Le da la vuelta al continente en bici

Lina Moreno

LA PATRIA | MANIZALES

El sueño de Diego Morales era viajar, pero de pequeño no pudo hacerlo. A los 22 años, sin ponerle mucha mente al asunto, decidió que era hora de cumplirlo. El 30 de abril del 2014, tomó su bicicleta, empacó un montón de comida enlatada, unos cuantos objetos necesarios para su supervivencia, dejó su natal Colonia del Sacramento (Uruguay), su empleo, sus estudios de diseño de iluminación escénica, su familia y amigos y emprendió camino a Brasil. "En principio no me creían (los familiares). No me daban mucha bola. Cuando vieron que era en serio ya empezaron a apoyarme. Dejé todo. La novia no, ella me dejó a mí", narra con gracia.

En el país de la samba pasó seis meses, viajó cinco días en barco, sufrió el susto de su vida al meterse a una reserva indígena y terminar huyendo y llorando como un bebé y siguió su camino a Venezuela. Un mes y medio después llegó a Colombia y de aquí no se ha ido. Según explica, notó que iba muy acelerado y se lo tomó con más pausa.

En Medellín consiguió un trabajo y hace un par de meses viajó por primera vez en avión a visitar a su familia para el nacimiento de su sobrino.

El joven, que salió de su casa a los 22 y hoy tiene 26 años, está de paso por Manizales, donde lo acogió don Gilberto Jaramillo, padre de la parapentista Andrea Jaramillo y un aventurero como él. "Los altibajos son increíbles. Dormí en una lona en un puesto de obreros, que fue mi refugio, y al día siguiente dormí en la casa de Andrea que es increíble: música jazz, café... y eso te hace dar cuenta de que a veces no ves que lo tienes todo, porque te acostumbras. Así es la vida. Cuando salí de mi casa me di cuenta del valor que tienen mi familia, mis amigos...".

Mañana Diego seguirá su camino. Lleva 11 mil 270 kilómetros en cuatro países y le restan unos 10 mil entre Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.

Ya no carga toda esa comida en lata, ya sabe cómo sobrevivir a ciertos tropiezos que en principio no tuvo en cuenta y cómo ser práctico.

Aunque apenas lleva la mitad de su recorrido, no tiene ningún afán. Lo que sí sabe es que no se arrepiente. "Yo tomé la decisión de que esta es mi vida", concluye.

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"Las cosas van apareciendo, no en el momento que uno quiere, sino cuando las necesita".

En redes

Puede seguir a Diego en Instagram @vivetussuenos_ Facebook: en bicicleta por américa del sur.