El Quindío terminó hundido

Lina Moreno
LA PATRIA | Armenia (Quindío)

Después de muchos rezos, de pedir al cielo el milagro y estar con el cuerpo en el estadio Centenario de Armenia, pero con el corazón también en Medellín, los hinchas del Quindío vieron nuevamente a su equipo, después de 13 años, descender a la categoría B del fútbol colombiano.
El arranque del juego en medio de una fuerte tempestad, con relámpagos incluidos, parecía presagiar lo que se venía. Los cerca de mil hinchas que asistieron al estadio tenían el corazón en la mano y sabían que ese podía ser el último partido en la A. Se llevaron sus banderas, mensajes no solo de apoyo al equipo, sino de reproche a la administración, se acomodaron y comenzaron a unir las manos en acción de oración.

Entre el cielo y el infierno
Gol de los 'cuyabros' y la felicidad se pone a tope. Luis Felipe Idárraga levanta a su hermano Santiago. Ni ellos ni ninguno de la afición lo puede creer. Hasta ese momento su club sigue en la primera categoría, pues Cúcuta está empatando en Medellín.
Un par de minutos después y la historia vuelve a ser la misma. Gol de los cucuteños y otra vez a sufrir.
En la tribuna occidental solo se ven personas mordiéndose las uñas, despeinándose desesperadamente y tomándose la cabeza. De cerca se podía, incluso, escuchar la respiración agitada y percibir las manos sudorosas.
Mientras miran a los 22 jugadores en la grama, escuchan lo que pasa en la capital antioqueña, donde necesitan la ayudita del Nacional. Efectivamente, "gol de Nacional", grita alguien, y todos nuevamente celebran. "Seguimos en la A", es el comentario. Gol de Chicó: nos vamos a la B. Gol de Quindío: mantenemos la categoría. Fueron eternos minutos entre los dos puntos opuestos: el del descenso y el de la promoción.
Luis Felipe se cubre hasta la boca con la bufanda alusiva a su Quindío, del que se hizo hincha hace siete años. Los aficionados miran insistentemente su reloj. Necesitan que el tiempo pase rápido para que el que se despida sea el conjunto de Norte de Santander.
De pronto, silencio total. Ni susurros se sienten. Los pocos hinchas que saltaban en la tribuna oriental se encuentran estáticos y a Luis Felipe le empiezan a rodar lágrimas. Gol de Cúcuta y  para la B.
Quedan 10 minutos de esperar y padecer. El onceno de Armenia cumple con su tarea de ganar y ahora la fe es en que Nacional logre empatar.
Un minuto, dos minutos, 10 minutos y el milagro no llega. Luis Felipe llora desconsoladamente. Llegó desde Bogotá a apoyar al conjunto, pero lo vio, por primera vez desde que es hincha, perder la categoría. Su llanto es incluso contagioso hasta para quienes no son seguidores de los quindianos. Su hermano se mantiene impávido ante la situación. A su modo, en silencio, hace el duelo.
Nadie se quiere ir. La pesadilla que viven los paraliza. Y mientras unos lloran, se cubren la cabeza, se agachan y suspiran, un puñado de hinchas insulta a los jugadores.
"Esto es muy duro", dice Luis Felipe con la voz entrecortada. Sabe que ya no podrá ver al equipo de sus amores tres veces al año en Bogotá, frente a Millonarios, La Equidad y Santa Fe. Sabe que los equipos de la capital son de la A y que desde ahora su Quindío es de la B.

Entre amores y odios
Si hubo un jugador en la cancha que despertara todos los insultos de la afición fue Jorge Vargas. El volante no solo desperdició un penal, sino que se mostró lento en la cancha. La otra cara, en cambio, la puso Wilson el Pájaro Carpintero, quien se vio comprometido todo el tiempo y puso los dos goles. Madrazos para uno y aplausos para el otro.

Así quedaron
En el descenso, el equipo de Armenia sumó 114 puntos, promedio 1.055, frente a los 115 del Cúcuta, que promedió 1.064.

Datos
- Siete penaltis erró el Deportes Quindío en el 2013.

- En los últimos tres años los cafeteros solo sumaron 114 puntos, para un promedio de 1.055. Marcó 103 goles, pero recibió 166.

- En los tres últimos años Quindío tuvo cinco entrenadores. Wilman Conde, Fernando Castro, Eduardo Cruz, Arturo Boyacá y César Torres.

- Desde que se juegan los torneos cortos, Quindío solo clasificó en dos oportunidades a los cuadrangulares. En el apertura 2008 con Néstor Otero y en el finalización 2010 con Fernando Pecoso Castro.

"Estaba anunciado"
"Renunciamos al Quindío porque en diciembre del 2012 se le pasó un informe a Hernando Ángel para tomar decisiones sobre la nómina de jugadores y la forma de trabajar. No se hizo caso y 11 meses después nos dan la razón. Es una pena por los hinchas de Armenia porque esto estaba anunciado. Lastimosamente el fútbol colombiano es un negocio personal y a los dirigentes poco les importa el sufrimiento de la afición. El único equipo en el país con socios es el Deportivo Cali", dice el caldense Fernando Castro, extécnico del Quindío.