
EFE | LA PATRIA | París (Francia)
Ícono entre los íconos del fútbol francés, personaje revestido de una popularidad sin tacha en su país, la buena estrella de Michel Platini, hasta hace dos días gran favorito para heredar el trono de la FIFA, comenzó a temblar.
Y con las dudas acerca del oscuro pago de casi dos millones de euros que le hizo en 2011 el todavía presidente de la FIFA, Joseph Blatter, es toda Francia la que tiembla.
El país se resiste a pensar que uno de sus ídolos nacionales participó en la gran fiesta de la corrupción en que se había convertido el órgano rector del fútbol mundial.
Por el momento, Platini fue convocado por la policía suiza como "persona llamada a proporcionar información", al contrario que Blatter, contra quien se abrió un procedimiento por gestión desleal y abuso de confianza.
Sin embargo, como apuntaba un experto legal suizo en las páginas del dominical "Le Journal du Dimanche", "cuando no se sospecha de alguien se le escucha como testigo, (pero) cuando se le cita como 'persona llamada a proporcionar información' es para guardarse la posibilidad de una eventual acusación".
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