JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA| MANIZALES
¿Qué tan preparado está el país para soportar otro apagón?
Aunque el presidente Santos continúa incentivado a los colombianos para ahorrar energía y evitar llegar a las últimas consecuencias, algunos empresarios, gremios y comerciantes temen por un fenómeno similar al que se presentó entre1991 y 1992.
Aunque algunos expertos consideran que la situación dista mucho a la de hace 24 años, cuando el país registró unas pérdidas estimadas en unos $12 billones,la incertidumbre persiste entre los diferentes sectores económicos del país, con respecto a si se tendrá que llegar a lo que han denominado racionamientos programados. Todo apunta a que mañana el presidente Juan Manuel Santos destape sus cartas y le diga claramente al país si se tiene que llegar a esta opción.
Tampoco se sabe cuál podría ser ese impacto y qué cuota de sacrificio tendrían que aportar las empresas, las instituciones y el sector residencial.
Pese ello, los comerciantes de las velas, linternas, plantas eléctricas, estufas a gas y de petróleo comenzaron a prepararse, teniendo en cuenta que tanto los empresarios, como las amas de casa ya estudian un plan B, en caso de que la situación pase a mayores.
En oferta
De acuerdo con el presidente de la empresa de Gestión Energética (Gensa), Orlando Micolta González, el riesgo de un posible racionamiento es muy alto, pues aunque el país ha respondido y dado señales de ahorro, todo evidencia que la situación no es suficiente, ante un ahorro que rodea el 5%, pero un nivel de embalses de agua que solo están en cerca del 25% de capacidad.
A esto se suma que plantas térmicas como Paipa IV, generadoras a base carbón, han presentado algunas fallas, ante los altos niveles de exigencia que se presentan. "Este tipo de situaciones son insalvables, y ante una capacidad de embalses tan bajos, más el ahorro que no ha sido suficiente, indudablemente es inminente el riesgo de que por lo menos haya unas horas de racionamiento programado, lo que podría activarse a partir de esta semana", destacó.
Empresas como el almacén La Pipa, destacan que las estufas a gas y lossartenes para el arroz comenzaron a estar entre los productos más solicitados, en reemplazo de las ollas arroceras. Esto llevó a que su demanda pasara de una o dos estufas diarias a casi 12.
En la cacharrería Los Cristales, Rubén Gómez, administrador del negocio, destaca la continua demanda de linternas, desde los $5 mil y hasta los $25 mil,dependiendo si son de pilas o solares, además de las caperuzas o lámparas que alcanzan los $21 mil. "Aunque son elementos muy comunes que demandan las personas, en especial del campo, preguntan continuamente por ellas, tal vez por la actual situación", destaca.
Plantas, a todo vapor
En almacenes como Homecenter y Casa Édison las consultas por las plantas o generadores eléctricos se incrementaron en los últimos días en casi el 10%.
"Aunque aún no hay compras efectivas, pues las empresas siguen esperando a ver qué pasa, la gente sigue llegando para saber qué tipo de equipo necesita, cuál es el costo que tiene y la generación de energía de las mismas. Por ahora son muchas las dudas que tienen y muchos llegan mal informados", asegura la vendedora María Eugenia Gómez, de Casa Édison.
Destaca que la gente también se acerca para cotizar, teniendo en cuenta que tanto por efecto del dólar como por la actual situación, ya se registran incrementos de precios de hasta el 30%.
En la fábrica manizaleña de velas la Gran Luz, Elsa Buitrago, su administradora, reconoce que hasta ahora la demanda continúa normal y por ahora son pocas las consultas.
Pese a ello, reconoce que la empresa ya estudia la forma de aumentar la producción, teniendo en cuenta que los apagones podrían estimular aún más las cenas románticas y los encuentros familiares.
El impacto empresarial
La pregunta de algunos empresarios es ¿cuál será el efecto real y qué tan preparado está el país para esta situación? Para empresarios como Germán Olarte, representante del Grupo Siteco, aunque no está definido cómo será este tipo de racionamientos, es evidente que el sector empresarial sufrirá varias pérdidas, en especial las pequeñas y medianas que tendrán que bajar su producción, al tener que apagar varios equipos que trabajan las 24 horas, y que apagarlos y prenderlos termina siendo más oneroso y dañino para los equipos. "Recuperar el tiempo que se pierda es muy difícil, porque ya no habría forma. Lo que se deje de producir difícilmente se recuperaría, con un impacto fuerte para las empresas y la economía del país", resaltó.
Un concepto similar plantea el sindicato del sector eléctrico Sintraelecol, queteme por el aumento en los despidos de personal, ante ese freno del aparato productivo.
Hay un parte de tranquilidad. De acuerdo con el gerente de Chec, Jhon JairoGranada, hay que tener en cuenta que hoy el país tiene unas condiciones económicas diferentes, con un racionamiento que seguramente será menor, enfocado principalmente al sector residencial.
También confía en que que hoy ya existen muchos cogeneradores o plantas pequeñas que podrían mitigar la demanda de energía.
Pese a ello, para Olarte, hay que tener presente que si bien muchas empresas grandes podrán hacer uso de ese plan B y cubrir parte de esas necesidades, en el caso de Manizales el 80% de las empresas son medianas o pequeñas, con menor capacidad para invertir en grandes equipos. "Por esta razón nos toca pegarnos ya de los santos, pero no del que tenemos de presidente, pues esto demuestra que hubo mucha improvisación", resaltó.
Sin embargo, la Asociación Colombiana de Energía (Acolgén) también confía en que no haya racionamiento.
Ángela Montoya Holguín, presidenta de este gremio, sostiene que el ahorro de energía, la entrada en funcionamiento de la central de energía Termoflores, en Barranquilla, y la obtención de agua de la represe Guatapé, comenzaron a mitigar el impacto.
Se suma el anuncio del Ideam, con respecto a que en las dos primeras semanas de este mes se mantendrían las lluvias en el país, mejorando el bajo caudal de los embalses.
"Obviamente no somos quienes tomamos esas decisiones, pero vemos una situación mejor que en las semanas pasadas, por lo que somos moderadamente optimistas", confió.
¿Improvisación?
El temor que hoy persiste tiene que ver con la llamada curva de potencia o capacidad para suministrar la energía las 24 horas del día. Según Chec, los picos de esa demanda oscilan entre las 10:00 a.m y 12:00 m y entre las 6:30 y las 9:00 p.m. El riesgo es que no haya suficiente potencia para esa demanda nocturna y comience a fallar los circuitos ante esa condición de estrechez.
A la pregunta de si el país está nuevamente improvisando, según el gerente Chec hay que reconocer que han habido fallas en la regulación, pese a que destaca el país está mejor preparado.
Un concepto diferente tiene el presidente de la Andi, Juan Eduardo Zuluaga Perna, quien insiste en que es necesario entender que las economías nunca están preparadas para un fenómeno de estas condiciones. "Qué tanto va a ser el costo, eso dependerá de qué tan complicado sea ese racionamiento y qué tanto afectará al sector productivo. Por eso hay que tener claridad de cómo va a ser, cuántas horas y en qué lugares", resaltó.
No obstante, asegura que el racionamiento de hace 24 años fue más desorganizado y por esta razón pareciera que esta vez la situación no será tan delicada. "Pero en todo caso el costo para el país se tendrá. Es imposible que se haga un racionamiento de energía y que esto no vaya a tener un costo tanto económico, como en materia de empleo", aseveró.
Según la presidenta de Acolgén, lo que sí se debe tener claro es que el país nunca volverá a tener un apagón como el de 1991-1992. "Eso está totalmente descartado", insistió.
Las dudas persisten y solo esta semana podría saberse si habrá racionamiento o no.
Generación
En condiciones normales la energía que se genera en Colombia es proveída en un 75% por la energía hidráulica y un 25%, térmica. Con las actuales condiciones de El Niño, la generación térmica, a base de gas o carbón, están suministrando el 51% de la energía y el 49% la hidráulica. El pasado jueves, se llegó a la cifra récord en la canasta de energía, con el 55% de térmica, contra un 45% de energía hidráulica.
Los precios
* Los precios de las estufas de gas de dos puestos rodean los $47 mil, un aumento cercano al 10%.
* Las estufas a gasolina de un puesto cuestan $104 mil. Subieron un 16%.
* Las plantas de energía oscilan entre los $380 mil, de baja potencia, hasta los $2 millones 380 mil y $5 millones 800 mil. Subieron un 30%.
* Las linternas oscilan entre los $5 mil y los $25 mil. El precio es estable.
* Las velas van desde los $200 hasta los cirios de $12 mil. Precio estable.
Empresas como la Gran Luz estudian el aumento de producción de velas, ante los posibles racionamientos programados, en especial en el sector residencial.
Tanto la venta como el alquiler de plantas eléctricas se puso de moda con el actual fantasma de un apagón.
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