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1.573 hectáreas en café ha perdido Caldas durante el último año. Esto equivale a casi todo el área que se cultiva en Villamaría y es casi la cuarta parte de lo que se tiene sembrado en Manizales, que alcanza las 6 mil 583 hectáreas.
Según el Sistema de Información Cafetera (Sica), en el 2016 todo Caldas tenía 72 mil 366 hectáreas sembradas. Este año bajó a 70 mil 793 hectáreas. Las cifras son más preocupantes, si se tiene en cuenta que en el 2012 eran unas 80 mil.
Estos hechos llamaron la atención del Comité de Cafeteros de Caldas, que desde enero pasado planteó la necesidad de enfocarse en recuperar las áreas perdidas, después de que varios agricultores optaron por cambiarse a nuevos cultivos.
El llamado es a no bajar de 70 mil hectáreas, y defender no solo el volumen, sino también la calidad y la productividad.
De acuerdo con Marcelo Salazar Velásquez, presidente del Comité, el objetivo es que la producción del departamento se mantenga en cerca del 10% de la producción nacional, indicador que el año pasado cerró en 14,2 millones de sacos de 60 kilos.
Los municipios
La tarea se inició con la visita a los diferentes municipios de Caldas, con el fin de incentivar la producción de café, fortalecer la siembra de cultivos nuevos resistentes a la roya, y mantener las actuales áreas.
"Estamos por definir los nuevos proyectos y programas con los que el Comité va a montar toda una estrategia para mejorar las condiciones de producción y de productividad, en especial en los municipios más atrasados", explicó Salazar Velásquez.
Entre estos se incluyen Pensilvania, Samaná y Marquetalia, donde hoy en día aún existe un mayor número de áreas de café sembradas en variedades sensibles a la roya.
En esta tarea también se incluye mejorar la densidad o número de árboles por hectárea de café.
El promedio general Caldas ha sido destacado en el país por esta tarea, con cerca de 5 mil 600 árboles, pero en estos municipios el promedio está por debajo de los 4 mil árboles por hectárea.
De acuerdo con Salazar Velásquez, la recomendación es que cualquier siembra nueva bordee los 7 mil árboles por hectárea.
"Esa es la base para mejorar la productividad, pero también deberá venir acompañada de otros consejos del servicio de extensión como la fertilización, el manejo de arvenses o malezas y demás prácticas agrícolas", resaltó el director del Comité, Jorge Hernán López.
La motivación
Aunque muchos cafeteros, en especial en el oriente de Caldas, se han desanimado con el grano y han encontrado otros sustitutos como el caucho o el aguacate, de acuerdo con López para lograr que se genere de nuevo ese interés en el cultivo, la primera tarea es mostrarles la viabilidad de la rentabilidad, siempre y cuando se cumpla con las condiciones óptimas de siembra.
Eso incluye siembras resistentes a la roya, tarea que se ha considerado compleja en el oriente, ante la preferencia de variedades como el Típica y el Caturra.
La meta también apunta a que haya fertilizaciones oportunas, motivo por el cual se incluyen estrategias que les permitan a los cafeteros recibir ayudas en fertilizantes, sobre todo en los primeros meses del año.
Mejor en productividad
A pesar de las cifras de reducción en las áreas, de acuerdo con el informe del Sica, Caldas sigue siendo la región más productiva del país.
Palestina se convierte en el municipio líder en Colombia, con cerca de 32 sacos por hectárea, seguido por Manizales, Chinchiná, San José y Risaralda. El promedio de todo Caldas es de 23 sacos por hectárea frente a 18 del país.
El miembro principal por Caldas, Eugenio Vélez Uribe, destacó también el hecho de que Caldas hoy cuenta con el mayor nivel de café tecnificado. Hoy ese indicador bordea el 99,7%, contra el 0,2% de café tradicional.
Adicionalmente, el 80% del área está sembrada en variedades resistentes a la roya.
"El esfuerzo de los caficultores y de la institucionalidad ha permitido estos resultados y que el café siga siendo esencial en el desempeño económico y social del departamento", dice el informe.
Sin embargo, reconoce que para continuar por esa senda, la meta es que todos los municipios cafeteros alcancen los niveles promedio de productividad nacional. Por esto, la meta es enfocarse en aquellos donde aún prevalece una caficultura envejecida, bajas densidades y variedades susceptibles.
También prevalece el reto de que Caldas tenga el reconocimiento por la calidad de su
café y de sus caficultores, y por sus procesos sostenibles.
"Es importante que fortalezcamos la producción de café de alta calidad y consistencia, lo mismo que los cafés especiales, los cuales son una tendencia mundial y un factor fundamental para
mayores ingresos".
Para el director del Comité, la tarea no es sencilla, pero insiste en que el objetivo es trabajar por una caficultura rentable, por la vía de la calidad y de la productividad.
Datos
* De la caficultura tecnificada, el 88% de los cafetales jóvenes tiene una edad promedio de 5,4 años.
* El 80% está sembrada en variedades resistentes.
* El 68% del área está sembrada en cafés especiales.
Frase
"Tenemos que concentrarnos en mejorar la productividad, porque 18 sacos por hectárea sigue siendo muy poquito. En Brasil son 40 y 60 sacos por hectárea en zonas de café arábigo. En nuestras granjas experimentales son 30 y 35 sacos por hectárea, por eso el interés es ser más eficientes",
Roberto Vélez, gerente de la Federacafé.
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