Egan Bernal y Nairo Quintana mandan signos diferentes en el Tour

Luis Miguel Pascual

EFE I LA PATRIA I Loudenvielle (Francia)

Egan Bernal emitió ayer algún signo de flaqueza en la primera etapa pirenaica, aunque ganó la meta entre los mejores, entre ellos su compatriota Nairo Quintana, que se mostró más ofensivo y dejó ver su mejor versión.

En el grupo de los importantes también acabaron Miguel Ángel López y Rigoberto Urán, que se mantienen en el "top 10" de la general, a 13 segundos del líder, el británico Adam Yates.

Los ataques llegaron al fin al Tour de la COVID-19 y en el grupo de favoritos hubo movimiento. En el ascenso al puerto de Balès, de categoría especial, el Jumbo del esloveno Primoz Roglic, segundo de la general, aceleró el ritmo y desarboló por completo al Ineos de Bernal.

El ganador de la pasada edición se encontró solo, a la merced de los ataques de sus rivales, que se sucedieron de parte del esloveno Tadej Pogacar y del propio Quintana, sin que Bernal respondiera con solvencia.

En el siguiente puerto, el de Peyresourde, el jefe de filas del Ineos recuperó al ecuatoriano Richard Carapaz, lo que le permitió controlar más la carrera.

Pero Bernal tampoco pareció tener la soltura de la pasada edición y tardó en responder a los ataques. Dejó el peso de la carrera a los Jumbo de Roglic, que demostraron ser el equipo más fuerte. Tras la victoria conseguida por el esloveno en la primera cima, el pasado martes, se consolidan como los más sólidos de la primera parte del Tour.

BERNAL SATISFECHO

El colombiano relativizó la jornada, pese a que equipo por vez primera en muchos años no aparece como el más fuerte del pelotón. Bernal destacó que no perdió tiempo en la meta con los otros favoritos y que sigue planteando el Tour como una prueba de tres semanas.

"Ha sido una jornada bastante buena. Nairo ha atacado, Roglic y López también. Es una carrera muy interesante porque todo el mundo tiene un gran nivel", señaló Bernal.

Quintana lo intentó en un par de ocasiones y demostró fortaleza para responder a las ofensivas de otros rivales.

El ciclista del Arkea, que perdió a un compañero con la retirada del italiano Diego Rosa, víctima de una caída en la que se fracturó una clavícula, muestra un buen estado de forma.

"Ha sido una etapa muy dura, pero al final me vi con fuerzas y probé. No pude separarme del grupo, pero el balance es positivo porque estuve con los mejores", aseguró.

"Me encuentro bien y espero seguir en esta línea, queda mucho Tour y etapas importantes y la idea es seguir en esta línea", dijo el de Boyacá.

LÓPEZ Y URÁN, SÓLIDOS

Miguel Ángel López también se mostró sólido e incluso hizo alguna intentona de ataque, aunque en la mayor parte de la jornada se limitó a mantenerse entre los mejores.

Algo similar a lo que hizo Rigoberto Urán. El segundo de 2017 está de nuevo en el "top 10" de la general, en vísperas de que se dispute este domingo la segunda etapa pirenaica.

De nuevo la montaña favorecerá a los colombianos, con una jornada de cinco puertos, dos de ellos de primera, el último, la temible Marie Blanque, con cima a 18 kilómetros para la llegada.