
LA PATRIA | Manizales
Para Róbinson Jaramillo Gálvez no hay limitaciones. Este pedalista, que hasta el 28 de agosto del 2007 era una promesa del ciclismo competitivo de Caldas, se abre espacio en el Paralímpico.
Ese día lo arrolló una moto 100 metros antes de entrar al puente de Lusitania por la Panamericana, perdió la movilidad y la sensibilidad en su brazo derecho. Sufrió el desgarramiento del plexo blaquial, según los médicos.
Desde entonces, hace siete años, El Chavo, así le dicen, trata de perfeccionar las técnicas para no dejar la bicicleta, pero además, debe abrirse espacio en el medio para conseguir el reconocimiento, a pesar de los resultados.
Para pedalear, el brazo que perdió lo estabiliza y sujeta al manubrio con una manga fija y un sujetador velcro.
Su sueño este año es correr el calendario nacional y participar en la Copa Mundo de Italia y en los Campeonatos del Mundo. La preparación ya la empezó. Hace 15 días corrió la Vuelta al Tolima.
"Me sentí muy bien, el primer día sufrí mucho porque pinché, el segundo me descolgué al final y en la última jornada perdí tiempo al final", dice el pedalista, de 26 años.
La Copa Mundo será en mayo venidero: "es una de mis metas este año, pero estoy buscando los recursos", indica el ciclista caldense, hermano de James de Jesús Jaramillo, quien corre con Montegranaro de Italia.
La idea allí es pedalear los 20 kilómetros de la contrarreloj individual y los 80 de la prueba de ruta.
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