Comercio religioso siguió frenado en Chinchiná en Semana Santa

JULIÁN GARCÍA

LA PATRIA|MANIZALES

Los comerciantes informales de Chinchiná se quejaron de un descenso en sus ventas cercano al 40% con respecto al 2019. Aunque destacan que pudieron volver a las calles y tener mejores resultados que en el 2020 y el 2021, aseguran que esta vez el costo de varias materias primas y de algunos artículos religiosos incidió sus precios.

También se quejan de que la Administración Municipal le cobró $39 mil a cada vendedor por los tres días de ocupación del espacio público, desde el miércoles hasta el sábado santo. Además, debían invertir $70 mil en materiales de construcción, como madera y zinc para hacer las casetas.

Francisco Javier López dice que lleva 40 años vendiendo artículos religiosos, pero que esta vez le quedó más, por la situación económica de la gente. "El poder adquisitivo mermó un poco con la pandemia. Antes había familias que invertían hasta $200 mil en objetos religiosos, hoy solo destinan unos $50 mil", lamentó el comerciante.

Hernando Pescador, también lamentó que aunque este año pudo invertir $2 millones en su negocio, las ventas bajaron en un 40%, en comparación con las del 2019".

A quienes sí les fue bien fue a los vendedores de iraca, ya que manojo lo vendieron entre $2 mil y 5 mil, por lo que muchos tuvieron ganancias de entre $200 mil y hasta 500 mil.

En medio de este descenso, los vendedores resaltaron que pudieron volver a las calles a ofrecer sus productos, ante la serie de eventos presenciales, por lo que los comerciantes de dulces y comidas sí tuvieron un mayor repunte.

Alrededor de 10 mil personas ingresaron a Chinchiná para el evento religioso. Algunos hoteles registraron una ocupación del 100%, los restaurantes aumentaron sus ventas en un 30%.