David Muñoz
LA PATRIA | MANIZALES
Un mes y cinco días duró la primera experiencia del Once Caldas en la Liga Femenina. El equipo debutó el sábado 13 de julio ante Nacional y se despidió el domingo 18 de agosto frente a Medellín.
En ese tiempo la ciudad se volcó al fútbol femenino, conoció a las jugadoras, a los equipos y a las estrellas del balompié colombiano. Lo que no se supo fue la forma en la que las mujeres compitieron, en el que la mitad tenían contrato como profesionales y la otra mitad jugaban como aficionadas, es decir, sin remuneración.
La Dimayor permitió la inscripción de 25 chicas, 12 con contrato y 13 aficionadas a prueba. El Blanco solo utilizó 18 cupos, las 13 aficionadas y contrató 5 profesionales: Katerin Gómez (Medellín) Allison Pahuana (Barranquilla), Michell Limas (Bogotá), Andrea Fernanda Martínez (Manizales) y Karla Velásquez (Cartago-Valle).
"Los directivos dijeron que era el presupuesto que tenían en el momento", argumentó una fuente del Club. Según conoció este medio, no se contrataron más jugadoras porque no se llegó a un acuerdo en la alianza que se pretendía hacer entre el Once, Formas Íntimas y la Universidad de Manizales.
Perjudica lo deportivo
El onceno caldense perdió los seis partidos que jugó en el grupo A, en el que además de las paisas, se enfrentó al Deportivo Pereira. Un factor que influyó en el rendimiento fue la falta de tiempo con la que se armó el equipo, pues en una semana hicieron los trámites para debutar.
"Termina afectando porque la premura del tiempo no permite escoger bien la nómina y hay poca preparación", explicó otra fuente.
Las jugadoras con contrato ganan entre un salario mínimo y un poco más del $1 millón. Siguen entrenando porque firmaron hasta el 30 de septiembre. Entre tanto, las jugadoras aficionadas "no pensaban en el dinero porque la primera ilusión es jugar profesionalmente, es un sueño y no importaba. Para ellas es un orgullo representar a Caldas, pero se les deben asegurar sus condiciones".
"El proceso nació de la nada, la Dimayor exige un mínimo de cinco jugadoras con contrato y eso fue lo que se hizo para jugar", sostuvo otro integrante del equipo.
Una mujer dijo que hay que tener paciencia en el tema contractual: "Todo es un proceso, está bien que merecemos más, pero hay que ser claros y ser meritorios en lo que nos están dando".
Otra agregó que este semestre "fueron cinco y si nos va bien van a ser 12 o todo el equipo. Todas vamos para el mismo lado".
Futbolistas coinciden en que las condiciones laborales deben ser justas, desde la contratación y las garantías de preparación en lo deportivo.
El Once femenino continuó sus entrenamientos luego de la eliminación en la Liga. Está jugando un torneo en la Escuela de Carabineros y espera trabajar hasta diciembre.
LA PATRIA llamó a Neys Nieto, gerente deportivo del Once Caldas, para preguntarle por el tema contractual, pero no respondió su celular y tampoco las preguntas a través de Whatsapp. Además, les prohibió a técnico y jugadoras hablar con los medios de comunicación.
La final, el martes
América y Medellín jugarán el martes, a las 7:45 p.m., la final de ida de la tercera Liga Femenina. El partido será en el estadio Pascual Guerrero. La vuelta será el lunes en el Atanasio Girardot.
En el Pereira
Deportivo Pereira tuvo 24 jugadoras en la Liga, le pagó a 21 y las otras tres recibieron un auxilio por ser menores de edad. En este momento trabaja con 22 integrantes y les paga a 20. Los contratos son hasta el 1 de diciembre desde un salario mínimo hasta $1 millón 800 mil. "Nuestra intención es que pueda haber un poco de equidad. No es el mismo mercado, el fútbol femenino está tomando fuerza, pero es satisfactorio garantizarles condiciones porque muchas son madres cabezas de hogar y no tienen trabajos externos", explicó Felipe Euse, gerente deportivo.
Asociación pide igualdad
Acolfutpro, la asociación de futbolistas colombianos, se refirió al tema de los contratos a través de su presidente, Carlos González Puche:
1. Es una Liga sin la planeación debida, se hizo gracias a la protesta de las mujeres, pero falta para que sea profesional.
2. Si no son profesionales no tienen contrato, es decir, no hay condiciones de seguridad social y si se lesionan, ¿Quién responde?
3. No hay una duración larga del torneo. Ellas no pueden generar un ingreso digno de manera continuada. Las eliminadas, que fueron 12 de 20 equipos, jugaron seis semanas, pero el resto del año deben buscar la forma de subsistir. No se puede vivir en esas condiciones.
4. Mientras no se haga una inversión en formación y que no obliguen al que no tenga vocación, como sucede con tantos clubes por orden de Conmebol, para estar en torneos internacionales, no habrá una profesionalización del fútbol femenino. Las Ligas deben hacer torneos aficionados en los departamentos.
5. Todas las jugadoras están afiliadas a la agremiación, pero cuando no hay Liga la catalogan como profesionales temporales.
6. Enviamos un pliego de peticiones a la Dimayor para mejorar sus condiciones y en próximos días revelaremos el resultado de la visita que hicimos a cada uno de los clubes.
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