Margaret Sánchez
LA PATRIA | Manizales
Levantarse a las 4:00 a.m. para alistarse; salir a las 4:45 a.m. y caminar durante casi una hora 3,5 kilómetros, en ascenso, desde la vereda El Rosario hasta San Peregrino; esperar el bus o el yip para Manizales; y hacer transbordo a otra buseta para llegar al Sena Caldas en Maltería a las 7:00 a.m., en punto.
Este recorrido de unos 27 kilómetros lo realizó en el 2019 durante seis meses Valeria Correa Villegas, de 20 años, para terminar el técnico de Programación de Software.
En el 2017 se graduó del colegio San Peregrino y estudió un técnico en Diseño Gráfico en Tecnisistemas, en Chinchiná. “Desde los 9 años me ha gustado dibujar, pero no solo quiero eso, sino mezclarlo con lo laboral. Me gusta el diseño editorial y la publicidad”, destaca.
Valeria Correa Villegas, de 20 años, es la encargada de recibir los datos de los recolectores de café de la Hacienda Venecia y sistematizarlos.
Esfuerzo
Ella ha aprovechado las oportunidades que le han brindado en la Hacienda Venecia, a la que llegó con su familia en el 2009. Su papá, Jesús Albeiro, comenzó como recolector y ahora es jefe de corte.
Su madre María Eucarís, es alimentadora, y su hermana, Mónica Alejandra, labora en el área turística. “Vivir en una finca no es impedimento para estudiar, es una ventaja y un impulso más. Las cosas no son difíciles, requieren un poco más de esfuerzo. Eso da más satisfacción cuando se logran”, señala Valeria.
Cuando terminó el bachillerato empezó a trabajar por días en la tostión del café. Con su formación en programación ahora está a cargo del manejo del software agrícola Agrowin, en el que se ingresan indicadores como cuántos kilos cosechó durante una jornada cada recolector. “Ellos lo anotan en una hoja o en un cuaderno y me traen la información o me envían una foto. Cada recolector tiene asignado un número y un código de su labor. Al final de la semana se calcula cuál fue su rendimiento y cuánto hay que pagarle”, explica.
Ahora su meta es cursar los fines de semana Diseño Gráfico y Programación en Unitécnica, carrera que pagará con su salario. Además espera adecuar un área de Diseño en la Hacienda y seguir aportando a su entorno con sus conocimientos.
Para Valeria, esto demuestra que si se quiere se puede y es un ejemplo de cómo se puede estudiar y aplicar lo aprendido en el campo.
Bancarización
Carlos Alberto Guapacha recibe cada viernes su pago como recolector a través de su celular, puede puede hacer giros por el mismo sistema o retirar el dinero en un cajero.
La pandemia, con las medidas de distanciamiento, aceleró un proyecto que Juan Pablo Echeverri tenía para Hacienda Venecia: bancarizar a los recolectores.
Para arrancar revisaron las alternativas que ofrecían los bancos y decidieron usar Daviplata de Davivienda, que se activa con una simcard o al descargar la aplicación, permite transacciones de celular a celular y retirar en cajero automático. “Ya no tienen que gastar parte de su tiempo de descanso para ir a recibir el dinero en efectivo”, afirma.
Hace tres meses lo implementaron, comenzaron con los empleados de la finca para que conocieran el sistema y así ayudarán a resolver dudas, generando un ecosistema alrededor de la bancarización. Así lograron que cerca de 200 personas abrieran su cuenta.
Echeverri acepta que es un proceso complicado debido a la rotación de los recolectores; lo desgastante de abrir cuentas cada semana y el olvido de las claves. “Se demostró que se puede. Es tener paciencia y ser más insistentes con los beneficios”, indica.
Para Carlos Arturo Mejía Salgado, el director técnico de Hacienda Venecia, otro reto ha sido enfrentar el desconocimiento que tienen algunos sobre el uso de la tecnología y las barreras del idioma con recolectores indígenas.
Liliana Ocampo Benítez, directora de Calidad, agrega que notaron que los jóvenes son más abiertos a tener una cuenta bancaria, sobre todo, si su propósito es ahorrar. “Las personas mayores son más reacias, quieren su plata en efectivo”, apunta.
En este momento cerca de 50 personas continúan recibiendo su salario a través de Daviplata, uno de ellos es el ansermeño Carlos Alberto Guapacha. “Es excelente cada viernes le llega a uno el mensaje al celular del pago. La demora es que uno vaya al cajero para retirar la plata”,opina.
Repensar el turismo
Durante 12 años la Hacienda Venecia se ha dedicado a ofrecer una experiencia turística para extranjeros alrededor del Paisaje Cultural Cafetero.
La pandemia por covid-19 los detuvo de un momento a otro y los puso a repensarse. “Fue doloroso, empezaron a cancelar las reservas, y debimos cerrar”, señala Juan Pablo Echeverri.
Hasta septiembre, cuando pudieron abrir formalmente, entendieron que debían adecuarse a unas nuevas prácticas, los protocolos de bioseguridad, y ofrecer servicios desde las necesidades y posibilidades que ha generado la pandemia como el trabajo en casa, no poder sacar vacaciones y apostarle al público en Colombia.
“Lo que estamos ofreciendo está inspirado en el concepto de viajeros nómadas digitales, que puedan trabajar desde un punto campestre, con buena conexión a internet, mobiliarios para ubicarse, además de que puedan acceder a los servicios de caminata, aves, café, cacao. Es como pasear sin tener que sacar las vacaciones”,
Según Echeverri, en dos meses y medio han recibido unas 50 personas en busca de este nuevo servicio.
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