que se le regale un bulto al cafetero afectado por el verano, con la condición de que compre otro y haga las mezclas necesarias.
El objetivo es que las medidas se adopten cuando antes, pues a pesar de la buena producción que estima este año Colombia, de unos 13,5 millones de sacos, también queda claro el impacto que tendrá en el precio por una menor calidad.
18,4% el promedio del café con problemas en los predios que estudió Cenicafé.
Hay predios donde los cafés pasillas oscilan entre 70% y el 81%.
* Por invitación de la Federación Nacional de Cafeteros.
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