Mariana, la barbie del BMX

Ricardo Patiño
LA PATRIA | Medellín*

- ¿Qué defecto tiene Mariana?
"Ninguno. Aunque a veces es malgeniada, pero es por la injusticia social de este país", dice Carlos Mario, padre de Mariana Pajón, mientras con su mano sostiene un pollo de nueve libras que la antioqueña Luz Colombia se atrevió a llevarle el pasado fin de semana hasta la pista Antonio Roldán Betancourt de Belén Rosales, allá donde la 'Tata' dio sus primeros pedalazos.
En este escenario, Mariana recibió un homenaje el fin de semana pasado. Allí se realizó el Mariana's Playground - que organizó Red Bull -, competencia con los mejores corredores del país que se reunieron para felicitar a la paisa por una carrera llena de éxitos.
La vida de los Pajón Londoño siempre ha sido a mil. En este hogar el deporte ha sido el plato fuerte en el desayuno, almuerzo, comida... Tener una campeona olímpica, como Mariana, hace que los triunfos se saboreen con muchos ingredientes.
Mariana, de contextura delgada y con un carisma arrollador, siempre ha vivido a toda velocidad. Literalmente cada día supera los 55 kilómetros por hora que alcanza en su bicicleta por la cantidad de citas que tiene que cumplir después de que el año pasado hizo vibrar al país con su medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Londres.

- ¿Pesa más la medalla o la fama?
"Para mí no es fama, simplemente es el cariño de la gente, porque luché para Colombia y le di una medalla".

Mariana, que por un momento deja su bicicleta al lado, esa que cogió por primera vez cuando apenas tenía 4 años, no tiene una fecha límite para retirarse de esta disciplina que la tiene como la reina del BMX.
Eso sí, sabe que no será entrenadora, pero estará al pie de la rueda para apoyar a los nuevos talentos. "En 15 años me veo en el deporte, aunque tengo claro que estudiaré medicina y seré la mejor".

- ¿A quién le sacó Mariana esa mentalidad tan ganadora?
"Los genes se juntan, pero la mamá tiene una cabeza muy bien puesta, por eso me escogió a mí", dice entre risas su padre.

Novia del país
-¿Alguna vez se sintió ofendida por los hombres que no pudieron ganarle?
"Para nada, siempre me sentí bien con ellos. De pequeña no tenía categoría, pero ahora los veo como mis hermanos".

Mariana causó admiración desde que ganó su primera competencia a los 4 años. Un domingo, hace casi 16 años, solo rodaban hombres por la pista, pero ella estaba ahí para dar la pelea, a pesar de que le dijeron que no podía participar. Sin pensarlo, doña Claudia emprendió otra carrera y compró, como pudo, una bicicleta: era rosada y con motivos de la Barbie para sorpresa de los asistentes y de su hija.
¡Y ganó! La única niña en la pista dejó atrás a los 'varoncitos' y comenzó a ser noticia por su talento y su destreza. Aquella bicicleta rosada aún está en un rincón de su casa al lado de trofeos y reconocimientos, como si se tratara de un museo. La última vez que los contó perdió la cuenta, pero son unos 600 los que decoran la vivienda. 14 son de títulos mundiales, 10 panamericanos y 9 latinoamericanos.

-¿Es cierto que los hombres se enojaban mucho porque no podían ganarle?
"No se sentían a gusto cuando sabían que ella iba a competir, simplemente tenían un mal día. Esa mentalidad ganadora viene de su familia que ha sido deportiva y por eso es relajada y tranquila en la pista", comenta el también medallista de bronce Olímpico, Carlos Mario Oquendo, amigo cercano de Mariana.

Sencilla, alegre y desvelada por el deporte y su otro sueño, la medicina, se describe la 'Tata'. En sus escasos ratos libres hace lo normal de cualquier persona: come, juega con sus mascotas, ve televisión, organiza su habitación y se arruncha con sus papás.
"No somos de salir mucho porque ella prefiere estar con su familia, sin embargo, es una amistad mutua que nos liga desde pequeños", anota Oquendo, quien se atreve a visualizarla en el podio de los próximos dos Olímpicos.
A sus 20 años, cuando muchos deportistas apenas empiezan a forjar su carrera, Mariana se da el lujo, como pocos, de ganarlo todo. Será por eso que tiene claro que en su proyecto de vida está el de ser madre.

-¿Qué piensa de dar ese 'pedalazo' para ser mamá?
"Va a ser la mejor mamá, pero todo a su debido tiempo porque ella quiere estudiar. Igual va a tener nuestro apoyo porque es una mujer extremadamente madura que sabe cuándo hay que dar otro paso".

-¿Hay mucho admirador haciendo cola?
"Ha tenido varios amigos especiales, pero de un tiempo para acá se dedicó de lleno al BMX. Uno quisiera que Mariana se partiera en 100 pedacitos, pero es difícil darle gusto a todos", aclara doña Claudia.

-Y cuando Mariana se les vaya de la casa...
"Los papás somos muy celosos, pero ese es el camino de la vida, como la canción. Ella tomará la decisión en el momento indicado, pero aún no hay alguien que le mueva el piso. Ojalá que cuando llegue la respete y sea compatible con su estilo de vida. Nunca nos opondríamos a que ella haga su vida a no ser que sea una persona que le quiera hacer daño", agrega Carlos Mario.

La amiga, la figura, la campeona
Mariana nació extrema. Primero lo intentó en la gimnasia, pero la bicicleta la llamó. Su padre, corredor y gomoso de los automóviles, también la veía con madera en el kartismo, pero el bicicrós la persiguió hasta el punto de dormir con su mejor juguete.
Entrena cinco o siete horas al día. Vive en un avión. Si acaso comparte 15 días con su familia en Medellín, su tierra natal. Por eso con una vida tan extrema no ha podido estudiar medicina, aunque dice su madre que lo pensó en estos días, pero la carga, en vez de bajar, se triplicó.
"Mariana es una figura pública, no puede llegar a un restaurante porque deja enfriar la comida por saludar a alguien, tomarse una foto o hablar con una abuelita que en la vida la conocía. Pero no importa, es la manera de retribuirle al país el apoyo y su cariño", dice Carlos Mario.

-¿No les incomoda el no tener privacidad?
"Más que maluco, es difícil, porque a todos no se les puede dar gusto. Le digo que ella es la novia del país y tiene la obligación de manejar una imagen muy linda. El consejo que le doy es que no abandone su sencillez y que siga dando de qué hablar", insiste su padre.

- ¿Han sentido miedo por la vida de Mariana?
"Las autoridades a veces nos advierten que la cuidan, pero Mariana es como el metro del Medellín: la gente lo cuida, lo quiere y lo respeta. Por más malvados que tengamos en este país, confío en que nadie le hará daño", cierra Carlos Mario.

Estefanía Gómez, la mejor amiga de Mariana, y que corre por el equipo de bicicrós Alcaldía de Manizales Red Line, también se siente ganadora junto a ella. Las dos se montaron en la idea de estar juntas en Río de Janeiro 2016 y para eso entrenan.
A Estefanía solo le queda aprender de Mariana para ser fuerte mentalmente, como lo reconoce. Hace ocho días en el Mariana's Playground en la pista de Belén - que organizó Red Bull - solo pudo seguirla unos segundos porque la 'Tata' otra vez dio cátedra, levantó polvo y ganó para ser de nuevo centro de las miradas y las ráfagas de las cámaras.