El Once Caldas sigue con el arco cerrado y desperdicia la opción de ser líder

Osvaldo Hernández

LA PATRIA | Manizales

Pecoso Castro se echó la bendición y los aficionados se pararon desencantados. Así terminó el partido de anoche en el Palogrande, en el que el Once Caldas empató 0-0 con el Atlético Huila.

El Pecoso, técnico del visitante, agradeció porque no perdió y sigue entre los ocho clasificados para jugar las semifinales. Y los seguidores locales se fueron reprochando porque su equipo dejó escapar la mejor opción de volver a ser líder y acercarse a la Copa Libertadores.

El Once Caldas volvió a mostrar las flaquezas por las cuales se enreda con los chicos. Esta vez no fue el equipo que hace ocho días dejó una gran imagen con su empate en Bogotá con Santa Fe.

Al frente se encontró un rival que sin ser brillante, mostró orden, oficio, movilidad y actitud.

Al equipo le está costando marcar goles. En los últimos cinco juegos solo ha hecho uno. Ayer también se volvió a confundir y erró el camino para llegar al arco rival o para definir.

El técnico Flabio Torres excluyó a un recuperador; solo dejó a Hárrison Henao y puso a tres creadores: Jaime Sierra, Leandro Díaz y Johan Arango. Y ninguno de los tres le respondió. Faltó movilidad y juego colectivo de mitad de campo hacia adelante. Las malas entregas, los centros equivocados y los excesos individuales terminaron colmando la paciencia de los asistentes.

"Falta un volante", "No hay quien lleve la pelota", decían los aficionados en las gradas mientras murmuraban la ausencia de Cristian Osorio y la falta que ha hecho Patricio Pérez.

Las dos mejores opciones en el primer tiempo se lograron en dos salidas rápidas. Cogieron mal parado al rival y Johan Arango corrió con el balón y lo cruzó para que César Arias y Sergio Romero fallaran y ahogaran el grito de gol en las gradas.

El complemento fue más luchado que jugado. Aunque el libreto fue el mismo, hubo mayor presión sobre el rival. El partido se pudo ganar en un remate suave de Leandro Díaz que se estrelló con el segundo palo del arco defendido por Ernesto Hernández, el portero rival.

Ni los cambios de Gustavo Culma y Edwards Jiménez por Jaime Sierra y César Arias, respectivamente, le cambiaron la cara el juego. Los centros fueron siempre equivocados.

El equipo, aunque ya está clasificado para las semifinales, desaprovechó la oportunidad de asumir la punta de la Liga y de ponerse a dos puntos de Santa Fe en la reclasificación, equipo clasificado parcialmente para jugar la Copa Libertadores.