Investigan para detectar males a tiempo

LAURA GUARÍN

LA PATRIA | MANIZALES

Pequeñas partículas de oro y plata podrían servir para detectar a tiempo virus, bacterias, malformaciones, tumores, y contaminantes en líquidos utilizados en la industria.

En esta labor se encuentran cinco investigadores en la Universidad Nacional, sede Manizales. Su motivación tiene que ver con que las enfermedades, cambios en las moléculas u otras anormalidades en los organismos vivos solo se manifiestan cuando están en un estado avanzado, y su eliminación es compleja o poco probable.

Buscan un método para descubrir en el ADN estos agentes biológicos antes de su evolución, estudiando el uso de nanopartículas de metales, como oro y plata, que gracias a sus propiedades permiten leer el ADN de manera no invasiva.

El proyecto se desarrolla en el Laboratorio de Propiedades Ópticas de Materiales de la institución, y lo integran el doctor en Física Carlos Vargas Hernández, quien es el director; el investigador Ricardo Báez; y los estudiantes de Ingeniería Física Sebastián Peláez, Daniel Salazar y María Fernanda Vargas.

DESTACADO

Una nanopartícula equivale a una fracción resultante de dividir un centímetro en 10.000.000 partes o nanómetros. Si se compara con el tamaño de una célula (10.000 nanómetros), esta es 100 veces mayor que una nanopartícula.

La creación

La ruta elegida para la elaboración de las nanopartículas es la elevación de la temperatura de las sales de oro y plata de donde son extraídos estos metales. La idea es conseguir un cambio energético que rompa los enlaces que los mantienen unidos a otros compuestos presentes en ellas.

De plata

La plata, preparada químicamente como una sal, es inyectada con energía en forma de ondas para obtener una solución hecha a base de agua, con nanopartículas de plata coloidales, es decir, distribuidas uniformemente.

De oro

El proceso es similar al utilizado para crear nanopartículas de plata. Para el caso del oro, otro compuesto debe ser aplicado al metal con el fin de evitar que sus partículas crezcan y se aglomeren, ya que es más reactivo. El resultado es una solución con nanopartículas de oro repartidas homogéneamente.

Con el ADN

Las soluciones adquiridas de los metales son sintetizadas para luego observarlas y confirmar la presencia de nanopartículas. Posteriormente son recubiertas con una sal, un azúcar o un agente característico que permita su anclaje al ADN de seres vivos, por medio de un procedimiento conocido como espectroscopia raman. Allí, la fusión de las nanopartículas y el ADN es incidida con energía a cierta amplitud y longitud a través de un láser. Finalmente los investigadores reciben la señal que medirán para caracterizar y analizar posibles usos de la mezcla.

Avance

Hoy los investigadores se ocupan del proceso de síntesis y anclaje de las nanopartículas con la intención de encontrar funciones, dependiendo de su forma o geometría (cilíndricas, cúbicas, esféricas).