Osvaldo Hernández
LA PATRIA I Manizales
El trofeo que le dieron a Álvaro Lozano como campeón de la Vuelta a Venezuela, en 1998, no tenía la placa. Lozano cree que la organización, encabezada por Artemio Leonet, se la arrancó disgustado porque no la ganó un pedalista de la Lotería del Táchira.
¨Alvarito¨, así le dicen, agrega que al año siguiente no lo dejaron correr sin ningún tipo de explicación.
Este cucuteño compitió hasta los 41 años y en su carrera deportiva participó en dos Vueltas a España, dos Giros de Italia, participó en cinco mundiales y fue campeón nacional de ruta.
Su historia en la Vuelta a Venezuela fue una estrategia en la que finalmente les ganó a todos, incluida la organización, participando con el grupo deportivo de Cross Montanari de Italia.
"Atravesamos todo Venezuela en carro para arrancar la carrera. Llegamos a Maturín, yo era favorito, pero era muy complejo porque Lotería del Táchira tenía tres equipos en acción.
Y así era muy difícil correr. Porque son tantos rivales, juntos, unidos, con el mismo objetivo que es imposible competirles. Sale uno, sale el otro y revientan a los adversarios a mitad de etapa.
Lotería del Táchira, podía decir uno, se rotaban la camiseta de líder. Un día uno ganaba la etapa y otro la camiseta.
Hubo una etapa en la que nos dejaron escapar porque estábamos lejos en la clasificación general. Me acuerdo que mi compañero de fuga estaba como a seis minutos, lo calculé y le propuse que le diéramos con todo.
Le dije, usted puede ganar la Vuelta y así fue, aceptó, aceleramos y él se hizo líder y yo, que estaba a 12 minutos, me puse a 6. Así nos fuimos yendo etapa por etapa. Llegamos a la última jornada, un circuito en el Valle de Motatá en Trujillo. Eran como 120 kilómetros, debíamos salir y luego hacer un circuito muy duro de cuatro giros. Tomamos la partida y mis compañeros Javier Zapata y Jair Bernal pusieron el paso. Me fui en el primer ascenso con Eduardo Guerrero, que peleaba los premios de montaña, más Manuel Guevara. Le comenté... vámonos y nos ayudamos. Me respondió que no quería pelear con la organización y entonces le expliqué, si no me ayuda, le peleo los premios de montaña. Finalmente se decidió y le dimos con todo. Hasta el último premio de montaña, donde quedó limpio, pero logró el título. Yo pasé con 17 segundos de diferencia, pero en la travesía final, saqué el tiempo suficiente para ganar la Vuelta, apenas por 10 segundos.
En la premiación, lo que le conté, al trofeo le arrancaron la placa, me dieron y después se lo regalé al mecánico del equipo. Al año siguiente no me dejaron correr.
Hoy, con 56 años, Álvaro Lozano vive en su natal Cúcuta con María Helena Rendón y sus hijos Laura Cristina, Luz Angela, María Fernanda y Santiago.
Lozano, que se retiró a los 41 años, corrió con el grupo deportivo Cristal Chec al lado de Celio Roberto Roncancio, Everth Gutiérrez, Rubert Albeiro Marín y Julio César Rangel.
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