El ritual de Nelson Cardona en la Leyenda del Dorado

Ricardo Patiño

LA PATRIA | Salamina

El Everest más difícil del caldense Nelson Cardona fue desprenderse de su pierna derecha tras un accidente en el Nevado del Ruiz en el 2006.

Este montañista, que se convirtió en el 2010 en la primera persona americana con discapacidad en llegar a la cima de la montaña más alta del mundo, ahora deja huella en cada pedalazo de la Leyenda del Dorado, la carrera de ciclomontañismo que se hace por Caldas con 140 corredores de 23 países.

A Nelson nadie lo detiene. Ni el calor que lo obliga a quitarse su prótesis. Ni las caídas, como la que marcó su vida para siempre. Tiene clara su misión cuando supo que podía volver a caminar. "Es inspirar a las personas que tienen alguna discapacidad de pensamiento o de espíritu. En la etapa entre La Rochela y Salamina me caí, pero me levanté por el apoyo de los niños cuando pasábamos por los pueblos y caseríos".

Nelson está enseñado a escalar. Es un arquitecto de sueños. Es un ejemplo para la caravana. Cada imagen es sinónimo de aplausos. "Es un compromiso. Quisiera pasar desapercibido, pero pedaleo por esa gente que aplaude. Hay que actuar y quejarnos menos".

El corredor, de la categoría masculino 80, tiene como reto terminar los 482 kilómetros de recorrido. Su compañero cuyabro, Andrés Felipe Arias, es su guardián en la carretera. Su apoyo, su compañía en los momentos difíciles. No importa parar para tener un ritual con su prótesis. "Él me espera así perdamos tiempo, mientras que me echo mis cremas. Sin él no podría terminar cada etapa", insiste el orgullo de la caravana.

Hoy se disputará la 4 etapa, el primer contacto de los atletas con la altura entre Salamina y Cementos Caldas, sobre 90 kilómetros. Nelson sigue firme por escalar el Everest del ciclomontañismo, otra montaña más que engrandece su historia marcada por los retos en las cumbres.

La frase

"Esta carrera es un ritual a la vida. Hay que demostrarle a la gente que se puede hacer", Nelson Cardona.

La etapa

- Élite masculino

1. Johan y Jónathan Cañaveral (Colombia), 1 hora 12 minutos 56 segundos; 2. Paolo Montoya (Costa Rica) y Christoph Sauser (Suiza), 1 hora 13 minutos 32 segundos: 3. Hans Becking (Holanda) y Joris Massaer (Bélgica). 1 hora 15 minutos 56 segundos.

- Élite femenino

1. Sonya Looney (Estados Unidos) y Amy Mcdougall (Sudáfrica), 1 hora 33 minutos 52 segundos; 2. Esther Suss (Suiza) y Catherine Williamson (Reino Unido), 1 hora 39 minutos 26 segundos; 3. Celina Carpinteiro (Portugal) y Charlotte Davies (Reino Unido). 1 hora 46 minutos.

General

- Élite masculino

1. Hans Backing y Joris Massaer, 10.40,54; 2. Daniel Gathof y Peter Hermann, a 25 minutos 33 segundos; 3. Christoph Sauser y Paolo Montoya, a 34 minutos 28 segundos; 4. Pau Zamora y Joan Llordella, a 40 minutos 28 segundos; 5. Halysson Ferreira y Alysson Lucas, a 40 minutos 32 segundos.

- Élite femenino

1. Sonya Looney y Amy Mcdougall, 13.01,08; 2. Esther Suss y Catherine Williamson, a 1 hora 26 minutos; 3. Celina Carpinteiro y Charlotte Davies, a 1 hora 53 minutos; 4. Hannah Barnes y Milagro Mena, a 3 horas 19 minutos; 5. Lorena Ramos y Claudia Consuelo Rubiano, a 4 horas 20 minutos.

Ganaron los hermanos Cañaveral

La tercera etapa de La Leyenda del Dorado se cumplió ayer en Salamina, un circuito de 28 kilómetros por el municipio. Los corredores dieron tres vueltas, cada una de 3 kilómetros.

El circuito lo dominaron los hermanos risaraldenses Johan y Jónathan Cañaveral en la categoría élite. Emplearon en el recorrido de 1 hora 12 minutos 56 segundos. Los segundos fueron el costarricense Paolo Montoya y el suizo Christoph Sauser, con un tiempo de 1 hora 13 minutos 32 segundos.

Por el lado de las mujeres, la estadounidense Sonya Looney y la sudafricana Amy Mcdougall se reafirman en la punta y ajustaron su tercera victoria consecutiva. Cruzaron la meta de primeras con un tiempo de 1 hora 33 minutos 52 segundos.