El número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, tuvo que pelear el pasado viernes durante casi cinco horas para doblegar al argentino Juan Martín del Potro y clasificarse a la final de Wimbledon que se juega hoy, en la que le espera el héroe local, el británico Andy Murray, que remontó ante el polaco Jerzy Janowicz.
El público de la pista central del All England Club asistió a la semifinal más larga de la historia del torneo, cuatro horas y 43 minutos en las que el octavo tenista del ranking salvó dos bolas de partido en el cuarto set y forzó un quinto parcial que lo dejó a un paso de su segunda final de un Grand Slam: 7-5, 4-6, 7-6 (2), 6-7 (6) y 6-3.
"Fue dramático, pasaron muchas cosas en casi cinco horas. Ahora me siento triste, pero en un par de días sabré ver lo grande que fue el partido. Al menos ahora sé que puedo ponérselo difícil a los mejores del mundo", dijo el argentino.
Djokovic también subrayó la épica del encuentro: "Tengo experiencia en jugar partidos largos y sé que Del Potro me ha empujado hasta el límite. Ha sido uno de los encuentros más emocionantes que he jugado".
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