MIGUEL ORLANDO ALGUERO
LA PATRIA | MANIZALES
La pandemia del coronavirus resaltó algunos oficios y trabajos en la ciudad, tanto por su importancia a la hora de invitar a los ciudadanos a que se queden en casa como por la puesta en marcha de los protocolos de bioseguridad.
En las rutinas de las personas se hicieron necesarias las labores de domiciliarios, personal de limpieza, porteros y vigilantes, comerciantes de revuelterías y empleados de puntos de envíos y mensajería.
LA PATRIA les presenta cinco historias sobre estos oficios que se destacan en Manizales.
Vigilancia con control
Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA
Argemiro Escobar es auxiliar de parqueadero y guarda de seguridad de un local del Centro de Manizales desde hace 7 años. Comenta que por la pandemia su labor cobró importancia porque asumió el control de la higiene de quienes salen e ingresan al negocio. “Toca fumigar a la gente, clientes, personal y proveedores. Todos estamos en riesgo y más nosotros que nos relacionamos con muchas personas. Debemos estar pendientes de que se cumplan los protocolos de bioseguridad”. Argemiro añade que el virus se enfrenta con colaboración y autocuidado.
Limpieza diaria
Diana Carolina Atehortúa trabaja en el personal de limpieza de un supermercado. Dice que antes asaba los pollos, pero que por la cuarentena empezó a desinfectar el local. “Comienzo por los baños, luego sigo con quienes entran y, por último, sigo con los compañeros, al igual que los elementos de trabajo. Este oficio es importante para cuidar a los demás y mantener desinfectados los alimentos y espacios”.
Disponibilidad al usuario
Sandra Milena Riaño labora desde 11 años en un punto de mensajería y envíos. Considera que por la pandemia del coronavirus su trabajo es más exigente por las normas de salubridad e higiene. “El día a día es duro porque hay riesgo de contagio. Pero nuestro trabajo es necesario para que las personas puedan reclamar los subsidios del Gobierno, enviar dinero a sus familiares, pagar facturas o reclamar alguna encomienda. Nos toca ser precavidos y cuidarnos entre todos”.
Hasta la puerta de su casa
Iván Velásquez pasó de laboral como celador, porque se quedó sin trabajo por la pandemia, a ser domiciliario de una plataforma electrónica. “Desde hace más de un mes estoy en esta labor y es una experiencia de exigencia para cumplir las medidas de higiene y seguridad que dispuso el Gobierno. Nosotros somos el puente entre el restaurante y el cliente para que este no salga de su casa y corra menos riesgos. Es llevarle hasta la puerta de la casa lo que pide y necesita”.
Alimentos para subsistir
Francisco Serna es el administrador de una revueltería en Manizales, el local lleva 15 años en el mercado. Con sus empleados laboran a media marcha, como él dice. “Este negocio es importante porque la gente necesita alimentos para subsistir y por eso salen a buscar frutas y verduras. Ahora implementamos el domicilio para que las personas se queden en casa y no se expongan a contagiarse, mientras nosotros trabajamos para llevar el sustento a nuestros hogares. Invitamos a las personas a protegerse y cuidar a los demás porque falta orden y disciplina”.
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