LA PATRIA | MANIZALES
La Galería de Manizales permanece repleta de gente, pero ayer por la tarde el panorama era otro. La mayoría de comerciantes cerraron las puertas de sus negocios y los pocos que se quedaron acomodaron sus televisores entre frutas, verduras y carne para observar el juego entre Colombia y Bolivia.
El pasar de los minutos los desesperó. Arturo Benítez, del Fruver Los Hermanos, dijo que "tiene más emoción cuando corre Nairo Quintana". Evelio Rojas, un desprevenido transeúnte, señaló que no le gusta ver a Colombia y que "los partidos buenos son los otros", haciendo referencia a los juegos que remataron la jornada.
En el expendio de Carnes Raúl el ambiente fue diferente. La energía se las dio la caja de aguardiente que se tomaron desde el primer tiempo, pero la falta de definición les bajó los ánimos. "Ahí está, ahí está", fue la frase más repetitiva en el complemento del partido.
El cabezazo de James Rodríguez o el balón en el palo de Yerry Mina hizo que se rascaran la cabeza, se lamentaran o hasta se pararan de su silla. "Qué estaremos pagando por Dios", manifestó Luis García, el encargado de repartir las copas.
A las 5:00 p.m. se les acabó el licor, pero la esperanza no se fue. Esta se vio recompensada con el penalti, aunque el capitán de la Selección les hizo contener la respiración y luego les dio la euforia para celebrar.
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