Mauricio Ocampo
LA PATRIA I Madrid
Es invierno en Madrid, hacen unos tres grados Celsius y un viento leve que congela los huesos. Raúl León García y María Isabel Giraldo Hurtado están sentados en las gradas de la cancha cinco de la Ciudad Deportiva del Real Madrid en Valdebebas. Desde allí se escuchan las instrucciones de los técnicos y uno de los nombres que se pronuncian es el de Tottó.
Raúl y María Isabel se conocieron en el barrio Fátima de Manizales, ambos estudiaron en el Instituto Universitario de Caldas hasta que decidieron unir sus vidas y migrar hacia España en 2001.
Los dos querían surgir como familia, tener sus hijos y salir adelante en el primer mundo, pero lejos de pensar que el fútbol haría parte de sus vidas y mucho menos en el que la Fifa ha denominado el mejor equipo del mundo.
Primero llegó Melissa a la familia y luego Daniel en 2009. Daniel caminó a los nueve meses por ir detrás de una pelota de fútbol y de ahí en adelante no la dejó. Le iba mejor con ella que con las palabras. De ahí apareció su seudónimo Tottó, palabra que le salió por intentar decir tito (tío en España) a uno de sus familiares hincha del Once Caldas y residente en Leganés como ellos.
"El niño con tres años nos dijo que quería entrar a un equipo de fútbol y lo llevamos al Atlético Leganés, allí vieron que tenía cualidades innatas para manejar el balón y para pegarle, pero al ser tan pequeño no podía jugar los partidos porque se requerían cinco años. En ese momento solo queríamos que fuera feliz", explicó Raúl.
Daniel, que para entonces les pedía a todos que lo llamaran Tottó, empezó a demostrar más avances que los niños de su edad. Un día un niño no pudo jugar y le pidieron permiso a Raúl para decir una mentira piadosa, que el niño estaba a punto de cumplir cinco años.
Por circunstancias económicas el equipo profesional Club Deportivo Leganés se quedó con los derechos y Tottó tuvo la oportunidad de entrar en campeonatos con canteranos de clubes de la capital española. Para entonces él era el goleador de Leganés. Jugaba con el número 10 y además de marcar goles empezó a atraer las miradas de los ojeadores.
"Yo le prometí un euro por cada gol y al final de la temporada tuve que responderle por 90", dice Raúl sin ocultar su sonrisa.
El salto al Real Madrid
Tottó tenía siete años y les dijo a sus padres que le gustaría entrenarse con el Real Madrid. Ellos lo llevaron. Los niños allí tenían un nivel superlativo y llegaron los miedos. ¿Será que Tottó está al nivel de esos niños que ya parecen profesionales a esa edad? Se preguntaron sus padres.
El Leganés fue invitado a participar en el Torneo Internacional Cascais en Portugal en marzo de 2018 y, aunque el equipo fue eliminado en octavos, Tottó marcó goles que robaron aplausos y comentarios.
En el segundo semestre de ese mismo año fue el Real Madrid el que lo buscó. Querían contar con él. Hablaron con sus padres y con el niño. Él quería continuar con sus amigos del Leganés y sus padres tenían temor que no jugara. Pero el Real Madrid tenía una propuesta diferente.
Rubén Barrios, ojeador de categorías inferiores y entrenador en Benjamín A, señaló que a un niño lo llevan al equipo “Por sus actitudes técnico/físicas además de la capacidad de desarrollarse en diferentes puestos y su visión de proyección a futuro”, y claro, en Tottó veían estas características.
El de sangre manizaleña fue invitado a Valdebebas para que conociera las instalaciones y al parecer esto lo sedujo. También cuando le aseguraron, a él y a sus padres, que iba a ser importante en el equipo.
"Después de salir de la Ciudad Deportiva el mismo Tottó nos dijo que quería darse la oportunidad, tomó la decisión como un grande porque siempre ha sido muy maduro y nosotros apoyamos sus decisiones", relata María Isabel.
Sus padres recuerdan que allí le dijeron: "En el equipo ya tenemos un niño que juega con el número 10 pero te tengo otro que te va a encantar: el 11 porque aquí vas a ser delantero ¿te gusta?” A lo que Tottó asintió con la cabeza.
En septiembre de ese mismo año en la temporada 2018-2019 Daniel García, hizo parte del equipo de Benjamín A del blanco madrileño.
El ahora canterano del Real Madrid empezó a figurar en las páginas oficiales del club y en la lista de goleadores de la Liga más importante del mundo en todas sus categorías.
Con Benjamín A marcó 63 goles, pero en todos los torneos 149. El pichichi de su categoría.
Sus capacidades futbolísticas lo llevaron a que fuera tenido en cuenta en las siguientes tres temporadas, hasta hoy.
Unas de cal otras de arena
La rodilla derecha de Tottó empezó a inflamarse y fue necesaria una cirugía para poner en orden los componentes de esa articulación que había sufrido un traumatismo.
"Fueron días muy difíciles en los que el niño tuvo que soportar dolores, terapias y ansiedades por regresar al campo", explica su madre.
Pero como un profesional superó la lesión y el Real Madrid le apostó de nuevo. Ahora en la temporada 2021- 2022 en Infantil A, el niño de origen manizaleño comparte canchas con niños prodigiosos como Raúl, hijo de rumanos; Enzo, hijo del jugador del equipo de primera Marcelo Vieira; Manu, hijo de uruguayos.
Esos nombres seguramente brillarán en el mundo del fútbol en pocos años y Tottó que sueña con llegar a la primera división, sin duda será uno de ellos. Una herencia caldense, sus características innatas con y sin el balón y la guía del Real Madrid, uno de los más grandes del mundo, hacen que el sueño cada vez se haga realidad.
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