JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
El departamento de Caldas y su capital, Manizales, no solo reportaron mejor ocupación, mayor calidad en el empleo y menos brechas de género, sino que también se evidenció el mayor envejecimiento de la población.
Así quedó demostrado en el rediseño de la Gran Encuesta Integrada de Hogares 2018 del DANE, donde Quindío, Caldas y Risaralda están en la cabeza con mayor participación de personas adultas mayores frente al resto del país.
Durante su visita a Manizales para presentar los resultados de la Encuesta de Percepción Ciudadana 2021 que realiza Manizales Cómo Vamos, el director Departamento Nacional de Estadística, Juan Daniel Oviedo Arango, insistió en la necesidad de revisar estos factores estructurales y los cambios evidentes que se tuvieron en la composición demográfica, frente a las proyecciones que se tenían con base en el censo del 2005.
Tendencia
Según Oviedo, aunque dicha tendencia viene desde la década de los 70 y 80, con la bonanza cafetera y el mejoramiento de ingresos, esto es el reflejo del nuevo desafío que tiene Colombia, pues se estima que al 2049 se empezará a tener un mayor crecimiento de su población dependiente o que demanda cuidado frente a la que labora. En el caso de Caldas sería antes, hacia el 2028 o el 2029, lo que significa el reto inmediato de pensar en una equidad intergeneracional.
Hoy dicha tasa global de fecundidad del país está incluso por debajo de la conocida tasa de reemplazo, concepto intuitivo que indica que cada mujer debe tener, como mínimo, su reemplazo y quien la apoya. Hoy ese indicador está por debajo de ese estimado de 2,1 puntos. Incluso en Caldas el dato es peor, pues mientras en el país el volumen de nacimientos entre el 2015 y el 2021 se redujo en el 7,8%, en Caldas fue del 19,3%.
"Eso significa que además del envejecimiento demográfico propio y de la ausencia de recomposición familiar por la migración de jóvenes y niños a otras ciudades del país, las mujeres en Caldas, en la medida que son más educadas y más involucradas al mercado laboral, están postergando sus decisiones de fecundidad". El efecto es tan alto, que mientras en el país se reportaron 12 nacimientos por cada mil habitantes en el 2021, en Caldas fue de 8 por cada mil.
Los retos
Después de revisar su informe de 385 páginas, bajo el título La información del DANE en la toma de decisiones regionales, el director destacó que los indicadores, en general, muestran un parte positivo, pero advirtió sobre la importancia de revisar más a fondo esos desafíos del envejecimiento demográfico. "Por eso es vital reflexionar profundamente en cómo la ciudad se puede recomponer a la hora de pensar en su mediano plazo, en cómo apostarle a ser un clúster de ciudad universitaria y a promover desarrollos inmobiliarios de segunda habitación para que las personas de clase media y adultas mayores puedan migrar al departamento a pasar su vejez", planteó.
Sí destacó que Caldas tienen una ventaja importante al tener un mayor mercado laboral formal, lo que permite pensar en la mayor participación de adultos mayores con pensión, por encima de la población del resto del país.
Todo esto se suma al reto de mejorar el encadenamiento agroindustrial, como clave para que la región deje la dependencia del comercio. "Son preguntas importantes que pueden llevar a que tengamos un departamento más sostenible, intergeneracional y, al mismo tiempo, utilizar su potencial cafetero de forma más productiva, rejuveneciendo su mano de obra y el resto de actividades agropecuarias que lideran en Caldas", indicó.
Aunque el informe demuestra que hoy se sigue en deuda con el empleo que se tenía en el 2019, año de prepandemia, el informe destaca una recuperación y consolidación en materia laboral. Tanto así, que entre enero y diciembre del 2021, Manizales reportó unos 173 mil empleos, 7 mil más que en el 2020, cuando se generaron 166 mil puestos. Sin embargo, aún se está por debajo del 2019, cuando el número de empleados era de 186 mil. Para Oviedo Arango, los resultados son positivos, si se tiene en cuenta que solo en el último trimestre del 2021, ya se veía una tasa de desocupación del 9,3% en Manizales, inferiores a las tasas antes de la pandemia, del 12,5%. "Eso significa que en la reactivación y, sobre todo, en los últimos meses del 2021, el desempeño del mercado laboral de Manizales fue muy positivo y, seguramente, va a continuar en este ejercicio de reactivación a lo largo del 2022".
Aunque el factor de brechas de género persiste, en Caldas hubo un mayor descenso, acompañado de un mayor nivel de educación en las mujeres y una mayor propensión a la formalidad. Según el informe de la Gran Encuesta 2018, mientras la tasa de ocupación de los hombres en Manizales pasó del 17,6% en el 2020 al 13,7% en el 2021, un descenso de 3,9 puntos porcentuales, en el caso de las mujeres pasó del 22,8% al 15%, una reducción de 7,8 puntos. En la medición de todo Caldas fue similar en los mismos años. En hombres pasó del 11,7% al 9,4%, unos 2,3 puntos menos y en mujeres, del 24,1% al 15,3%, 8,8 puntos menos. Para el DANE esto se debe a que Manizales, además del sector manufacturero, tiene otras actividades profesionales en salud, educación, científicas y técnicas y apoyo a servicios administrativos, sumado a la oferta laboral en los centros de contacto, que generan más oportunidades para trabajar.
Caldas hoy aporta el 1,7% del Producto Interno Bruto (PIB) del país y representa el 7,3% de la región, incluyendo Antioquia, Risaralda, Quindío, Tolima, Huila y Caquetá. Según Oviedo Arango, esto lo que evidencia es la necesidad de buscar fuentes alternativas de ingresos y de empleo, pues se convierte en una apuesta para mejorar las condiciones de vida de las personas adultas mayores y en general de toda su población.
Manizales y Villamaría pasó de tener 2 de cada 100 personas en condición de pobreza extrema a 8 de cada 100, entre el 2019 y 2020. Esto equivale a pasar de 8 mil personas en situación de hambre a unas 34 mil. La parte positiva, según el director, es que los ingresos de los ocupados crecieron entre el 2019 y 2021 en el 13,8%, lo que significa que mientras en el 2019 una persona tenía la posibilidad de generar $1 millón 180 mil al mes, hoy es de $1 millón 340 mil al mes.
Esta inclusión fue una apuesta nacional desde la perspectiva ética, teniendo en cuenta que las estadísticas oficiales son una plataforma vital para visibilizar las minorías que históricamente han sido invisibles o discriminadas, por lo que también se tuvieron en cuenta a las personas en condición de discapacidad y las poblaciones étnicas, explicó.
El director del DANE, Juan Daniel Oviedo, explicó las dudas y cambios que se generaron con el nuevo marco conceptual 2018, donde Armenia, por ejemplo, pasó de ubicarse entre las zonas del país con mayor desocupación del país (17,2%, entre enero y diciembre) a tener la menor desocupación, del 9,4% entre noviembre del 2021 y enero del 2022. Un fenómeno similar pasó con Barranquilla, que pasó de tener el segundo menor desempleo (10,3%) entre enero y diciembre del 2021, a convertirse en la novena ciudad con mas desocupación (14,2%). Para el funcionario, los cambios se debieron a la nueva composición de ciudades, a la medición de mayor población frente a lo que proyectó el censo del 2005 y a tener un mejor tamaño de la muestra, hechos que no afectaron a Manizales. En Barranquilla sí se incluyeron unos barrios donde se concentra una situación de pobreza, que antes no se registraba, y en Armenia, unos desarrollos urbanísticos de clase media, que no se habían tenido en cuenta y que evidencian el impulso laboral.
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