Comienza el cambio

Seidel Arango a la Licorera de Caldas es el tercer gerente este año, el quinto en dos y el séptimo en los últimos seis años.  El gobernador y él mismo reconocen que tendrá que ser una tarea definitiva para tratar de enderezar su rumbo financiero y comercial de la empresa. En diálogo con LA PATRIA, los representantes de Sintrabecólicas, Sintraemilc y Sinaltralic, Víctor Bustacara, Jaime Yepes y Nancy Elena Noreña, plantearon sus expectativas ante la llegada de Seidel Arango. Del saliente, Miguel Trujillo Londoño, resaltaron su honestidad y deseos de acertar, pero consideran que perdió credibilidad.

Jaime Yepes, presidente Sintraemilc
Nos halaga que llegue el nuevo gerente, ante su experiencia en EPM. En mi concepto, no se trata de hacer una persecución laboral, sino de trabajar unidos, y sacar adelante una empresa y unos productos con mucha tradición. La ILC no es una cueva de ladrones, tiene personas con un alto nivel profesional y conscientes de su trabajo. El fuero sindical fue una necesidad temporal ante tanta persecución política, pero no hay un cartel de fueros, es un mecanismo jurídico que se puede utilizar. No podemos estar cambiando gerente cada tres meses, por lo que ya es hora de acertar.

Víctor Bustacara, fiscal Sintrabecólicas
Esperamos que sea el gerente definitivo, por lo menos de esta administración. También, que haga un análisis real de la situación de la empresa para tomar decisiones de fondo. Entregamos unas propuestas donde planteamos aspectos como la planta personal, la producción y cómo salir del atolladero. No es la verdad revelada, pero esperamos que, si estamos equivocados, nos lo demuestren con acciones. El nuevo gerente conoce la empresa y ha sido una persona exitosa. Ojalá el tiempo no lo haya cambiado. El gerente saliente era transparente y honrado, pero perdió confianza.

Nancy Elena Noreña, presidenta Sinaltralic
Es un ejecutivo brillante y con una experiencia exitosa. Esperamos que le vaya muy bien, porque tiene el reto más grande en su trayectoria profesional. Es una realidad difícil, pero todo dependerá de su intención, de si viene con un impulso privatizador o quiere hacer una gestión eficiente, en bien del desarrollo del departamento. No se puede hablar de que en la ILC haya un cartel de fueros y de sindicatos, pues muchos nacieron al no sentirse representados en otros. El gerente saliente cometió muchos errores, le faltaba experiencia, pero es muy grave la falta de continuidad.

El dato
253 trabajadores tiene hoy la ILC, de ellos 237 oficiales y 16 empleados públicos, de libre nombramiento y remoción.