Los congresistas reiteraron la necesidad de hacer parte de la llamada comisión de alto nivel que mencionó el Gobierno para estudiar de fondo la situación de la caficultura nacional y tomar decisiones que hagan viable esta actividad en el largo plazo. Aseguraron que no solo los cafeteros se pueden adjudicar el derecho de hablar de un tema tan complejo que incluye unas 500 mil familias en todo el país, motivo por el cual en las discusiones deben estar tanto cafeteros, como los dirigentes políticos que hacen parte de una región cafetera y los cultivadores de base. Sostuvieron que esperan que el Gobierno traiga buenos anuncios en el encuentro del próximo miércoles en Chinchiná y que ojalá el evento no se vaya a convertir en un espacio mediático.
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