JUAN CARLOS LAYTON
LA PATRIA | MANIZALES
La firma auditora Price Waterhouse Coopers se abstuvo de presentar informe sobre los estados financieros de la Industria Licorera de Caldas (ILC). A la par, la junta directiva de la destilería no aprobó los resultados presentados.
La situación surgió desde el pasado lunes, después del concepto entregado por la firma de auditoría, consultoría y asesoramiento legal y fiscal, al considerar que existen dudas y posibles irregularidades que condujeron a que se abstuviera de opinar.
En el informe de auditoría, Price Waterhouse destaca varios aspectos que la llevan a no pronunciarse, como que aún hay firmas de exempleados registradas en los bancos, una inadecuada custodia de los cheques posfechados, no hay conciliación formal de las inversiones temporales, hay un inadecuado procedimiento contable en el registro de ventas e inexistencia de una política formal en la provisión de deudores.
El número de razones incluye aspectos como que no se identifica un seguimiento a los contratos de distribución en el exterior, la inexistencia de una política formal de inventarios, un inadecuado registro contable de cargos diferidos, no hay una depuración para el cálculo del impuesto Cree y se subestima la provisión de litigios calificados como probables por los asesores jurídicos de la empresa.
A esto se suma el registro de ingresos sin debida documentación, ajustes manuales en el aplicativo Aurora, posibles sanciones por presentar medios magnéticos en forma extemporánea, la probabilidad de acceso no autorizado de terceros valiéndose de otros códigos y hasta posibles pérdidas de información por fallas inalámbricas en el hardware.
La auditora
El representante de la firma Price Waterhouse en Medellín, Jhon Freddy Mazo, sostuvo que no estaba autorizado para emitir un concepto sobre el informe de la destilería.
Pese a ello, expertos auditores como Roberto Montes, de la firma Nexia Internacional, explicó que en estos conceptos se pueden presentar cuatro opciones: un dictamen limpio o aprobación de resultados; un dictamen con salvedad, lo que implica que el informe se aprueba, pero hay varias observaciones; la abstención de opinión, y la desaprobación del informe.
Montes destacó que si bien en este caso no hay desaprobación, sino una abstención, se genera un manto de duda sobre la forma como se vienen manejando varios aspectos en la empresa.
Desaprobación del balance
Esta situación llevó a que la junta directiva de la ILC tampoco aprobara el balance, pues según Guillermo Arango Gutiérrez, un miembro del equipo, esto demuestra que no hay claridad en varios ítems, motivo por el cual se le dio una orden a la gerencia para crear un comité que subsane los problemas contables, en un lapso de seis meses, como máximo.
Un concepto similar emitió Néstor Buitrago Trujillo, otro integrante de la junta, quien resaltó que no se entiende la razonabilidad del contenido de los estados financieros, lo que en otras palabras evidencia falta de claridad.
Cree que hay una situación muy compleja que necesita estabilidad y tranquilidad para salir adelante, más con la cantidad de cambios de gerentes, que suman seis en los últimos cuatro años.
José Fernando Salazar Echeverri, también de la junta, sostuvo que se recibió una empresa muy complicada, no solo en la parte administrativa, sino financiera, y con una serie de deficiencias que necesitan soluciones de fondo.
Los dirigentes también dejaron claro que en este problema el menos culpable es el actual gerente, Bruno Seidel Arango, pues las dificultades vienen desde hace mucho tiempo.
Se ratifica el problema
El gerente destacó que hay que entender que no es una situación nueva, pues todos conocen los graves problemas que enfrenta la licorera, "por lo que no se está descubriendo el agua tibia".
"Es una firma de las mayores calidades que está confirmando con elementos técnicos, la difícil situación de la compañía, en particular en sus estados financieros".
Resaltó la necesidad de efectuar un plan de trabajo para depurar esta información contable.
El informe insiste en varios problemas en los que alertó desde el año pasado la Contraloría Departamental y en los que destacó que como iba la ILC, en uno o dos años se podría volver inviable financieramente, ante la improvisación, falta de planeación, y ausencia de políticas claras.
Ayer hacia las 4:30 p.m. se inició una junta extraordinaria, que terminó hacia las 7:00 p.m. De nuevo la junta no aprobó los resultados. La situación ha sido tan compleja, que hasta renunció el miembro de junta Héctor Mejía Aristizábal.
Pérdidas de la ILC alcanzan los $4 mil 83 millones
De acuerdo con el balance preliminar, la ILC habría tenido unas pérdidas mayores el año pasado.
Aunque el informe de la Contaduría General de la Nación estimó que estas podrían bordear los $2 mil 300 millones en el 2013, según se pudo establecer, alcanzaron los $4 mil 83 millones.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015