Noticias de Manizales y Caldas,
Noviembre 22 2024
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La 2021-22 ha sido la temporada de explosión de muchos jugadores. Uno de los estallidos más potentes ha sido, sin lugar a dudas, el de Luis Díaz. Nacido en Barrancas el 13 de enero de 1997, este liviano extremo izquierdo ha volado hasta la élite futbolística y se ha colocado la corona no solo del fútbol colombiano, sino que es uno de los jugadores más destacados de toda Sudamérica y una de las estrellas de mayor renombre del momento. Su fichaje por el Liverpool y rendimiento supremo con el Liverpool han sido el trampolín definitivo.
En la reciente edición de la Champions League fue, para muchos, el futbolista más determinante del conjunto red de la mano de Mo Salah. Las casas de apuestas daban como favorito a los hombres de Jurgen Klopp en la final. Un favoritismo basado, entre otras cosas, en el desborde y la percusión incansable del internacional colombiano, asentado en el once titular casi desde su llegada a Anfield en el mercado invernal.
Comenzó la campaña en el Oporto, convertido en uno de los goleadores más voraces del continente. 16 tantos y seis asistencias en apenas una vuelta, razones de peso para que algunos de los equipos más poderosos de Europa le echaran el ojo. En el mes de enero, con Mo Salah y Sadio Mané, estrellas indiscutibles de la entidad, el Liverpool tiró de billetera para hacerse con nuestro protagonista. Una operación que podría elevarse hasta los 60 millones de euros si se cumplen todas las variables. Una cantidad solamente por detrás de los 75 millones que desembolsó el Real Madrid por James Rodríguez en 2014 si tenemos en cuenta meramente a futbolistas nacidos en Colombia.
Lejos de quedarle grande el salto de la liga portuguesa a la Premier League, Luis Díaz gozó de la confianza de Klopp de su técnico desde el principio y le devolvió la apuesta con regularidad y unas actuaciones excelsas. Hasta el punto de, una vez volvieron Mané y Salah de la Copa de África, desplazar a Diogo Jota al banquillo y al senegalés a la posición de falso 9. La banda izquierda del ataque era ya propiedad del cafetero. Titular en 11 de los 16 partidos en los que estuvo disponible en competición doméstica, con 4 goles y 3 asistencias, fue la Champions League la que le colocó en el centro de los focos e hizo que la etiqueta del gran precio pagado quedase en el olvido.
Suplente en octavos ante el Inter, contra el Benfica en cuartos fue decisivo en la ida en Lisboa, con un gol y una asistencia, para el 1-3 final. El empate de la vuelta (3-3) añadió valor a ese primer choque. En semifinales, destacó en la ida ante el Villarreal en casa (2-0), pero Klopp decidió rotar en la vuelta. En el descanso, con 2-0 para los españoles, el alemán dio marcha atrás. Su entrada por Diogo Jota fue clave, marcó un tanto y el Pool se metió en la final remontando (2-3). Su energía es batería extra para el equipo y, a pesar de no haber tenido fortuna en la final, el Liverpool del futuro no se entiende sin Luis Díaz. En apenas un año, se ha puesto la corona del fútbol colombiano.
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