El saludo para el Cúcuta desde las "montañas de Colombia" en la Copa Libertadores del 2007

Osvaldo Hernández
LA PATRIA | Manizales

La noche del 1 de junio del 2007 quedará para siempre en la memoria de los hinchas del Cúcuta Deportivo. Ese día, con 42 mil personas en el General Santander, el "doblemente glorioso" le ganó 3-1 al Boca Juniors, de Argentina, en el primero de los dos juegos por las semifinales de la Copa Libertadores de América.

Los tres goles, dos de Blass Pérez y uno de Rubén Darío Bustos, sellaron una jornada inolvidable ante un gigante del Continente, que tres años atrás había perdido la Copa Libertadores de América con el Once Caldas.

Como sucedió con el onceno de Manizales, el Cúcuta se convirtió en una causa de todo el país y por una razón primordial: Cúcuta no tiene la dimensión de otros como Nacional, América, Millonarios y Junior.

El partido se jugó, los cucuteños salieron a celebrar y el equipo continuó concentrado porque la Copa seguía y ya habían dado un paso muy importante en la opción de llegar a la soñada final.

Jorge Luis Bernal, el técnico del "Motilón", se acostó muy emocionado, pero con los pies en la tierra. El otro día por la mañana, cuando se despertó, prendió el celular y encontró un mensaje de texto muy particular que decía, según Bernal: "Desde las montañas de Colombia saludamos el triunfo del rojinegro que deja los colores de la patria en lo más alto del podio deportivo".

Al profe Bernal le impactó el mensaje: "Está claro que lo mandó un grupo insurgente, no podría decirle si fueron guerrilleros o paramilitares; no importa. Pero mire lo que hace el deporte, hasta dónde llega y qué alcance tiene, no distingue religiones, clases sociales, preferencias políticas o barreras de otro tipo".

Bernal cree que el mensaje pudo ser consecuencia del logro, pero también, del gesto que tuvieron semanas antes cuando fueron a la cárcel y regalaron 10 televisores para que los presos pudieran ver los partidos.

En el 2007, cuando el Cúcuta vivió esos momentos inolvidables en la Libertadores, el alcalde de la ciudad era Ramiro Suárez Corzo, quien después fue detenido por nexos con los paramilitares. Y el presidente del equipo era Ángel Uriel García, ejecutivo de la ciudad, vinculado al equipo, después de pasar por una empresa de aseo.