JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
La economía colombiana debe sortear obstáculos que aún tiene para crecer y superar lunares como el alto índice de desempleo.
La reflexión se escuchó durante el Seminario Macroeconómico Regional, organizado por la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), con el apoyo de la Cámara de Comercio de Manizales y la Universidad Autónoma de Manizales.
La primera alerta la mostró el reciente informe del DANE sobre el crecimiento del país en el primer trimestre del año, con una tasa del 2,8%, por debajo de los pronósticos y de las expectativas del Banco de la República, que alcanzó a avizorar un índice del 3,2% y del 3,4% de ANIF.
Según los analistas, al nuevo Gobierno le tocará asumir varios retos, que incluyen la necesidad de una reforma pensional y tributaria, pese a la complejidad de lograr otra reforma ante el Congreso.
Para los expertos es compleja la crisis política que enfrenta el país y de paso le pone palos en la rueda para enderezar el rumbo económico, en el que todavía hay varios retos.
De cal y arena
Sergio Clavijo, presidente de ANIF
El repunte del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,8% en el primer trimestre es un significativo salto frente al 2,0% del mismo trimestre del 2018. Sin embargo, nos quedamos cortos, con particular preocupación en el sector de la construcción. Preocupa el desplome de los precios del petróleo, por debajo de los 70 dólares por barril, lo que no es bueno para el sector minero-energético. Lo que más nos preocupa es el escalamiento del desempleo, explicado por la presión de inmigrantes venezolanos, mal contados 2 millones, de los cuales el mercado colombiano ha logrado absorber la mitad. La devaluación del peso, por encima de los $3 mil 300, se han convertido en una buena noticia para algunos exportadores, incluyendo el café. El Gobierno ha tenido serias dificultades para focalizarse en el mayor recaudo tributario, no se logró en la expansión del IVA del 19%, se equivocó al excederse en la baja de la tasa corporativa y en el reconocimiento de devoluciones de IVA por importaciones de maquinaria, pues en vez de recaudar un punto del PIB, va a perderlo. La tiene difícil para presentar otra reforma que enmiende la caída en el recaudo y preocupa la crisis política. Nuestro pronóstico de crecimiento es del 3,3% para el 2019 (en el 2018 fue del 2,5%).
Una mezcla entre buenas y malas noticias
Jorge Toro, asesor del gerente del Banco de la República
La economía no está llegando al nivel de crecimiento que se tenía previsto y aunque de los 12 sectores productivos que se midieron 11 tuvieron un incremento positivo, la construcción tuvo un decrecimiento, en especial el de vivienda. La reducción de las tasas de interés del Banco de la República estimuló el crédito, y el consumo de los hogares creció 4,2% en el primer trimestre. La economía del 2019 sigue en un período de transición, aunque hay una dinámica importante en el sector de la minería, la industria y las actividades de servicios públicos. Aún hay muchos riesgos como la guerra comercial entre China y EE.UU, porque frenaría nuestras exportaciones. También hay aspectos que aún son abstractos, caso la inversión extranjera directa, que llega al país siempre y cuando haya un buen nivel de estabilidad. Hoy podemos decir que hay estabilidad macroeconómica, con un sistema financiero fortalecido, tasas de interés bajas que estimulan el crecimiento del crédito y una tasa de inflación baja (3,25% al año) que da seguridad para endeudarse. Entre lo más negativo que vemos están las tasas de desempleo que históricamente vuelven a estar en un rango alto.
En el borde de la navaja
José Leibovich, director investigaciones económicas de Federacafé
Este puede ser un ligeramente en rojo para el sector cafetero, aunque no es homogénea para toda la caficultura, caso en las regiones del Huila, Cauca o Nariño donde no hay crisis, porque es una caficultura con una estructura de costos diferente y la mano de obra familiar genera un respiro. Además han hecho un esfuerzo grande en conectarse con compradores y pequeños tostadores en la costa oeste de Estados Unidos, en el Japón, en el norte de Europa que ya tienen relaciones directas con productores. El precio de referencia para el sector cafetero no es bueno (ayer cerró en $750 mil por carga de 125 kilos), aunque gracias a la tasa de cambio estamos en el borde, un 25% mejor que en el 2013. No es la mejor situación, pero tampoco la más compleja. El sector tiene que ponerse en la tarea de mejorar sus niveles de productividad. Hoy está en promedio en 18 sacos de 60 kilos por hectárea y si se puede llegar a 21 sacos sería muy bueno, aunque no todas las regiones lo pueden hacer. En el caso de costos de recolección hay un paquete tecnológico que está disponible, y aunque nos cuesta cambiar, es necesario comenzar a hacer el esfuerzo para no estar en el filo de la navaja.
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