Carlos Andrés Ramírez*
LA PATRIA | MANIZALES
Cámara al hombro, computador a la espalda y mucho líquido, pero sobre todo una gran pasión por las dos ruedas, me llevaron a asumir el reto de seguir a los pilotos colombianos que participaron en la edición 2014 del rally Dakar.
Estuve 13 días a la cacería de la competencia más exigente del planeta. Mañana tras mañana se buscaba un punto en medio del desierto para esperar el paso de los pilotos y capturar algunas fotos. Luego, al caer la tarde, la tarea se encaminaba para llegar al campamento, realizar las entrevistas y se cerraba el día con horas de viaje nocturno hacia la siguiente parada.
El rally Dakar es la competencia más dura para cualquier deportista del campo de los motores en el mundo, hasta el punto de ser comparado con proezas tan grandes como conquistar el Everest, pues su exigencia física, los terrenos por los que se desarrolla y la duración en el tiempo hacen que solo los más capaces o estratégicos logren culminar las interminables jornadas.
Detalles
La travesía comenzó el pasado 5 de enero en Argentina, en sentido norte del continente, ascendiendo por ciudades de San Luis, San Rafael, San Juan, Chilecito, San Miguel y Salta, hasta pasar los límites con Bolivia, donde se hizo un breve ingreso por los famosos salares de Uyuni, para luego cruzar a territorio chileno durante seis etapas hasta llegar a Valparaíso.
En esta competencia se vive día a día el sufrimiento y el esfuerzo de cada deportista por mantenerse en pie, por llegar al último puesto de control sin importar la hora. De la totalidad de los participantes, solo un pequeño grupo, representante de las marcas fabricantes famosas, se mide por ganar, mientras que los restantes van en una lucha personal por llegar el día 13 a la meta sin importar la posición.
Con los nuestros
El motociclismo deportivo colombiano hizo presencia por segunda vez con un equipo compuesto por cinco pilotos: Mateo Moreno, Marco Saldarriaga, Juan Esteban Sarmiento, Sebastián Toro y Alejandro Hoyos, quienes asumieron el reto de enfrentar esta difícil tarea. Hoyos era el único novato entre el grupo, pues los demás habían tenido contacto con la competencia en el 2013.
La edición 2014 nos permitió vivir momentos de angustia, tristezas, pero también alegrías, pues desde la etapa quinta las bajas empezaron a ser parte del día a día en el grupo. Con la salida de alguno siempre quedaba la nostalgia y la soledad en el campamento y la reducción de las opciones para nuestro país en la meta.
El bogotano Juan Sebastián Toro fue el primero en decir adiós, viendo como un coche del equipo Mini chocaba con su moto en medio del desierto de Catamarca, cuando se cumplía el día quinto. Posteriormente sería el antioqueño Mateo Moreno, quien se despidió de la competencia por una falla mecánica en su moto en la etapa 6, y finalmente Marco Saldarriaga sufrió una fractura cuando cruzaba los salares de Uyuni, en Bolivia, para dejar las posibilidades del motociclismo nacional en solo dos pilotos.
Al final de las 13 jornadas, el risaraldense Juan Esteban Sarmiento y el bogotano Alejandro Hoyos fueron los encargados de subir el podio en la plaza de armas de Valparaíso en Chile y cerrar un nuevo sueño Dakar para nuestro país, registrando para la historia del Rally que en el 2014 partieron 176 motocicletas y solo 78 vieron la luz al final, entre ellos dos colombianos.
* Jefe de prensa de la Federación Colombiana de Motos.
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