JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
Un nuevo debate se volvió a generar entre el sindicato industrial o de base de la Industria Licorera de Caldas (ILC) y la administración de la destilería, por cuenta del alcohol tafia que se tiene que comprar para producir ron.
Mientras Sintrabecólicas mantiene sus reclamos por la falta de esta materia prima, que debe embarrilarse y proceder a añejarse para la futura producción del Viejo de Caldas, según la gerencia se trata de hacer un estudio juicioso y mirar los proveedores potenciales con el mayor cuidado.
La nueva tarea de comprar alcohol se produce después de que la ILC optó en marzo pasado por parar su planta de destilación, para la fabricación de tafias y alcohol para aguardiente, debido a los problemas ambientales que generaba.
Las compras de alcohol extraneutro para producir aguardiente Cristal ya se hicieron. La ILC confirmó la adquisición de 305 mil litros de alcohol a la empresa ecuatoriana Sociedad de Destilación de Alcoholes S.A. (Soderal), más otros 2 millones de litros que estaban en proceso de entrega.
En el caso del alcohol tafia se recibieron las primeras muestras de Bolivia, del ingenio Guabirá, para producir el Viejo de Caldas, pero según la propia ILC, aún no hay decisiones de compra.
Problemas en barriles
Según Víctor Bustacara, fiscal de Sintrabecólicas, el problema se debe a que a medida que se desembarrila el ron, se debe iniciar un nuevo proceso de llenado para añejar un nuevo alcohol y obtener ron en los próximos tres o cuatros años.
En su concepto, el mayor riesgo es porque los barriles podrían dañarse, debido a que no pueden pasar más de 20 días vacíos. Luego de este tiempo se desajustan. "Hasta el momento seguimos desocupando, pero no hay nada qué echarles".
Sus cuentas indican que a la fecha se han vaciado 1 millón 880 mil barriles, y cuando se compre el alcohol tendrán que incurrir en nuevos gastos para comprar nuevos barriles, lo que se podría configurarse como detrimento patrimonial.
"Enviamos un derecho de petición preguntándole al gerente qué pasará con esos barriles y la respuesta que nos da es que en su momento se toman las decisiones del caso. Pero ¿quién va a responder por lo que esto le cuesta a la empresa?", se pregunta.
No habrá daños
El gerente de la destilería, Jorge Iván Orozco Hoyos, reconoció el proceso de desembarrilado, pero explicó que esto no genera ningún problema y que se están tomando el tiempo requerido con el alcohol tafia. "La producción, tanto de aguardiente como de ron está garantizada, y estamos consiguiendo el alcohol".
Contrario al sindicato, sus cuentas indican que con la materia prima de tafias que tiene la destilería se tienen reserva para más de 40 años.
Con respecto a los barriles y al riesgo de que se dañen, Orozco Hoyos aseguró que estos pueden resistir entre tres y seis meses.
Frente a las compras, insistió en que siguen haciendo análisis con los mismos proveedores de Bolivia (Guabirá), Ecuador y Colombia.
La expectativa es que antes de un mes se tengan resultados de la compra. "En eso estamos, pero hasta que esas tafias nos nos garanticen las características físico-químicas y organolépticas, no podemos tomar alguna decisión", aseveró.
La frase
"Seguimos analizando las propuestas de las diferentes plantas y tomándonos el tiempo necesario para la compra de alcohol. No hay afán y mientras tanto vamos a seguir desembarrilando".
Gerente ILC, Jorge Iván Orozco Hoyos
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