Lina Moreno
LA PATRIA | MANIZALES
Los Juegos Olímpicos dejan marcas que para deportistas aficionados parecen imposibles de alcanzar. Personajes como Michael Phelps y Usain Bolt imponen velocidades con las que dejan regados a sus contrincantes y ponen más difícil el reto de ser el mejor del mundo.
Los colombianos, años atrás, no eran rivales de cuidado y estaban lejos de la anhelada medalla de oro.
María Isabel Urrutia, en levantamiento de pesas, fue la que abrió el camino en Sidney-2000, pero su medalla dorada fue la única en suelo australiano y le alcanzó a Colombia para ocupar la casilla 49 entre los 199 países participantes.
En Atenas 2004, una pobre participación de los nuestros, con dos preseas de bronce, solo alcanzó para que Colombia fuera 68 entre 201 delegaciones. No muy diferente fue en Pekín-2008, donde obtuvimos una plata y un bronce.
El ascenso comenzó a notarse desde Londres-2012. Nuestro país consiguió con Mariana Pajón el segundo oro en unas olimpiadas. Además, se sumaron en el medallero tres platas y cuatro bronces, con lo que se llegó al puesto 38 entre 204 países.
Río-2016 deja una sensación de progreso deportivo. Tres oros superan por sí solos nuestra historia en los JJ.OO. Adicionalmente, significó el resurgir del boxeo, que no solo superó con una plata (Yuberjén Martínez) los bronces de Juegos pasados, sino que introdujo un nombre de mujer en el podio: Ingrit Valencia.
Estos logros significaron que Colombia llegara al puesto 22 en la tabla, superado en Suramérica solo por Brasil y por encima de Argentina, Venezuela, Chile, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.
Soñar... soñar
Esos deportistas y esos logros ponen a muchos a soñar con la posibilidad de hacer que el himno colombiano suene muchas más veces en un futuro.
Sin embargo, al darle una mirada a lo local, ese sueño se vuelve algo muy, pero muy lejano. Si se observa de dónde provienen los deportistas colombianos que van a Juegos, Antioquia, Valle del Cauca y Bogotá integran el equipo en un 90%, lo que demuestra las diferencias abismales de estas regiones con los demás, los cuales se reparten el 10% restante.
Las marcas municipales están bastante lejos de los registros internacionales. La falta de escenarios y de apoyo son algunas de las razones que dan entrenadores y deportistas.
A Río 2016 fue solo un caldense: Cristian Bonilla, en fútbol. En Manizales no le dieron la oportunidad y comenzó su carrera en el Boyacá Chicó.
Sobran los motivos por los cuales los caldenses no surten el equipo olímpico colombiano. El mejor ejemplo es el atletismo. Nuestra ciudad carece de una pista para su práctica y los alrededores de la Unidad Deportiva se convierten en la única opción. Salto triple es una de las modalidades que ni siquiera se incluye en los Juegos Intercolegiados porque no hay dónde practicarlo.
Hasta ahora, siete caldenses, incluido Bonilla, han llegado hasta unos Juegos: Hernando Hoyos Bernal y Rubén Darío Gómez (ciclismo y tiro, 1960); Hernán Berreneche y Jorge Enrique Henao (ciclismo y tiro, 1972); y Julio César Rodríguez y Nelson 'Cacaito' Rodrígeiez (ciclismo, 1988).
En los últimos años la participación de los nuestros ha sido nula y las esperanzas futuras son pocas con excepción de casos como el del karateca Andrés Rendón (que ya tiene 35 años) y el triatleta Eduardo Londoño, el mejor del ránking nacional en la categoría juvenil.
Falta mucho y en muchos aspectos, como lo dice el médico deportólogo Iván Leonardo Duque, quien explica que el problema va más allá de solo la infraestructura. "El rendimiento atlético depende de muchos factores en el organismo. El músculo es solo uno de ellos. Tiene que haber mucho apoyo: implementos, escenarios aptos para trabajar, preparación de los entrenadores. Se requiere no solo de infraestructura, sino apoyo científico del deportista", señaló.
Para el director del departamento de Acción Física Humana de la Universidad de Caldas, en el departamento falta demasiado para pensar en una preparación y, por ende, en un rendimiento tan alto que dé para llegar a las justas más importantes del mundo.
"Queremos tener deportistas en los Olímpicos", Fernando Giraldo, secretario del Deporte de Caldas.
"Anteriormente no se ha hecho un trabajo muy serio. Se ha sido muy cortoplacista y para sacar deportistas de alto rendimiento se requieren trabajos de 8, 10 y 12 años. Uno ve que se salen a los dos o tres años porque no se ven motivados en el departamento y por eso no tenemos deportistas que nos representen.
El ciclomontañista Marcelo Gutiérrez y el nadador Juan Pablo Botero, por ejemplo, se nos fueron. En los últimos años estamos viendo que no se nos van porque ya tenemos el programa de alto rendimiento. El año antepasado tuvimos en él 15, el pasado 25 y ahora 40. Con esos incentivos, seguro ellos no se nos van a ir.
Deportes como karate y wu- shu no eran olímpicos, pero ahora el karate lo es y tenemos planes de que Andrés Rendón sea uno de los caldenses que vayan a los Olímpicos. Queremos hacer un proyecto a largo plazo y que tengamos siquiera tres deportistas en Tokio 2020".
LA CIFRA
147
deportistas representaron a Colombia en Río-2016.
El dato
Estados Unidos se consagró campeón por segunda vez consecutiva de los Juegos Olímpicos.
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