
El Once Caldas oficia como local y en su regreso al estadio, cuatro aficionados de distintas edades nos contaron qué sienten por su equipo.

Mientras en oriental, occidental y sur, los aficionados aguardarán el momento del gol para levantarse de sus sillas, en la popular norte, Camilo Andrés Gaitán Rincón no habrá parado de saltar junto a los demás integrantes de Holocausto Norte.
Para este barrista, volver a ver a su equipo, significa aumentar cada vez más ese fervor llamado Once Caldas. "Desde que tengo razón soy hincha del Once. Mi abuelo fue el primero en traerme al estadio, pero hace siete años soy barrista", dice este joven del barrio La Enea.
Camilo, de piercing en ambas orejas y que lleva tatuado en su cuerpo la pasión por el blanco, describe lo que le genera el Once. "Para mi el Once lo es todo, es una religión. Así como muchas personas van a misa cada ocho días y creen en algo, yo creo en mi Once y asisto a verlo sin falta", expresa Camilo, que vio por primera vez al equipo cuando tenía unos ocho años en un partido contra el Cali.
Hace siete años, este aspirante a Licenciado en Educación Física de la Universidad de Caldas, ingresó a Holocausto Norte y desde eso no falla, incluso trascendiendo fronteras, pues ya conoce todos los estadios del país. "La pasión del Once es de herencia. En mi familia todos somos del blanco y ahora lo apoyo desde la barra. El barrismo es otra forma de sentir el fútbol", deja en claro este recién nombrado Secretario Juvenil de la administración municipal. "Mucha gente cree que todos los que están en la barra son gente mala o gambas como las llaman. Aquí somos muchos los que estamos haciendo cosas distintas, cosas buenas", sostiene Camilo, que siempre está en primera fila para alentar desde la popular. "La única forma en que yo no venga al estadio es por un motivo de fuerza mayor.
Tiene que pasar algo muy grave", recalca este personaje, que tiene entre sus ídolos a Juan Carlos Henao, Arnulfo Valentierra, Dayro Moreno y Elkin Soto. "Pero hay jugadores que no deberían tener el honor de ponerse la blanca, como ese Mario González".
Hoy, Camilo se levantará temprano y comenzará a palpitar el regreso de su blanco. "Este año estamos pa' grandes cosas", sostiene Gaitán Rincón, que vivió el día más feliz de su vida cuando el blanco levantó la Libertadores.
La frase: La violencia se presenta cuando se reúne un grupo numeroso que tenga sus diferencias. Ahora, el conflicto es más por ideologías y por territorialidad y mucha gente lleva eso a los extremos. Hay que trabajar para superar esto.

A Jairo Casallas le pusieron la blanca del Once antes de ponerle su primer pañal. "Yo soy hincha del equipo desde el vientre. Mi mamá iba al estadio cuando estaba en embarazo y desde eso sigo al equipo. El hincha nace, no se hace", comenta Casallas, más conocido como 'El Cali', dueño de un local de comidas rápidas.
Hoy, Jairo vive uno de esos días en el que el corazón le late más rápido. "Volver a ver al equipo en el Palogrande después de casi tres meses de no verlo es como volver a nacer. Es un día muy especial", expresa Casallas, que asiste al estadio desde 1968. "¿Que qué significa para mi el Once?, diría que es toda mi vida. Lo llevo en la sangre, en el alma y hasta la muerte será así", recalca este manizaleño, que le inculcó esa pasión a sus hijos. "Ninguno se me ha torcido, todos siguen al equipo, incluso mi nieto de siete años", asegura.
Para 'El Cali', remoquete que le pusieron porque a todo el que ve le dice "calidoso", este blanco modelo 2013 está para grandes cosas. "No es un equipo de figuras, pero sí de obreros. Seremos protagonistas", advierte el ferviente hincha, que solo le falta por conocer el estadio de Tunja. "Si yo pudiera iría con el equipo a todo lado. Me hace falta verlo jugar", señala el fiel admirador de Juan Carlos
Henao y Arnulfo Valentierra. "Son dos señores jugadores y agradecidos con la ciudad y el equipo. Y el profe Montoya no lo olvido, se me vienen las lágrimas cada que vuelve al estadio y pasa por la pista atlética", comenta Casallas, que vive de una forma distintas los clásicos regionales. "Para mi perder con el Pereira y Nacional es una ofensa. Prefiero que me peguen en la cara", lanza entre risas.
Hoy, Jairo se pondrá la pinta, se sentará en su puesto de oriental y vivirá a su manera el regreso del blanco amado.
Frase: Si volviera a nacer, no lo dudaría ni un momento. Volvería a ser hincha del Once Caldas.

Doña Aura Meza ya tiene todo preparado para esta noche. Desde bien temprano colgó la bandera del Once Caldas en la ventana de su casa, en La Enea, y la pinta (sudadera, camiseta, gorra y bufanda, todo verde, blanco y rojo) la tiene lista para lucirla en el debut como local del equipo, ese del que es hincha desde hace medio siglo.
Fe es lo que tiene la señora de 61 años en esta nueva etapa del Once. Por eso desde las 5:00 de la tarde asegura que estará en el Palogrande para animar a “los muchachos”. “Esto va a estar muy bueno.
Tengo mucha fe porque los muchachos no van a sufrir por los sueldos con Kenworth”, dice entusiasmada, al tiempo que compara este onceno con el de hace nueve años. “Este equipo es como el del 2004: jugadores con hambre de ganar. Ojalá tengan la suficiente responsabilidad de hacerlo”.
Doña Aura es seguidora del Once desde que en su humilde vivienda solo había un radio para escuchar los partidos. Sus hermanos se burlaban de ella cuando preguntaba quién iba ganando, a pesar de que le habían dicho que el marcador era 0-0. Gracias a una tía “pudiente” que la llevó al estadio y le explicó, se convirtió en una hincha más y desde hace 25 años es de las primeras en abonarse en cada temporada.
Juan Carlos Henao es su preferido, y entre los nuevos rescata a Alcatraz, Scaglia y Cabrera. De los que pasaron no puede olvidar a Galván y Dayro Moreno, pero sabe que el tolimense ya no es de acá y que hoy será un rival, porque finalmente “los jugadores se van y las instituciones quedan”, concluye.
Frase: “Este equipo es como el del 2004: jugadores con hambre de ganar. Ojalá tengan la suficiente responsabilidad de hacerlo”.

Un balón autografiado con los campeones del 2010 es el 'tesoro' que guarda Santiago Toro Suárez de su amado Once Caldas. Este niño de 10 años y fiel admirador del juego del delantero Fernando Uribe, que en la final de ese entonces lo puso a festejar con un gol, tiene claro que desde los cinco años comenzó a ir al estadio Palogrande. Rara vez falla a los partidos, como hoy, que estará ausente porque tiene una competencia de chalanería en Pereira, su otra pasión.
No obstante, Santiago sabe que el "Once es el mejor equipo del país" y que este año le dará muchas alegrías porque se armó para quedar campeón.
"Este año ganamos porque hay buenos jugadores, me gusta mucho el arquero José Fernando Cuadrado aunque Henao lo desbancó", comenta Santiago mientras señala las tribunas Oriental y Occidental en las que normalmente se hace.
El pequeño, estudiante del colegio Semenor, es de los pocos que se da el gusto de estar en el camerino del Once de vez en cuando. Una tía que es allegada a unos de los patrocinadores le da boletas de cortesía y las aprovecha para pedir autógrafos y tomarse fotos con los jugadores. Él recuerda mucho el del arquero Luis 'Neco' Martínez con quien tuvo una buena amistad después de que su padre le arregló los celulares a su esposa.
Santiago estará pendiente hoy de su equipo, ese que desde temprana edad lleva en su corazón por los logros que le ha dado al departamento. Al preguntarle si ha pensado en cambiarse de escuadra, como lo suelen hacer los más pequeños, es claro en decir que su Once lo lleva por dentro.
Frase: "Este año ganamos porque hay buenos jugadores, me gusta mucho el arquero José Fernando Cuadrado aunque Henao lo desbancó".
Medidas de Seguridad
Estas son las principales medidas adoptadas en el comité de seguridad para el juego Once Caldas - Júnior:
- Apertura de puertas del estadio: 5:30 p.m.
- Se permite la entrada de niños con edad mínima de 7 años para Oriental y Occidental; 10 años, para Norte y Sur; y 14 años, para Norte Barras.
La bulla, los cánticos, la algarabía y hasta el papel picado serán mayores desde hoy en el Palogrande. Sobre el costado sur aparecerá la barra Brigada Once, la cual se sumará a Holocausto Norte como los grupos de apoyo que tendrá el equipo cuando juegue como local.
Brigada Once, que ya apareció en el partido amistoso contra Nacional, está integrada por 300 exmiembros de Holocausto Norte: "nos retiramos voluntariamente y en común acuerdo con los líderes de Holocausto porque no queremos problemas con nadie", indicó Cristian Hernández, uno de sus líderes.
Lo que plantea el nuevo grupo de apoyo es algo diferente a Holocausto. Cánticos y coros nuevos y un acompañamiento con los jóvenes integrantes para evitar malos comportamientos antes, durante y después de los partidos.
"No queremos que nos miren como delincuentes, no, lo que pretendemos es generar un espacio agradable para que la familia regrese al Palogrande", indicó Hernández a LA PATRIA.
Aunque hay preocupaciones por la llegada de otras barras a ese costado del estadio, la primera experiencia con el amistoso ante el Atlético Nacional fue positiva porque no hubo dificultades.
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