Domingo, Abril 10, 2016

Empezó dándole información a su hermano que tenía una columna en LA PATRIA. Luego entró a los medios y se transformó en una figura nacional. Sus discípulos lo elogian.

Osvaldo Hernández

LA PATRIA | Manizales

Llegó a la radio por pasión y curiosidad. Con 18 años de edad jugaba en cuanto partido de fútbol o baloncesto lo invitaban. Y eso le permitió conocer el medio y saber qué pasaba en la ciudad.

Su hermano Luis Enrique le pedía información para surtir la columna de opinión que escribía en LA PATRIA: "Cuando él escribía sobre deporte, me pedía datos y yo se los daba".

Así entró a los medios de comunicación Javier Giraldo Neira, quien el domingo pasado tomó la decisión de decirle adiós a la profesión que lo consagró como un ícono del periodismo deportivo.

Su primer trabajo lo tuvo en Radio Luz, emisora que apenas tenía un kilovatio de potencia: "Monté un programa de deportes y tuvo un éxito tan grande que me llamaron de otras emisoras".

Dos años estuvo en Radio Luz hasta que optó por irse a Todelar: "Con 20 años, era periodista y gerente, eso me permitió posicionarme. Fue una de las claves".

Su periodismo trascendió de la radio a los medios escritos: "En LA PATRIA estaba como director de deportes Bernardo Chica, a quien no le gustaba el fútbol profesional. Solo el deporte aficionado".

Como Javier le dedicó mucho espacio al Once Caldas, del periódico lo llamaron y terminó reemplazando a Chica: "Hacíamos hasta dos páginas con el Once y con el fútbol profesional, y eso gustó mucho".

Comenzando la década del 70, Giraldo Neira se dio cuenta de que había un periódico que hablara de fútbol: "Lo que uno veía de los medios de Bogotá no llenaba, por eso pensé en la idea de crear Nuevo Estadio, del que llegamos a vender 105 mil ejemplares en el país, Estados Unidos, Perú, Ecuador y Venezuela".

Toda una figura del periodismo deportivo nacional, Javier pasó a Caracol, también como gerente y comentarista, tenía la dirección de Nuevo Estadio y su columna de Tiros de Esquina en LA

PATRIA.

A lo largo de su vida labró una carrera como comentarista en la que el buen léxico y los adjetivos lo marcaron: "Mi vocabulario fue fino y eso les gustó a todos. Además, creo que el hecho de hacer en esa época radio, prensa y hasta televisión fueron determinantes".

Cree que una de sus virtudes como periodista fue ser objetivo: "Soy hincha del Once Caldas, pero cuando tuve que comentar, me quitaba esa camiseta y lo hacía para los dos equipos. Eso se vio bien. Siempre quise ser imparcial".

Recorrió el mundo con Todelar (20 años), Caracol (20 años) y Nuevo Estadio (30 años). Cubrió mundiales, eliminatorias, Juegos Olímpicos y hasta el récord de la hora de Cochise Rodríguez: "Son muchos los momentos hermosos, pero no puedo olvidar que siendo un 'pelao' aún me tocó comentarle a Carlos Arturo Rueda".

Muchos aprendieron de Javier, pero él también aprendió de otros: "José Fernando Corredor, quien ya murió, era brillante; con Jaime Ortiz Alvear también compartimos, y mi hermano, Luis Enrique, quien fue Gobernador, también aprendí demasiado".

Giraldo Neira reconoce que dejó una generación de comunicadores: "Varios se formaron a mi lado, otros no, pero aprendieron cosas a la distancia. Los vi buenos y les di la oportunidad".

Casado con Liliana Serna (está separado) y padre de Javier Andrés y Carolina, Javier Giraldo Neira se fue de los medios con 76 años de edad, 58 de ellos dedicados al periodismo deportivo, dejando una huella en el país.