El Tennis Club Manizales pierde el partido de su vida

Osvaldo Hernández
LA PATRIA | Manizales

Los días están contados para el Tennis Club. Así lo indica el fallo en segunda instancia del Tribunal Administrativo de Caldas, que le ordena devolverle al Municipio los predios donde tiene cinco canchas y el edificio que construyó desde 1949, cuando llegó al sitio.
El litigio empezó en el 2011, cuando Óscar Jaime Castañeda Llano presentó una Acción Popular para que dichos campos fueran administrados por la Liga o sus puertas se abrieran al público. El argumento fue que el predio sobre los cuales están las canchas del Tennis Club es propiedad del Municipio y no existe un comodato con la Alcaldía, y que, además, la Liga no posee los espacios necesarios para atender sus necesidades.

Reclaman las mejoras
En el fallo, del 28 de mayo pasado, el Tribunal les da tres meses tanto al Tennis Club como al Municipio para que se pusieran de acuerdo respecto al uso de las canchas, pero no lo hubo. Tras varios intentos fallidos, ya hay oficios entre las partes advirtiendo cómo se debe entregar y cómo se debe recibir.
Sin embargo, más allá del control de los campos, la dirigencia cree que es injusto que el Tribunal no le haya reconocido el esfuerzo económico que hicieron a lo largo de 65 años para construir la infraestrcutura que hoy poseen (edificio con oficinas, gimnasio, salones y otros).
Como último recurso, el 17 de octubre pasado interpusieron una tutela ante el Consejo de Estado porque consideran que les violaron sus derechos: "El fallo proferido constituye una verdadera violación al debido proceso y al derecho a la defensa, incurriendo en vía de hecho, habida consideración que desconoce los legítimos derechos sobre las mejoras que por el Club fueron construidas".
En otras palabras, el Tennis Club reconoce que los terrenos sobres los cuales está son del Municipio, pero advierte que las mejoras son de su propiedad. El último avalúo que se le hizo al edificio indicó que tiene un costo de $1.570 millones.
Agregan que la posesión ha sido legítima porque ante la mirada de los entes de control paga el Predial, Impuesto de Renta y Patrimonio y está inscrito en el Instituto Agustín Codazzi.

Los argumentos
Óscar Jaime Castañeda, quien puso la Acción Popular, argumentó que si bien en la Unidad Deportiva Palogrande había ocho canchas de tenis de campo, solo tres estaban al servicio de la comunidad. "Sin embargo, algunas de ellas están desde hace muchos años en manos del club privado Tennis Club y solo pueden ser utilizadas por los socios del mismo, lo cual vulnera los derechos invocados".
El Municipio reconoció la legalidad del comodato con la Liga, el uso de las canchas para la comunidad y la incertidumbre respecto a los terrenos sobre los cuales está el Tennis Club: "Se adelantan gestiones para aclarar".
El Tennis Club, por su parte, argumentó que tiene personería jurídica, reconocimiento deportivo  y que cinco de las ocho canchas que hay en la Unidad Deportiva le pertenecen, además de la sede administrativa: "Construyó las tres primeras en 1949 y las otras dos en 1983".
En los archivos del Club no reposa ningún documento que hable de un comodato entre las partes para el uso debido de los terrenos. Hay borradores de documentos, por ejemplo, de 1986, 1992 y 2004, pero no hubo acuerdo entre las partes porque el Municipio no reconoció las mejoras y el Tennis Club pedía lo mismo.

Lo que ordenó el Tribunal
Tras analizar el caso, el Tribunal, integrado por Patricia Varela Cifuentes, Jairo Ángel Gómez y Augusto Ramón Chavez, le dio la razón al demandante.
"Para la Sala sí constituye vulneración al derecho colectivo mencionado el hecho que algún elemento de éste (escenarios deportivos), esté siendo "administrado" por un tercero con un beneficio económico propio, sin que el Municipio lo haya autorizado legalmente para el efecto".
Agregó: "Y si bien quedó establecido que la discrepancia al momento de legalizar dicha situación proviene del reclamo de unas supuestas mejoras que aduce el Tennis Club haber construido en terrenos del Municipio, las que a su vez la entidad territorial se ha negado a reconocer, debe afirmar la sala que ello no puede ser óbice  para la protección del derecho invocado, porque de no actuarse, se prolongaría indefinidamente la vulneración mencionada".
Quizá, este sea el principio del fin para este club deportivo, el cual llegó a ser uno de los más fuertes de la ciudad y alcanzó a hacer reinado y fiestas con la clase dirigente más prestante de la ciudad, pero que con el paso del tiempo y de la aparición de otros, perdió peso ante la sociedad.
Si no prospera la tutela, perderá todo el campo físico que tuvo durante 65 años y deberá buscar espacios allí o en otros campos de la ciudad para atender a sus socios.

El primer convenio
El 13 de abril de 1950 se firmó el primer acuerdo por medio del cual el Tennis Club se instaló en la Unidad Deportiva Palogrande. El documento lo firmaron Fermín González, presidente de la Junta Administradora del estadio Palogrande, y Alfonso Hernández, Arturo Ocampo, Jaime Arango y Alfonso Posada, miembros del Tennis Club.
En términos generales, el Club recibió dos canchas que debía administrar, pero también construyó tres campos más. ¿Y cómo lo hicieron? Los contratistas, el Club, pagaron 50 pesos mensuales de arrendamiento, dinero que invirtieron en la  construcción de los campos.
"Su valor se considerará como anticipado de los cánones de arrendamiento de las dos canchas mencionadas durante el periodo del contrato. El periodo de duración del contrato de arrendamiento de dichas canchas de tennis será unicamente aquel que sea necesario para amortizar los cánones de arrendamiento el valor de las tres canchas".
En conclusión, aunque físicamente el Tennis Club construyó las canchas, lo hizo con recursos del Municipio. Las pagaron con los 50 pesos mensuales que les valía mensualmente el arrendamiento.

Su historia *

El lunes 21 de febrero de 1949 fue la primera vez que se habló públicamente de la construcción de canchas de tenis de campo en lo que se llamaba estadio Palogrande, hoy Unidad Deportiva Palogrande.
Ese día, LA PATRIA informó en su página cinco: "Numerosos caballeros de la ciudad, aficionados al simpático y movido deporte de tenis, están empeñados ahora en la construcción de dos magníficas pistas de tenis en nuestro estadio Palogrande".
10 meses después, el lunes 19 de diciembre, el mismo periódico le contó al país que el Tennis Club Manizales era una realidad... "esta ciudad cuenta con uno de los mejores centros deportivos nacionales".
Buscar la historia del Tennis Club Manizales es remontarse al nacimiento de una institución que nació para propiciar campos de tenis para la ciudad y que llegó a ser también uno de los clubes deportivos y sociales más fuertes de la ciudad, toda vez que quienes lo fundaron hacían parte de alta sociedad de la región.
Sus pioneros fueron los señores Jesús M. Chica y Alfonso Hernández, dos jugadores locales, quienes propusieron darle un impulso y coincidieron en la organización de un Club. Después de los estudios convencieron a los integrantes de la Junta Administradora del estadio Palogrande conformada por Fermín González, Camilo Orozco y Guillermo Agudelo. Tuvieron el aval de Carlos Mejía Vieira, el Alcalde de Manizales.
Sus primeros socios fueron Arturo Ocampo Mejía, Pedro José Mejía, Juan Rosemberg, Jaime Arango, Gustavo Gómez, José Gómez Arrubla, Benicio Mejía y Arturo Montes Sáenz.
Allí nacieron promesas del tenis local que luego se volvieron figuras nacionales: Guillermo Agudelo, Rubén Montoya, Ricardo Gómez, Santiago Castro, Ximena Trujillo, Cecilia Hincapié, Lucas Linares, Julián Ferrero y ahora los hermanos Manuel Felipe y Camilo Arias, sólo para citar algunos.
Comenzó con ocho socios, pero a mediados de los 90, la cifra llegó a 700. Allegados cuentan que sus canchas no daban abasto. Ante este hecho hizo un convenio con Confamiliares para administrar los campos del Bosque Popular, sobre las que jugaban futbolito u otro tipo de actividad diferente al tenis.
* El 5 de agosto de 2011, LA PATRIA publicó la historia del Tennis Club a raíz de lo que estaba viviendo.