LA PATRIA | Colprensa | Bogotá
Ante un juez de Paloquemao, el exdirector técnico de la Selección Femenina de Fútbol, Didier Luna, fue acusado formalmente por la Fiscalía cuya delegada narró cinco episodios de los que fue víctima Carolina Rozo, la fisioterapeuta que prestaba sus servicios para ese seleccionado.
“Hubo una primera etapa cuando se encontraban concentrados en el hotel Factory Inn en diciembre de 2017. El imputado dispensa a la víctima un trato plagado de galanteos, cumplidos en el oído, piropos en el oído, un contacto físico abrazándola con intensidad y fuerza”, señaló la fiscal del caso.
Para ese entonces, dice la acusación, le intentó robar un beso en la boca, hecho que fue rechazado por Carolina Rozo.
El segundo episodio del acoso relatado ante el estrado fue el que se hizo vía WhatsApp en el que Luna le expresa a Rozo varias frases en las que usa términos como “preciosa, linda” que provocaron la incomodidad de la víctima. Esto ocurrió entre diciembre de 2017 y enero de 2018.
“Una tercera etapa de la conducta sucede en la sede de la Federación Colombiana de Fútbol en enero de 2018. Los asedios, las insinuaciones y las advertencias de que no se descuidara porque la iba a besar duraron varios días”, dijo la fiscal ante el juez 15 de conocimiento.
En este periodo se presentó uno de los acosos más intimidantes hacia Rozo por parte del entonces estratega del combinado femenino sub 17.
“Ante la falta de reciprocidad – señaló la Fiscalía –, Luna le expresa que sean amigos especiales ya que él la puede llevar muy lejos en el fútbol, al mismo tiempo que le tocaba el escudo de la Federación Colombiana de Fútbol ubicado a la altura del seno izquierdo de Carolina Rozo”, detalló la delegada del búnker.
La reacción de Rozo fue frenar los constantes ataques y le advierte que ella está enfocada en lo laboral y su interés no es buscar pareja. Tras la contestación lo que siguió, según la Fiscalía, fue una sentencia por parte de Luna ante la negativa de Rozo.
“Luna le advierte que él había podido llevarla muy lejos en el fútbol, pero que asuma consecuencias y entonces viene el hostigamiento y el acoso laboral”, anotó la fiscal.
Este escenario constituye la cuarta etapa y es donde las retaliaciones empiezan a surgir por parte del entrenador como consecuencia de las amenazas que le profirió a la joven profesional.
En la imputación todo se da en el hotel Factory Inn y tuvieron lugar entre el 11 de febrero y el 3 de marzo de 2018. “Empezaron los gritos, los insultos, a anular su participación en las reuniones, a retirarla del campo y a sobrecargarla laboralmente”.
La última etapa de la cadena de acosos ocurre durante la Copa Sudamericana, torneo que tuvo lugar en San Juan, Argentina, entre el 3 y el 26 de marzo de 2018, lugar donde el imputado continuó cumpliendo sus amenazas.
Esto obligó a Rozo a renunciar abruptamente al cargo, pese a que por el mismo no recibía honorario alguno por parte de la Federación, según dijo la propia fisioterapeuta a la salida de la diligencia que finalizó sobre el mediodía de este martes (Ver recuadro). El juez citó a las partes para el próximo 25 de septiembre para la audiencia preparatoria y para el 20 de noviembre el inicio del juicio.
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