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Caldas tiene que escribir su propia historia para prevenir el HLB (Huanglongbing), enfermedad que ataca a los cítricos.
Conocer estrategias internacionales sirve para que la región se nutra de experiencias, pero hay que evitar el error de aplicar lo que funcionó en otro país sin tener en cuenta el contexto de Colombia y el Eje Cafetero.
“Cada uno de los países tiene en cuenta su clima, superficie, variedades, especies o condiciones económicas. Cada lugar ha desarrollado la misma filosofía, pero según sus condiciones”, enfatizó Pedro Luis Robles García, jefe del Departamento de Campañas de Prioridad en el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria en México.
Él se reunió el pasado jueves con citricultores de Caldas para compartirles su experiencia del manejo de Áreas regionales de control (Arco) en el país norteamericano.
NEGOCIOS habló con el experto mexicano, quien compartió aspectos clave para enfrentar el HLB.
- En su recorrido por los cultivos de cítricos en Manizales, ¿qué encontró?
Esta región no tiene la enfermedad, afortunadamente no se ven muchas poblaciones del insecto, pero en la parte norte del país, en la Costa Atlántica está establecida. Tienen el riesgo que se movilice así sea por el viento, por el turismo o por el transporte de ganado. Un insecto contaminado puede infectar las plantas. En Caldas hay condiciones favorables para prevenir la llegada del problema. Es fundamental que estén organizados.
- ¿Qué condiciones favorables vio en la región?
Son productores involucrados, que hacen controles. Hay manejo integrado, se tiene experiencia en el uso de hongos, de crisopas (depredadores naturales), eso puede favorecer. El clima o la orografía les ayuda de cierta manera, pero si los productores no se organizan ni se involucran, el manejo del problema no va a ser eficiente.
- ¿Cómo se han organizado en México?
Vimos las condiciones con nuestros productores y el comportamiento que tiene la plaga, creamos arcos para cada región. Algunas de las zonas de México son parecidas a las de Caldas. Hay citricultura en laderas de cerros y montañas, hay ríos, vegetación diversa, todo esto va influir en el comportamiento del insecto y de la enfermedad.
- ¿Cuál es la importancia de comprar plantas certificadas?
Una actividad principal de la producción es tener plantas limpias, no solo de HLB, sino de otros problemas que afectan a los cítricos. En Colombia hay que trabajar en los viveros, porque no tienen certificaciones. El productor debe entender que adquirir plantas limpias de patógenos es garantía real de que su huerta no va tener problemas inmediatos. Además si controla al insecto, va a enfrentar mucho mejor al HLB, si es que llega.
- A la hora de aplicar insecticidas ¿qué se debe tener en cuenta?
Sugerimos la formación de un grupo técnico con expertos locales que conozcan bien la zona, donde se involucre a los investigadores, operarios, miembros de los viveros, el ICA y apicultores, para que definan lo más apropiado para cada Área regional de control. Es importante usar los insecticidas, sobre todo, cuando llega la enfermedad nos vemos obligados a utilizarlos. Pero no queremos centrar la estrategia en el uso de esos insumos, hay que considerar un control biológico con hongos o predadores naturales.
- ¿En qué ayuda la tecnología?
Se decide con información generada por datos que se capturan en campo, puede ser de una trampa, de un árbol o de una muestra. Se requiere un sistema que todo el mundo conozca, en donde se capture y envíe información necesaria. Nos arrojará gráficas e índices que el grupo técnico y productores usarán para manejar su huerta. También sirve para que el Gobierno decida si tiene que mejorar la estrategia o debe invertir más recursos en una zona.
- Los productores en traspatios son otro eslabón en el control del HLB, ¿cómo manejar la estrategia con ellos?
Tenemos que involucrar a los cultivadores en traspatios, pueden ser una fuente de infección hacia las huertas. Lo idóneo sería que nos dejaran eliminar las plantas, para quitar ese foco permanente de infección, y darles otras especies a cambio. Es importante que sepan cómo pueden participar para favorecer la citricultura del país.
La estrategia en Colombia y en Caldas
El Ministerio de Agricultura, a través de la Agencia Rural de Desarrollo, y la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol) destinaron en marzo de este año $6.300 millones para arrancar el plan piloto de arcos en 13 departamentos.
En Caldas, donde no hay presencia de HLB, pero sí del insecto que la transmite, la estrategia se inició en septiembre en la vereda Lisboa de (Manizales), en un área de 1.200 hectáreas con una inversión de $600 millones. Participan 42 fincas, en las que hay 688 trampas, instrumentos de monitoreo que se revisan cada 15 días para verificar la existencia de la mosca y verificar si está sana o enferma. La información que se recolecta se sube a una plataforma que adquirió la Gobernación de Caldas en el 2015, señaló Silvio Ríos Yepes, coordinador de Asohofrucol en el departamento.
“No hemos encontrados positivos, la enfermedad no está en Caldas. Condiciones climáticas y ambientales, como las lluvias, bajan la presencia del insecto. Los controles que hacen los productores también reducen el peligro”, precisó Ríos Yepes.
El coordinador invitó a los citricultores a no bajar la guardia, porque el transporte de productos y ganado de la costa al centro del país es un posible foco de diseminación, por lo que hay que mantener los controles. Espera que para el próximo año el Gobierno también invierta en las Arco, porque los recursos del proyecto piloto finalizan en diciembre.
Control
Emilio Arévalo Peñaranda, director técnico de Epidemiología y Vigilancia Fitosanitaria del ICA, sostuvo que el próximo año invertirán $1.000 millones para supervisar y detectar oportunamente el HLB en los puestos de control. Precisó que no sabe si la Agencia Rural de Desarrollo generará más recursos para el programa piloto de Arcos.
El director indicó que en los retenes que tiene el ICA verifican que los cítricos que se movilizan de los departamentos en cuarentena por HLB, que son La Guajira, Atlántico, Cesar, Bolívar y Magdalena, cumplan con los requisitos de traslado: sin hojas, ramas y tallos. Solo el fruto lavado.
Sobre el HLB
En Colombia hay 83 mil hectáreas sembradas en cítricos, el 30% están en el Eje. Caldas tiene 6 mil 200 hectáreas, el 7,4%.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) cataloga la enfermedad como catastrófica. Si ataca los árboles, el único tratamiento que se conoce hasta ahora es la poda.
La enfermedad HLB está asociada a tres clases de bacterias, transmitidas por un insecto, que son Candidatus Liberibacter asiáticus, africanus y americanus. En Colombia se encuentra el más agresivo, el asiáticus. La plaga ataca afecta naranjas, mandarinas, limones, entre otros cultivos, y hace presencia en América Latina, menos Perú y Uruguay.
Cuidado
– Si cree que la enfermedad está en sus cultivos busque la ayuda de profesionales adscritos a entidades como Asohofrucol o el ICA.
– Si ve que el fruto (naranja, limón, mandarina) se deforma. Crece más a un lado.
– Aparecen manchas amarillas, generalmente en un lado de la hoja. También conocidas como manchas irregulares.
– El árbol se empieza a secar y a perder sus hojas.
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