Sin bajar el telón: Olmedo Correa

Olmedo Correa*

LA PATRIA | Moscú

Aún resuena el bullicio de la inmensa barra colombiana, que genera todo tipo de atenciones y hasta envidias por su multiplicidad racial, por la variedad de sus acentos y por las mujeres hermosas, luego del triunfazo 3-0 del domingo pasado ante Polonia.

La victoria ya pasó, atrás quedan los oropeles, el frenesí de la tribuna y la magia de los jugadores nacionales en la cancha. Ahora solo queda en el recuerdo, quizá, solo comparable al juego de octavos de final de Brasil 2014, cuando se le ganó a los uruguayos en la tarde histórica y mágica del gran James en el legendario Maracaná.

Escribo esta columna desde la sala de prensa del Arena Kazán, donde Alemania quedó apeada en primera ronda, sin poder revalidar su título del mundial pasado ante los corajudos coreanos, que los doblegaron 2-0. En la otra pantalla, veo la caída mexicana superada por el preciso y contundente fútbol de Suecia.

En este Mundial hoy se juega bien y tres días después se puede caer en un papelón sin antecedentes.

Esta consideración nos ubica en el juego colombiano de hoy en el gigante Arena de Samara. El rival, la sorprendente Senegal, que se impuso en su primer partido 2-1 frente a Polonia y empató 2-2 en su segunda salida con los japoneses, tiene 4 puntos y peleara con fiereza esta clasificación.

Las tres selecciones africanas que participaron en esta primera ronda dejaron sensación de buen fútbol; Marruecos mereció mejor suerte. En su lance de despedida, puso en jaque a España, la favorita, que se clasificó remolcada por el VAR, y a su vez, Nigeria, que repitió enfrentamiento mundialista con Argentina, cayó sobre el final ante la arremetida gaucha, más con "huevos" que con solvencia y calidad.

Ante este escenario las previsiones tácticas de Colombia no se pueden dejar de lado. Hay que hacer control cerrado a los hombres de los goles Wague, Mane y Niang; sobre ellos pesan las transiciones ofensivas, mientras que Sarr, Sabaly y Koulibaly soportan el equilibrio de mitad de terreno.

No me queda duda, se les puede ganar con oficio, entrega e inteligencia; si nos defendemos con la pelota, el paso a octavos casi que estará asegurado.

* Enviado especial Red Sonora Radio.